Las mejores excusas para no ir a vivir con tu pareja

Por Pol Rodellar

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Montaje vía los usuarios de Flickr joshuaommen y boston_public_library
Montaje vía los usuarios de Flickr joshuaommen y boston_public_library

Y sí, una de ellas consiste en fingir que no existes.

Durante eones el ser humano ha tenido la necesidad de reunirse bajo un mismo techo para sobrevivir. Estaban los tipos esos, hace millones de años, que se resguardaban en cuevas para protegerse de, no sé, animales enormes que ahora ya están extinguidos o de tormentas de gigantescas bolas de hielo y fuego. Ahí dentro procreaban, pintaban paredes e intentaban inventarse algo para no tener que orinar delante de todo el mundo.

Pero sin ir tan lejos, nuestros padres y abuelos, mismamente, tenían también el objetivo vital de crear un hogar, generar hijos y darles de comer hasta que la ecuación se invirtiera. Nosotros, por otro lado, no tenemos ninguna intención de concretar nuestra vida en una estructura de familia nuclear —de hecho no sabemos ni concretar si después de beber todo lo que beberemos este próximo fin de semana seguiremos vivos— y por eso huimos de la idea de reunirnos bajo un mismo techo con ese ser que nos permitirá generar otras personas humanas, o sea, descendientes y tener una familia.

En una relación, los integrantes de esta NUNCA se encuentran en el mismo momento emocional, alcanzar esta armonía es más improbable que descubrir, al mirarte al espejo de buena mañana, que eres un dictador.

Es por esto que siempre llega ese incómodo momento en el que alguno de los dos suelta eso de "quizás podríamos compartir piso" —"compartir piso" es menos violento que decir "ir a vivir juntos y tener hijos y trabajar para ellos hasta morir", por lo que os recomiendo proponer un grácil "compartir piso"— y es en estos momentos donde el que realmente no tiene claro eso de crear un hogar, debe tener preparada una excusa perfecta, imbatible, totalmente comprensible.

“Siempre llega ese incómodo momento en el que alguno de los dos suelta eso de “quizás podríamos compartir piso” —“compartir piso” es menos violento que decir “ir a vivir juntos y tener hijos y trabajar para ellos hasta morir”

Hay gente que se pasa años urdiendo estratagemas complicadísimas para estar preparada para cuando llegue este momento, diseños de ficción tan complicados y enrevesados que les proporcionan una calidad de vida mucho peor de la que experimentarían compartiendo piso con su pareja. Es por eso que he decidido trasladaros unos trucos personales que he utilizado varias veces para que no tengáis que sufrir a la hora de inventar excusas. La cobardía del emparejamiento definitivo siempre podrá ocultarse por capas y más capas de mentiras, esto es lo que nos hace humanos, y no vivir en cuevas con la familia.

Sin más dilación, ahí van unos clavos ardientes a los que poder agarrarte cuando a tu pareja se le ocurra esa impertinente idea de proponerte compartir piso.

—"Es que ahora el mercado del alquiler está muy malo, hay mucha demanda y es que no hay pisos y los alquileres están por las nubes y la gentrificación está destruyendo esta ciudad y cambiar ahora de piso y aceptar las nuevas narrativas de alquiler supone colaborar con el sistema que ha creado esta segunda burbuja inmobiliaria. Si nos mudamos estaremos dando el golpe de gracia a Barcelona. ¿Quieres matar a Barcelona?".

—"¿Te he hablado de Noches soleadas? Es una novela que estoy escribiendo, estoy muy metida en ella. Necesito tiempo de soledad para terminarla (empezarla). No te he dicho nada hasta ahora porque, en fin, habla sobre ti".

“Es que ahora el mercado del alquiler está muy jodido, hay mucha demanda y es que no hay pisos y los alquileres están por las nubes y la gentrificación está destruyendo esta ciudad”

—"Con todo esto de lo de Catalunya no puedo pensar en otra cosa que no sea apoyar a mi país, no me líes con cambios de piso ni historias, tenemos un deber y es mantener la unidad de España".

—"Tengo muchas ganas tío pero es que he estado mirando en portales de vivienda y solo hay pisos de basura, o eso o son pisos en zonas en las que no hay ni un Lidl, y ya sabes que me NIEGO ROTUNDAMENTE a vivir lejos de un Lidl".

—"Perdona pero creo que te confundes, no sé quién crees que soy pero te juro que no soy ese tal Roberto al que crees que le estás hablando. Roberto no existe. Yo me llamo Aldo Farside III y no me dedico a vender alfombras en Calatayud. De hecho vengo de otra dimensión, una dimensión en la que soy un héroe. En esa dimensión el malvado Zarlock quiso destruir mi pueblo, matar a los niños y a las mujeres y someterlos a su yugo demencial [pero Pol Rodellar, ¡¡¿¿si los mata cómo los va a someter??!!]. Luché contra él durante siglos pero al final me derrotó y me confinó a vivir en otra dimensión, dentro de un cuerpo extraño. Me confinó a vender alfombras en Calatayud. ¿Me entiendes? Escucha, ya que hemos resuelto esto, necesito salir de aquí y quizás tú puedas ayudarme".

—"No sé, ya sé que nunca termino haciéndolo pero siento que este año va a ser el año y voy a hacer ese viaje de varios meses por Asia que siempre te he comentado. Si me voy, este año no será el mejor momento para pensar en todo el lío de buscar un piso y gastarse pasta en muebles y todo eso, ¿no?".

—"Ostras, tenemos que romper con estos roles sociales, ya no somos nuestros padres ni nuestros abuelos, podemos estar juntos sin tener que compartir piso. Es una pequeña revolución para un mundo mejor, son cambios de paradigmas sociales, ¿sabes? Hablo de romper El Gran Relato. Son pequeños gestos que nos liberan de los grilletes de una sociedad arcaica e intolerante. ¿Sabes?".

—"Justo una colega me ha comentado que se irá de su piso, un piso muy bueno, y me preguntó si queríamos mudarnos ahí cuando se vaya. Te lo juro, es una ganga. El problemilla es que se irá del piso dentro de tres años, puede que más, pero que al final se irá, créeme. Si esperamos tres años o lo que sea, al final el piso será todo nuestro, si es que seguimos juntos. El piso es bueno, créeme: mucha luz, está en el centro, vecinos jóvenes…".

“No sé, ya sé que nunca termino haciéndolo pero siento que este año va a ser el año y voy a hacer ese viaje de varios meses por Asia

—"¿Seguro que podrás vivir con mi muy reciente y terrible manía de coleccionar pelucas de señora?".

—"Ahora no es el momento, estoy preparando una obra de teatro en la que el personaje es un cretino y lo último que quiero es que convivas con un cretino. La obra está pidiendo mucho de mí. ¿Cómo? Sí, ahora hago teatro, me acabo de apuntar a un curso del ayuntamiento de Rubí, ya te contaré".

—"Mi madre no está muy bien, le han detectado una nueva enfermedad muy extraña, un trastorno llamado Alvalle. No lo encontrarás en internet, es una enfermedad muy muy nueva, si lo buscas solo te saldrán otras cosas, gazpachos. El caso es que los médicos no saben nada y no sabemos cómo puede evolucionar la afección. Ahora mismo necesito estar a su lado, cuidarla y disfrutar de su compañía todo el tiempo que le quede de vida antes de que Alvalle me la arrebate".

—"Te confundes mucho, nuestro objetivo como seres que han despertado su conciencia es habitar dentro de nosotros mismos, no en espacios exteriores tangibles. Renunciar a estos espacios exteriores facilitará la comprensión de nuestro ser interior. Vivir juntos, bajo un mismo techo, comprometería todos los avances que hemos hecho en materia de conciencia. ¿Te he comentado alguna vez que podemos vivir solo mirando al sol?".

Publicado originalmente en VICE.com