Un neonazi ganó una alcaldía en Alemania

Por Christopher F. Schuetze

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Stefan Jagsch fue elegido el 5 de septiembre en parte porque era el único candidato dispuesto. (Andreas Arnold/DPA vía Associated Press)
Stefan Jagsch fue elegido el 5 de septiembre en parte porque era el único candidato dispuesto. (Andreas Arnold/DPA vía Associated Press)

BERLÍN — Un funcionario local que respaldó el nombramiento reconoció que la decisión era desafortunada, pero que elegir a Stefan Jagsch como alcalde distrital de un poblado cercano a Fráncfort parecía inevitable: Jagsch, político local de un partido neonazi, era el único candidato.

La decisión del jueves 5 de septiembre en Waldsiedlung —distrito en Altenstadt, en el estado federado de Hesse— de nombrar a Jagsch, integrante del Partido Nacionaldemócrata, de extrema derecha, desató una fuerte condena en toda Alemania y llevó a los representantes locales a intentar revertir la designación.

"¡No cooperamos con nazis! ¡Nunca!", tuiteó Lars Klingbeil, dirigente de los Socialdemócratas, partido que es parte de la coalición gobernante a nivel federal de la canciller Angela Merkel. Klingbeil demandó que se retirara el nombramiento.

Annegret Kramp-Karrenbauer, dirigente de la Unión Demócrata Cristiana (CDU) en la que milita Merkel, dijo que su partido iba a investigar cómo sus representantes locales en principio pudieron haber respaldado a Jagsch. Según Norbert Szilasko, el concejal de la unión en Waldsiedlung, la decisión fue fácil: la posición de alcalde distrital no había sido ocupada en más de diez semanas y Jagsch fue el único que se ofreció.

"No teníamos a nadie más; especialmente no a personas más jóvenes que son adeptas para usar computadoras y pueden enviar correos", le dijo Szilasko a un medio local, Hessischer Rundfunk.

El concejal que nombró a Jagsch tiene siete integrantes, ninguno de los cuales tiene vínculos con la derecha extrema. Pero Szilasko aseguró que nadie tomó en consideración la afiliación política de Jagsch: "Lo que hace en su partido o de manera privada no es preocupación mía o nuestra".

Los partidos tradicionales de Alemania están intentando lidiar con el auge del partido de ultraderecha Alternativa para Alemania, conocido como AfD. Los funcionarios nacionales insisten en que cualquier tipo de cooperación sería como condonar la agenda nacionalista y populista de esa agrupación y que, por tanto, los funcionarios locales no deberían aceptar sin más a alguien de un partido todavía más extremo al AfD.

"Quien no tenga ese barómetro moral y político como para poder tomar una decisión electoral democrática tan irresponsable no pueded ser miembro de la CDU", tuiteó Peter Tauber, parlamentario que representa a la región de la que Waldsiedlung es parte.

El Partido Nacional Demócrata al que pertenece Jagsch, conocido por sus iniciales en alemán NPD, ha sido una agrupación muy marginal desde que fue fundada en 1964. El gobierno alemán y la legislatura federal han intentado vetar al partido en varias ocasiones; la más reciente fue en 2017, cuando el máximo tribunal alemán decidió que, a pesar de que el partido atenta contra la Constitución de Alemania y pese a sus vínculos nazis, no tiene suficiente relevancia como para representar una amenaza. El NPD obtuvo el 0,4 por ciento del voto en las elecciones parlamentarias de 2017.

"Ahora hay mucho escándalo y lo entiendo, pero deberían haber tenido el valor antes de prohibir el partido, porque entonces este problema no habría sucedido", dijo al periódico local Bild un miembro independiente del concejo, Klaus Dietrich.

Jagsch, de 33 años, aseguró que la reacción a su nombramiento en Waldsiedlung y más allá ha sido "totalmente exagerada y ridícula". Prometió desafiar los intentos de revertir su elección.

Dijo a la agencia noticiosa DPA que ese esfuerzo será "un día triste para la democracia".

Jagsch es una cara conocida del NPD más allá de su vecindario, donde hace obras como ayudar a recoger la basura. Es subdirector de la oficina estatal del partido en Hesse, se ha postulado al parlamento y en elecciones estatales, además de que ya intentó ser alcalde de Altenstadt, el poblado del que Waldsiedlung es distrito.

También es conocido porque su nombre ha sido reportado varias veces en informes anuales de la agencia de seguridad de Hesse, que monitorea a individuos que se cree que suponen riesgos al país y a la constitución.

"No es un don nadie; está muy bien conectado en el mundo de Hesse", dijo Jan Voss, parte del gobierno de Altenstadt y miembro del Partido Socialdemócrata. "Entonces realmente me parece impactante que lo hayan votado así".

Melissa Eddy colaboró con el reportaje.

Christopher F. Schuetze se unió al buró en Berlín de The New York Times en 2018 para cubrir la política, sociedad y noticias de último minuto alemanas, como reportero e investigador. @CFSchuetze

*Copyright: 2019 The New York Times Company