Conviasa, la línea aérea del régimen de Maduro, anunció la reactivación de la ruta Caracas-Buenos Aires

Lo informó el presidente de la línea de bandera venezolana, Ramón Velásquez Araguayán. Es la misma empresa que conecta la capital del país caribeño con Teherán

Compartir
Compartir articulo
El dictador Nicolás Maduro a bordo de un avión de Conviasa junto a su actual vicepresidente Delcy Rodríguez

El Consorcio Venezolano de Industrias Aeronáuticas y Servicios Aéreos (Conviasa) anunció que reanudará los vuelos entre Caracas y Buenos Aires, Argentina, a partir del próximo 6 de febrero. La información fue suministrada por el presidente de la línea área chavista, Ramón Celestino Velásquez Araguayán.

El 6 de febrero surcamos nuevos cielos. Abriendo las posibilidades de conexión entre Venezuela y América del Sur”, señaló el ejecutivo nombrado por la dictadura de Nicolás Maduro al frente de la empresa estatal. Velásquez Araguayán mostró un video con el que ilustró su anuncio en el que pueden verse desde el Aconcagua, el Glaciar Perito Moreno entre otros paisajes típicos de la Argentina que van de norte a sur.

Hace unos días, también se había informado que el Aeropuerto Internacional de Ezeiza, cercano a la capital argentina, uniría el país austral con la Isla Margarita, desde hace años bajo una profunda crisis turística. Conviasa había dejado de operar en esos destinos en 2017, en pleno gobierno de Mauricio Macri, uno de los impulsores de las denuncias por las violaciones a los derechos humanos cometidos por Maduro.

Los vuelos entre ambas naciones se habían inaugurado en 2010 gracias a un convenio firmado entre los mandatarios Cristina Fernández de Kirchner -hoy vicepresidenta- y el extinto ex teniente Coronel Hugo Chávez, por entonces presidente de Venezuela. Actualmente los vuelos internacionales de Conviasa son escasos: une Caracas con Santo Domingo, Managua y Quito. A partir de la primera semana de febrero a esos destinos se sumará Buenos Aires.

Conviasa ruta aérea Caracas Buenos Aires

“Aeroterror”, los otros vuelos de Conviasa

En los primeros días de abril, la aerolínea iraní Mahan Air, la segunda más grande del país, inauguró oficialmente un vuelo directo entre Teherán y Caracas, en una muestra de las estrechas relaciones entre Irán y Venezuela, ambos países bajo sanciones de Estados Unidos.

El primer avión con destino a la capital venezolana despegó en la mañana del lunes 8 de abril del aeropuerto internacional Imán Jomeiní de Teherán y el trayecto previsto es de 16 horas de duración, según la Organización de la Aviación Civil de Irán. Durante la visita de delegados diplomáticos en Caracas, miembros de Mahan Air firmaron convenios con sus pares de Conviasa.

Los vuelos comenzaron hace ya más de 10 años. El trayecto fue bautizado tiempo atrás como “aeroterror”. Eran los vuelos VO-3006 que unían Caracas con Teherán, en Irán, haciendo una necesaria escala técnica en Damasco, la capital siria. Eran momentos de luna de miel entre Chávez y Mahmoud Ahmadinejad. Esos tours tenían una particularidad: pocos pasajeros y tripulantes iban en los aviones y curiosamente nadie podía conseguir un ticket para completar el trayecto. Ni de ida, ni de vuelta. Ahora, esos vuelos, retornaron.

La revista Veja, en 2018, reveló la incógnita del hermetismo de esos tours a partir de una investigación del periodista brasileño Leonardo Coutinho. Los trayectos eran cubiertos por la línea Conviasa y se desarrollaron dos veces al mes ,entre marzo de 2007 y septiembre de 2010. La nave era un A340 Airbus, cuyo contenido era secreto.

Sin embargo, el cargamento salió a la luz. Los aviones eran cargados con kilos de cocaína que luego serían depositados en Damasco. Allí, el grupo terrorista Hezbollah los hacía propio y los distribuía al resto de Medio Oriente y Europa. El vuelo seguía su ruta a Teherán, donde era nuevamente cargado. Esta vez, de millones de dólares que retornaban a Venezuela.

Además de los estupefacientes, personal de Conviasa afirmó que materiales radiactivos y componentes de sistemas de misiles eran transportados en estos vuelos. Esas aeronaves y sus pasajeros nunca fueron inspeccionados. Los ciudadanos comunes jamás pudieron obtener un asiento. Solo estaban disponibles con autorización gubernamental, ya sea iraní o venezolana. Las butacas estaban reservadas para “agentes iraníes, incluido Hezbollah, los Guardianes de la Revolución Islámica y otro personal de inteligencia de Irán y de Siria”. Incluso voló con sus lugares vacíos la mayoría de las veces.

MÁS SOBRE ESTE TEMA: