Hablamos con un hombre pájaro sobre el arte de volar y no morir en el intento

Por VICE Staff

Compartir
Compartir articulo
Imagen cortesía de Ralph Lauren
Imagen cortesía de Ralph Lauren

Este noruego de 31 años es, literalmente, un Superman de carne y hueso. Sus saltos con traje de alas desde los picos más altos del planeta le han permitido descubrir la plena libertad.

A sus 31 años, Jokke Sommer se considera un hombre afortunado. Sigue vivo, y eso es mucho decir para un saltador BASE, un tipo que salta al vacío desde picos nevados a 4.000 metros de altitud y desciende con la única ayuda de un traje aerodinámico. Esto le permite sentirse libre un día más, le permite seguir viviendo su sueño de infancia, volar.

"Tiene que ser la experiencia más emocionante que puedes sentir como ser humano", cuenta Jokke, el rey del salto en traje de alas, en el segundo capítulo de The Red Series, presentada por Polo Red Extreme. "Es una montaña rusa emocional, en pocos segundos pasas del miedo a la libertad".

El miedo forma parte de un deporte que se llevó 40 vidas en 2016, y 18 en lo que va de año. Pero para este noruego, arriesgar el pellejo es lo que verdaderamente le mantiene con vida. Cuando era un chaval, Jokke soñaba con las alturas, la velocidad y la adrenalina. Primero con los esquís que le compró su padre, y luego con una tabla de snowboard, siempre buscando saltar más alto. De adolescente se construyó un parque de motocross con sus amigos; para volar todavía más alto, claro.

Con las motos, que aparcaron temporalmente su verdadero sueño, no llegaba a fin de mes. Tenía que compensar la diversión con un trabajo como diseñador gráfico, pero pronto se dio cuenta de que él no quería quedarse sentado en una silla de oficina. Y saltó al vacío, literalmente.

Se vendió sus preciadas motocicletas para pagarse los cursos necesarios de paracaidismo en Noruega y California. En dos meses había completado más de 250 saltos desde las alturas. Pero en los inicios de YouTube encontró a unos tipos que se precipitaban desde montañas y aristas naturales, algo todavía más salvaje, más auténtico. Jokke volvió a ser aquel niño cuando se ajustó el traje de alas. "Siempre deberías perseguir tus sueños, porque si no lo haces te vas a arrepentir un día", reflexiona ahora. ¿A quién no le gustaría, miedos aparte, sentirse libre como un pájaro, flotar en el aire?

Ralph Lauren acompañó a Jokke a Männlichen, un pico de 2.343 metros en los Alpes suizos, para traducir en imágenes el espíritu de su fragancia Polo Red Extreme, caracterizada por la esencia de café negro, notas de naranja sanguina y madera de ébano. Una colonia inspirada en los hombres que siempre empujan sus límites más allá y buscan las sensaciones más extremas, en este caso, la libertad extrema que te da volar.

Publicado originalmente en VICE.com