El juicio de Nxivm: la secta recopiló inteligencia sobre ‘enemigos’

Por Colin Moynihan

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Chuck Schumer, senador estadounidense, en junio de 2019 (Erin Schaff/The New York Times)
Chuck Schumer, senador estadounidense, en junio de 2019 (Erin Schaff/The New York Times)

Integrantes de la secta Nxivm lograron conseguir información bancaria confidencial de jueces, periodistas, funcionarios y otras personas que habían criticado al grupo, testificó un agente especial del Buró Federal de Investigaciones (FBI) el 13 de junio.

Al subir al estrado durante el juicio por los cargos de crimen organizado y tráfico sexual del líder de Nxivm, Keith Raniere, el agente dijo que el FBI había decomisado carpetas que contenían supuesta información financiera de figuras públicas y críticos del grupo como parte de una investigación sobre sus actividades.

Entre aquellas personas cuyos nombres aparecieron en las carpetas se encuentran el senador Chuck Schumer; el entonces fiscal general del estado de Nueva York, Eliot Spitzer; el líder de la mayoría en el senado estatal, Joseph L. Bruno, y el fiscal de distrito del condado de Albany, David Soares.

El agente, Michael Weniger, testificó que la mayoría del material financiero que integrantes de Nxivm obtuvieron era impreciso, pero que parecía que tenían un esfuerzo genuino por recolectar información.

Además, Weniger dijo que integrantes del grupo a veces usaban un código cuando se comunicaban sobre la recopilación de información, daban seguimiento a exintegrantes y en ocasiones creían que ellos mismos eran monitoreados.

"Había un cierto grado de paranoia", dijo.

El testimonio de Weniger, el testigo final del gobierno en el juicio de seis semanas de Raniere, pareció diseñado para enfatizar la naturaleza insular de Nxivm y qué tan lejos estaban dispuestos a ir sus integrantes para socavar a quienes habían percibido como hostiles.

La actriz Allison Mack, de la serie “Smallville”, fuera de la corte de Nueva York, el 8 de abril de 2019 (Jefferson Siegel/The New York Times)
La actriz Allison Mack, de la serie “Smallville”, fuera de la corte de Nueva York, el 8 de abril de 2019 (Jefferson Siegel/The New York Times)

Anteriormente en el juicio, una testigo que identificada solo como Daniela afirmó que ella hackeó computadoras bajo la dirección de Raniere, quien era conocido como Vanguardia, y una integrante de alto rango de Nxivm llamada Kristin Keefe.

También dijo que el grupo intentó obtener información personal y registros bancarios de personas en una "lista de enemigos" que los integrantes creían que estaban decididas a destruir a Nxivm.

Raniere, de 58 años, cofundó Nxivm (se pronuncia [né-xi-um]) en la década de los noventa como una organización de autoayuda con sede cerca de Albany, Nueva York. Ahora enfrenta el juicio por los cargos de crimen organizado, suplantación de identidad, extorsión, trabajo forzado, lavado de dinero, fraude electrónico y tráfico sexual.

Aunque se presentó como un humanitario similar a un gurú, los fiscales han dicho que Raniere se aprovechó y subyugó a quienes lo seguían. Hay personas que han testificado que incluso él formó un tipo de harén.

Algunas mujeres, quienes habían entregado fotos y cartas comprometedoras que no querían que se hicieran públicas, eran tratadas como esclavas, marcadas con un símbolo que contenía sus iniciales y eran asignadas a sostener relaciones sexuales con él, han testificado exmiembros.

Weniger dijo que la caja de documentos fue encontrada cuando agentes del FBI cumplieron una orden de allanamiento en el hogar de la cofundadora de Nxivm, Nancy Salzman, quien era conocida como Prefecta.

Eliot Spitzer, exfiscal general de Nueva York, en 2013 (Richard Perry/The New York Times)
Eliot Spitzer, exfiscal general de Nueva York, en 2013 (Richard Perry/The New York Times)

Entre las personas cuyos nombres aparecieron en carpetas dentro de la caja se encontraban periodistas del Albany Times Union, que había publicado historias de investigación sobre Nxivm y jueces federales que habían presidido casos que involucraban al grupo.

También aparecía un experto en sectas llamado Rick Ross; el operador político Roger Stone, que Weniger dijo que había trabajado para Nxivm; una exestudiante de Nxivm, Kristin Snyder, que se supone murió en Alaska, y el magnate de los licores Edgar M. Bronfman Sr., cuya hija Clare Bronfman era una integrante de alto rango de Nxivm.

Después de hallar los documentos, el FBI obtuvo órdenes de allanamiento para direcciones de correo electrónico pertenecientes a Keeffe y a Emiliano Salinas, un miembro de Nxivm cuyo padre, Carlos Salinas de Gortari, fue presidente de México.

Los mensajes de correo electrónico mostraron que Clare Bronfman pagó a una firma de investigaciones canadiense llamada Canaprobe, que era propiedad de Richard Marier, para obtener nombres de bancos donde las personas investigadas tenían cuentas, así como lo que parecían ser números de cuentas y, en algunos casos, las cantidades que habían sido depositadas.

Entonces, los mensajes mostraron, Keeffe reenvió parte de ese material a Salinas, que lo mandó a un hombre en México que al parecer trabajaba para un fondo de capital de inversión. Ese hombre envió la información a un investigador privado en Nueva York que intentó verificar la información de Canaprobe, dijo Weniger.

El intercambio de algunos correos indica que Raniere sabía sobre la investigación.

"Los correos reflejan que el acusado estaba consciente de Marier", dijo Weniger. "Él habló específicamente con Kristin Keefe sobre la relación que Nxivm tenía con Canaprobe".

Weniger testificó que Clare Bronfman pagó a Canaprobe "más de 400.000 dólares".

En cierto momento, dijo, parece que Nxivm envió a investigadores a Cayo Hueso y Palm Springs para buscar a Snyder, la exestudiante de Nxivm que desapareció en Alaska y fue dada por muerta.

Snyder escribió una nota en la que dice que le habían "lavado el cerebro", de acuerdo con el Albany Times Union y se cree que su kayak se volcó de manera intencional en las aguas heladas de bahía Resurrección. Sin embargo, Raniere cree que la noticia de su muerte fue una conspiración para crear "publicidad negativa", de acuerdo con un testimonio previo en el juicio.

La hostilidad hacia Clare Bronfman, quien era la directora ejecutiva de la compañía Seagram, parecía ser originada por el hecho de que apareció una cita en una historia en la revista Forbes en 2003 en la que decía que pensaba que Nxivm era una secta.

Él hizo críticas similares en un correo electrónico a Clare Bronfman ese mismo año, al indicar que Nxivm empleó prácticas para "ganar el control" de la gente. "Un grupo liderado por dos personas que se llaman a sí mismas Vanguardia y Prefecta ciertamente suena como una secta", escribió.

* Copyright: 2019 The New York Times News Service