Cómo es trabajar con una casamentera

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Six customers of matchmaking services share their experiences. Their fees ranged from about $500 to $25,000. (Heidi Younger/The New York Times) -- NO SALES; FOR EDITORIAL USE ONLY WITH NYT STORY MATCHMAKING CUSTOMERS BY ALYSON KRUEGER FOR MARCH 7, 2021. ALL OTHER USE PROHIBITED. --
Six customers of matchmaking services share their experiences. Their fees ranged from about $500 to $25,000. (Heidi Younger/The New York Times) -- NO SALES; FOR EDITORIAL USE ONLY WITH NYT STORY MATCHMAKING CUSTOMERS BY ALYSON KRUEGER FOR MARCH 7, 2021. ALL OTHER USE PROHIBITED. --

Con programas de televisión como “Million Dollar Matchmaker” y “La celestina de la India”, así como una pandemia que ha dificultado que los solteros se conozcan de manera orgánica, el servicio de búsqueda de pareja ha vuelto a estar de moda. “Solía llevar un estigma”, dijo Eddie Hernandez, asesor de citas en línea en San Francisco. “Ahora muchas más personas están preguntando al respecto”.

Y no solo ha aumentado la demanda de servicios de búsqueda de parejas, sino que también hay más empresas que los ofrecen. “Yo diría que, tan solo en el área de la bahía, ahora hay el doble de empresas que hace cinco años”, agregó. “Me llega publicidad de nuevas ofertas todo el tiempo, y cada vez son más específicas. Dicen: ‘Soy una celestina judía’, ‘Soy un casamentero indio’”.

Algunos casamenteros cobran una suma considerable —algunos piden 100.000 dólares o incluso 250.000— pero a la industria en general le hace falta transparencia. Muchos casamenteros no tienen o no comparten las estadísticas sobre sus índices de éxito. Es común que no ofrezcan referencias con el argumento de la protección de privacidad. Por lo general, estas empresas no aparecen en sitios de reseñas como Yelp. “Cuando sí hay reseñas, es difícil distinguir cuáles son honestas y cuáles no”, dijo Hernandez. “Muchos de los autores son personas que están en la base de datos de los casamenteros porque ellos se lo piden y así pueden ser sus clientes sin pagar. Esa es una experiencia muy diferente”.

Entrevistamos a algunas personas solteras de varias regiones de América del Norte que han usado servicios de búsqueda de pareja. Les preguntamos cuánto pagaron, qué obtuvieron por su dinero y cómo funcionaba el servicio. ¿Podían negociar las tarifas? ¿Obtuvieron el tipo de parejas que pidieron? ¿Le recomendarían el servicio a un amigo? A continuación, las versiones editadas de las conversaciones, incluyendo algunos comentarios y respuestas de los casamenteros.

ALANA KETCHEL, 39 AÑOS, CONSULTORA DE SALUD EN DENVER.

Servicio de búsqueda de pareja: The Social: Modern Matchmaking.

Tarifa: 2500 dólares por seis meses. No hay un número garantizado de citas. (“Mis precios son muy flexibles dependiendo de qué está buscando un cliente, cuántas citas quiere tener y cuánta asesoría necesita”, dijo la fundadora de la empresa, Abby Rosenblum).

Periodo de servicio: De agosto a la fecha.

¿Por qué recurrió al servicio? Había salido con varias personas que conocí en línea y ninguna llegó a más. Tenía la esperanza de que un casamentero me conectara con una variedad distinta de personas y dada la inversión financiera que requería, los hombres estarían comprometidos a encontrar una pareja.

¿Cómo encontraste el servicio? Asistí a una reunión virtual sobre cómo mejorar tu perfil de citas en línea y la mujer a cargo era una casamentera. Tuvimos una conversación inicial y ella me pareció muy abierta y comprensiva; nos entendimos bien. Solicité hablar con alguna clienta suya que no hubiera encontrado pareja; tenía que saber que, aunque no funcionara, valdría la pena invertir ese dinero. Ella me conectó con una de ellas.

¿Cómo funcionan las citas? Ella nos envía un mensaje de texto a los dos para que nos reunamos en un lugar y hora determinados. No podemos ver fotografías del otro antes de la cita. A mí me sirvió deshacerme de nociones preconcebidas.

¿Cómo te ha ido? He tenido seis citas. Ninguna me ha parecido una pérdida de tiempo; todas han sido con personas que quieren encontrar una pareja. En una de las citas, me sentí un poco confundida porque él no estaba dentro del rango de edad que yo había solicitado. Cuando lo hablamos más tarde, mi casamentera me convenció de ser más abierta con respecto a la edad. Estoy en el proceso de organizar una segunda cita con uno de los candidatos.

¿Vale la pena la inversión? Estoy aprovechando los otros servicios que ofrece. Por ejemplo, me presentó a un compinche, es decir, un hombre que salió conmigo en una cita falsa y me dio comentarios. Señaló que yo cruzaba los brazos y que no estaba expresando la clase de energía sensual que un hombre querría percibir. Esa perspectiva vale la inversión. Mi expectativa es que esto se trate más del crecimiento personal que de encontrar pareja.

MEHDI DRISSI, 23 AÑOS, INGENIERO DE SOFTWARE EN NORMAN, OKLAHOMA.

Servicio de búsqueda de pareja: Ambiance Matchmaking.

Tarifa: 15.000 dólares por 12 parejas potenciales al año. (Taylor Wade, fundadora y directora creativa de la empresa, dijo: “Ese era el precio de 2020. Tenemos diferentes programas personalizados para las necesidades de cada cliente”. Los precios de 2021 van desde 25.000 hasta 100.000 dólares según la cantidad de parejas potenciales solicitadas y las ubicaciones que se elijan para salir).

Periodo de servicio: De septiembre a la fecha.

¿Por qué recurrió al servicio? He coincidido con menos personas en línea durante la pandemia. Alguien en Reddit mencionó este servicio de búsqueda de pareja, así que decidí probarlo.

¿Investigaste algo antes de inscribirte? Revisé otros servicios y vi que los precios eran más o menos los mismos. El rango de precios que vi era de 500 a 1500 dólares por cada persona que te presentan y, por lo general, te presentan a una persona al mes. Así que opté por el servicio que ya me habían recomendado. También tenía reseñas bastante positivas en Yelp.

¿Cuál fue tu primera impresión? Envié mi solicitud y su primera respuesta fue que no estaban seguros de poder encontrar opciones de parejas de mi edad en mi área. Dijeron que, si estaba dispuesto a buscar opciones en el área de la bahía, podrían encontrar más personas. Yo acepté. Mi ubicación es más flexible ahora que el trabajo a distancia se está volviendo permanente.

Sin embargo, sí logré negociar. Les dije que pagaría por adelantado por tres parejas potenciales y luego pagaría por las nueve restantes si estaba satisfecho. (Wade dijo que negociar no era habitual. “Personalizamos este programa para este cliente ya que tenía necesidades muy específicas que iban mucho más allá de los requisitos normales para nuestros servicios”).

¿Cómo te ha ido? La calidad de las personas con quienes me han emparejado ha sido mucho mejor que las de Tinder. Tuve tres citas con la primera persona que me presentaron después de decidir que no teníamos suficientes intereses en común para continuar la relación.

El único requisito que le di a mi casamentera (además de las señales habituales de alerta) es que la mujer debe tener un interés por los videojuegos y el anime. La primera persona tenía poco interés; la segunda, ninguno en absoluto. Mi casamentera me preguntó si sabía de comunidades nicho donde ella pudiera encontrar personas. No tuve problema con eso porque yo conozco más este mundo. Mandarles mensajes a desconocidas en un subgrupo de Reddit no es algo que yo quisiera hacer, pero no me molesta que ella lo haga por mí.

BRIAN ALKERTON, 35 AÑOS, TÉCNICO RETIRADO EN TORONTO.

Servicio de búsqueda de pareja: Friend of a Friend Matchmaking.

Tarifa: 250 dólares (canadienses) por tres citas a lo largo de un año.

Periodo de servicio: 2017-18.

¿Cómo elegiste el servicio? Investigué sobre servicios de lujo de búsqueda de parejas, pero los precios me parecieron exorbitantes. Mi preocupación fue que las mujeres inscritas en ese tipo de servicio estarían acostumbradas a un estilo de vida fastuoso y elegante y no creo ser compatible con alguien así.

Friend of a Friend era propiedad de alguien que yo conocía por redes sociales y conocía a personas que habían encontrado pareja con ese servicio. También me gustaba que la propietaria fuera alguien de nuestra misma región con contactos locales que solo quería ser una yenta.

¿Cómo hizo la empresa para conocerte mejor? Llené un formulario de ingreso y luego me reuní con alguien de su personal en una cafetería local. Hablamos durante horas.

¿Encontraste a alguien? Las personas que me presentaron fueron mejores que las que se suelen conocer en Tinder. Con una de ellas salí una o dos veces. Con otra, salí cinco o seis veces. Pero con ninguna se concretó.

¿Volverías a usar un servicio de búsqueda de pareja? No estoy seguro de que un segundo intento tenga un mejor resultado. Quizá me presenten a otras tres personas decentes, pero no estoy buscando eso. Estoy buscando a “la elegida”. Estoy convencido de que una casamentera tiene las mismas probabilidades de encontrar a esa persona que una amistad en común que también conoce a personas que yo no.

¿Te decepcionó el resultado? No tenía expectativas muy altas para empezar y para la cantidad de dinero que pagué, me pareció que el riesgo era muy bajo. Si hubiera gastado mucho más dinero, me sentiría diferente.

MAGGIE ES EXESTILISTA DE VESTUARIO DE 35 AÑOS EN NUEVA YORK.

Servicio de búsqueda de pareja: It’s Just Lunch

Tarifa: 1000 dólares. El servicio dice que el periodo puede variar de tres a doce meses.

Periodo de servicio: De enero a la fecha.

¿Cómo encontraste este servicio? Mi hermano me inscribió como un regalo. Primero me inscribió a un servicio de citas judío. Escuché que era para judíos religiosos, pero me prometieron que podían encontrar a alguien menos practicante. Cuando todas las personas que me presentaron comían kosher y eran superconservadoras, me espanté y pedí un rembolso para mi hermano. It’s Just Lunch es mi segundo intento con los servicios de búsqueda de pareja. (Nota: Maggie no dio su apellido porque sigue utilizando el servicio).

Le conté a un representante del servicio sobre las personas con quienes había salido y lo que estaba buscando. Luego me asignaron a una casamentera. Por lo general, tienes acceso a tres citas en persona, pero por la COVID, ahora también ofrecen citas ilimitadas por Zoom.

¿Cómo te fue en tu primera cita por Zoom? Hice énfasis en que necesitaba a alguien extrovertido, pero mi primera cita fue con alguien tímido, es decir, totalmente lo contrario. Me gustaría que nos dieran una manera de romper el hielo, como diez preguntas que hacernos.

También le dije a mi casamentera que quería a alguien que supiera esquiar o hacer snowboard. Pero cuando me dijo de esta cita y le pregunté si él esquiaba, ella me dijo: “No lo sé. No le pregunté”.

¿Qué pasó después de la cita? Cuando termina te piden que envíes un formulario sobre cómo salió todo. En un principio me dijeron que me harían llegar los comentarios que él tuviera sobre mí, pero cuando los solicité, mi casamentera me dijo que era confidencial.

De verdad quiero esa retroalimentación porque, por lo general, las personas no me buscan para una segunda cita. Siento que transmito una especie de vibra y realmente quisiera acabar con eso.

Les tomó unas cuantas semanas programar la segunda cita. Siento que me emparejaron con este tipo tímido porque no tienen muchas opciones.

(Jeaneen Bengtson, vocera del servicio, dijo: “Sí solicitamos la retroalimentación de nuestros clientes después de cada cita, pero no compartimos esa información con la persona que se les presentó. Usamos esa retroalimentación para perfeccionar el proceso de búsqueda de pareja y darles consejos a nuestros clientes para sus citas”).

¿Qué considerarías un resultado exitoso? Si termino saliendo con alguien después de esto. Es difícil porque no estoy saliendo con nadie en este momento y cada vez que entró a Bumble, me desmotivo. Así que siento que este es mi último recurso. Trato de mantenerme positiva, pero no me hace mucha ilusión lo que he visto hasta ahora.

SUSAN, 76 AÑOS, EJECUTIVA FINANCIERA JUBILADA EN CAROLINA DEL NORTE.

Servicio de búsqueda de pareja: Selective Search

Tarifa: 25.000 dólares al año. Tiene acceso a cuatro citas en persona. (La fundadora de la empresa dijo que tiene membresías a partir de 25.000 dólares, pero que los precios varían con base en las necesidades específicas de cada cliente y la complejidad de la búsqueda).

Periodo de servicio: De enero de 2018 a mayo. Pagó por dos años.

¿Por qué recurriste al servicio? Sentí que necesitaba a una persona de calidad con quien compartir mi vida y me pareció que necesitaba la intervención de un profesional para lograrlo. No quería dejarlo a la suerte y reconozco que los hombres en mi grupo de edad suelen preferir mujeres mucho más jóvenes. Me dije que podría funcionar o no, pero me debo la oportunidad de al menos intentarlo. (Nota: Susan no reveló su apellido por motivos de privacidad).

¿Por qué elegiste este? Antes me había inscrito a otra empresa de búsqueda de pareja, pero me pareció que fue una clase de estafa porque tomaron mi dinero, me hicieron toda clase de promesas, pero nunca cumplieron su palabra. Me presentaron nombres de caballeros, pero ninguno siquiera se acercaba al tipo de persona que yo estaba buscando. Después de eso, supe que debía buscar algo mejor.

Selective Search cuesta mucho más que la otra empresa, pero como dice el dicho: “Lo barato sale caro”. Me gustó que la fundadora antes se dedicaba al reclutamiento ejecutivo. Me imaginé que sabía cómo encontrar personas.

¿Cuáles fueron los primeros pasos? La vicepresidenta de relaciones con el cliente viajó en avión a mi ciudad para almorzar conmigo y hablamos durante cuatro horas. Desde el principio me dijo que pasarían unos dos o tres meses antes de que tuviera mi primera cita. Debían hacer una investigación con la diligencia debida. También debía tomarme un retrato profesional e incluso revisamos opciones de atuendos para esa fotografía.

¿Cuál fue la calidad de las citas? A lo largo de dos años, recibí 21 perfiles de caballeros y conocí a ocho en persona. Todos fueron educados, profesionales y tenían la edad correcta. La conexión personal es la que no se puede garantizar. Viajé a Houston para conocer a un hombre. Tenía antecedentes impecables, estudió en la Universidad de Harvard y en el Instituto Tecnológico de Massachusetts y era un empresario exitoso, pero tenía un ego más alto que el Empire State. Fui a Washington D. C. para conocer a otro, pero él no sabía lo que quería.

Mi casamentera fue muy metódica y tenía un buen sistema. Cuando conocía a alguien y no funcionaba, no tardaba mucho en emparejarme con el siguiente.

Cuando conocí al hombre de la octava cita, con quien empecé a hablar en junio de 2020, de inmediato supe que iba a funcionar. Vive a unos 4 kilómetros de mi casa, pero jamás nos habríamos conocido. Nuestros círculos sociales estaban totalmente separados. Ahora estamos pensando en casarnos.