Las personas pelirrojas son la última obsesión de la moda

Por María Díaz del Río

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India Salvor Menuez para French Connection, Fot. Harley Weir
India Salvor Menuez para French Connection, Fot. Harley Weir

La leyenda y la superstición les han perseguido durante siglos, pero los pelirrojos —con ese misterioso aire mitológico— están viviendo su momento de esplendor y la industria de la moda ha caído rendida a sus pies.

Hace un par de años, saltó la noticia de que los pelirrojos iban a desaparecer en menos de un siglo, pero ¡tranquilos! La información fue desmentida por los expertos. Sin embargo, es cierto que el porcentaje de gente que tiene esta mutación que atañe al color del pelo, la piel y otras características (producen su propia vitamina D en condiciones de poca luz) es muy bajo.

Tan sólo un 2% de la población mundial lo es y un 4% es portadora del gen. La mayoría se encuentran en Escocia (el 13%) e Irlanda (el 10%) y, aunque parezca increíble, en el norte de Marruecos, en la región del Rif, hay también un 10% perteneciente a la etnia bereber. Y todo se debe al gen MC1R.

Imagen vía @mc1r.magazine
Imagen vía @mc1r.magazine

Este es el que dado nombre a la primera publicación centrada en esta cautivadora minoría. En MC1R se definen como "el primer proyecto de revista impresa independiente basada en arte y diseño en torno a la cultura de los pelirrojos de todo el mundo".

Lo que comenzó como un proyecto personal de un treintañero alemán (también pelirrojo) ha publicado ahora su cuarto número. Según su creador y editor: "Del primero se imprimieron 1.600 copias y del segundo unas 2.500. (…) Creo que está empezando a ser un éxito desde que la prensa internacional ha dado con la revista".

La exposición Red Hot 100 también es ejemplo del cambio de paradigma respecto a la gente de cabello bermejo. Supone una aproximación desde otro enfoque, desterrando cualquier mito (erróneo) para presentar a una centena de atractivos chicos pelirrojos como verdaderos hombres alpha. La muestra, que ha pasado por Nueva York y Londres y que sigue de gira por todo el mundo, ha erigido a los "red hot" en toda una revolución global.

Imagen vía @redhot100
Imagen vía @redhot100

Tras la primera exposición, la serie de fotos se convirtió en un coffee table homónimo. Su creador, el fotógrafo Thomas Knights, explica así la idea que le impulsó: "Los chicos pelirrojos no tienen un rol de modelo positivo en nuestra cultura a diferencia de las chicas. Un hombre pelirrojo no es visto como alguien a quien parecerse, culturalmente hablando; muy pocos de ellos aparecen convertidos en líderes, héroes, estrellas de acción o galanes de Hollywood o en la televisión. (…) Mientras muchos pueden opinar que llamar a alguien "ginga" (fórmula peyorativa para decir pelirrojo en inglés) o cualquier palabra "graciosa" a los que tienen el pelo rojo es ingenioso, para el receptor de esas palabras, el impacto en su autoestima es más profundo y puede tener efectos duraderos y perjudiciales en el colegio y en su vida adulta. Red Hot es mi respuesta a todo esto".

Este fetichismo centrado en las féminas pelirrojas no es algo reciente, la atracción hacia ellas existía de antes. A finales del siglo XIX los artistas prerrafaelitas tomaron a bellas mujeres de cabello cobrizo como modelos de sus obras eclipsados por su carácter evocador. Un ejemplo es la famosa obra de la heroína de leyenda británica Lady Godiva, de John Collier.

Fotograma de ‘Un hombre soltero’, de Tom Ford
Fotograma de ‘Un hombre soltero’, de Tom Ford

En el siglo XX algunas actrices, como Marilyn Monroe -originalmente era pelirroja- o la carismática Maureen O'Hara, fueron veneradas como referentes estéticos, e incluso, iconos eróticos calando hondo en el imaginario colectivo. Hoy ciertas actrices juegan el papel de embajadoras de este colectivo minoritario gracias al variado colorido de su pelo (una paleta clasificada por Alpha Laboratory Inc.): Julianne Moore con su cabello rojizo oscuro cercano al caoba, el envidiado tono cobrizo intenso de Christina Hendricks, el castaño rojizo de Amy Adams o el hipnótico mandarina de Jessica Chastain. Se queda fuera Emma Stone pues su color natural es rubio. La pequeña pantalla también cuenta con algunos pelirrojos protagonistas de series de éxito: Sophie Turner, la sufridora Sansa Stark de Juego de Tronos, o Damian Lewis, en Homeland.

Su enigmático aspecto de ser mitológico y de leyenda ha cautivado también a la industria de la moda. No es de extrañar dada la tendencia actual por las bellezas menos obvias frente a los cánones más homogéneos de otras épocas; hoy se busca lo inusual.

Imagen vía @therealgracecoddington
Imagen vía @therealgracecoddington

Ya a finales de los 80 las famosas campañas publicitarias de Benetton abogaban por la estética de la diferencia y contaban con modelos de todas las procedencias y colores* (si se nos permite esta expresión) en un paralelismo con la esencia de la firma. En los años 60, Grace Coddington —hasta hace poco la mano derecha a tiempo completo de Anna Wintour— ejercía como modelo desde tierras británicas haciendo alarde de sus pequeños rizos caoba. Hoy su melena encrespada es su principal signo de identidad.

Lily Cole por Tim Walker para ‘The Scratch and Sniff Issue’ nº 266
Lily Cole por Tim Walker para ‘The Scratch and Sniff Issue’ nº 266

El gran cambio se ha producido en las últimas décadas. En los 90 asomó tímidamente la estadounidense Angie Everhart, pero no fue hasta que hicieron su aparición Karen Elson y Lily Cole cuando los pelirrojos conquistaron de verdad al mundo de la moda. Con su rostro de muñeca, Cole se convirtió a principios de los 2000 en la personificación de la fantasía que caracteriza a la alta costura gracias. Hoy un nutrido grupo de modelos, tanto femeninos como masculinos, de pelo cobrizo protagonizan portadas, editoriales y campañas globales.

Rianne van Rompaey y Natalie Westling en el lookbook de Louis Vuitton pre-fall 2016
Rianne van Rompaey y Natalie Westling en el lookbook de Louis Vuitton pre-fall 2016

Entre ellos, la holandesa Rianne van Rompaey acaba de ser la portada de la edición alemana de Vogue y ha desfilado en Cuba para Chanel; el andrógino Bartek Borowek hace alarde sobre la pasarela su larga melena ondulada rojiza (bien podría ser la versión masculina de Lady Godiva); Natalie Westling —con aspecto de ninfa escapada de algún relato fantástico— es la modelo del momento, se hizo conocida tras abrir en exclusiva el desfile de primavera-verano 2014 de Marc Jacobs, ha sido portada y rostro de campañas de Alexander McQueen, Miu Miu o Dior; y George Hard también causa sensación desde hace dos temporadas con su aspecto exótico: rostro aniñado salpicado de pecas, ojos verdes y un pelo afro cobrizo.

Imagen vía @george_hard
Imagen vía @george_hard

Asimismo, la escena independiente se ha contagiado de la fiebre pelirroja como ejemplifica la nívea modelo, actriz y artista India Salvor Menuez. Detrás de la cámara, la fotógrafa Harley Weir recoge la herencia prerrafaelita capturando la belleza frágil y sosegada de los pelirrojos en una serie de retratos que representa su trabajo más personal. Y la lista podría continuar. Parece que después de siglos de leyenda, superstición irracional y misticismo los pelirrojos viven su momento (y que sea por mucho tiempo).

Publicado originalmente en VICE.com