Estados Unidos confirma los primeros reinfectados por COVID-19

Un joven de 25 años en Nevada y un hombre de 42 años en Virginia atraviesan un segundo proceso de COVID-19. Las pruebas genéticas muestran que ambos tenían dos cepas ligeramente diferentes del virus, lo que sugiere que contrajeron la infección dos veces

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Un médico revisa pacientes COVID-19 en la Unidad de Terapia Intensiva, en un Hospital de la Provincia de Buenos Aires (Argentina). EFE/Juan Ignacio Roncoroni/Archivo
Un médico revisa pacientes COVID-19 en la Unidad de Terapia Intensiva, en un Hospital de la Provincia de Buenos Aires (Argentina). EFE/Juan Ignacio Roncoroni/Archivo

La recuperación de COVID-19 está asociada con la producción de anticuerpos anti-SARS-CoV-2, pero no se sabe si confieren inmunidad. La infección por el coronavirus conduce a una respuesta inmunitaria detectable, pero no se comprende bien la susceptibilidad de las personas previamente infectadas a la reinfección. La infección por SARS-CoV-2 da como resultado la generación de anticuerpos neutralizantes en los pacientes. Sin embargo, aún no se ha dilucidado el grado en el que esta respuesta inmune indica una inmunidad protectora a la infección posterior.

En estudios de inmunidad a otros coronavirus la pérdida de inmunidad puede ocurrir entre 1 y 3 años. Los casos de enfermedad primaria debida a una infección seguida de una otra secundaria discreta o con el mismo agente biológico pueden determinarse mejor como eventos de infección distintos mediante el análisis genético de los agentes asociados con cada evento de enfermedad. Se han publicado informes de eventos de infección secundaria con SARS-CoV-2 desde Hong Kong, Holanda y Bélgica y Ecuador.

Se acaba de anunciar, en tanto la ocurrencia de dos primeros casos documentados de reinfección por COVID-19, un tercer caso en Estados Unidos, en un hombre de 60 años en Washington, pero aún no se cuentan con los detalles médicos precisos.

Estados Unidos confirmó casos de reinfectados por COVID-19 (Shutterstock)
Estados Unidos confirmó casos de reinfectados por COVID-19 (Shutterstock)

Hasta el momento, los inmunólogos no se habían preocupado demasiado por estas reinfecciones porque la mayoría de ellas fueron más leves que la primera, lo que indicaría que el sistema inmunológico estuvo haciendo su trabajo y luchando contra el virus cuando el cuerpo lo reconoce por segunda vez.

Sin embargo, a diferencia de la mayoría de esos casos, los hombres en Reno, NV y Virginia, y un hombre de 46 años en Ecuador, tuvieron síntomas más severos durante sus segundas infecciones, lo que podría complicar el desarrollo y despliegue de vacunas efectivas.

Sobre Nevada

Se contempla la idea de que de alguna manera el virus se quedó adormecido en su cuerpo durante algunas semanas y luego se activó nuevamente (EFE/EPA/RAMON VAN FLYMEN)
Se contempla la idea de que de alguna manera el virus se quedó adormecido en su cuerpo durante algunas semanas y luego se activó nuevamente (EFE/EPA/RAMON VAN FLYMEN)

Un estudio publicado en The Lancet hace foco en el paciente masculino de 25 años que era residente del condado de Washoe en el estado estadounidense de Nevada. El sujeto se presentó a un evento de prueba comunitario realizado por el Distrito de Salud del Condado el 18 de abril. Tenía síntomas consistentes con una infección viral (dolor de garganta, tos, dolor de cabeza, náuseas y diarrea), que había comenzado el 25 de marzo. No tenía antecedentes de condiciones subyacentes clínicamente significativas y no se identificaron indicios de inmunidad comprometida.

Durante el aislamiento, los síntomas del paciente se resolvieron y continuó sintiéndose bien hasta el 28 de mayo. El 31, el paciente buscó atención en un centro de atención de urgencia con fiebre, dolor de cabeza, mareos, tos, náuseas y diarrea, momento en el que se realizó una radiografía de tórax y fue dado de alta. 5 días después, se presentó a un médico de atención primaria y se encontró que estaba hipóxico con dificultad para respirar. Se le indicó que acudiera al servicio de urgencias tras recibir oxígeno. Mostró una mayor gravedad de los síntomas en su segunda infección.

“Los mecanismos que podrían explicar una infección secundaria más grave solo se pueden especular -indicó el profesional líder de este estudio, Richard L. Tillett, del Instituto de Medicina Personalizada la Universidad de Nevada.-. Primero, una dosis muy alta de virus podría haber llevado a la segunda instancia de infección e inducido una enfermedad más grave. En segundo lugar, es posible que la reinfección fuera causada por una versión del virus más virulenta, o más intensa en el contexto de este paciente. En tercer lugar, la causa podría ser un mecanismo de potenciación dependiente de anticuerpos, un medio por el cual células inmunes que portan Fc específicas se infectan con virus al unirse a anticuerpos específicos. Este mecanismo se ha visto previamente con el betacoronavirus causante del síndrome respiratorio agudo severo”.

COVID-19, el regreso

La gravedad de los síntomas que experimentaron los hombres la segunda vez estaban relacionados con el virus o con la reacción de sus sistemas inmunitarios (REUTERS)
La gravedad de los síntomas que experimentaron los hombres la segunda vez estaban relacionados con el virus o con la reacción de sus sistemas inmunitarios (REUTERS)

Un sujeto de Virginia, proveedor militar de servicios médicos, se infectó la primera vez en su trabajo. Dio positivo a finales de marzo. Experimentó tos, fiebre y dolores corporales. Se recuperó después de 10 días. Así permaneció por casi 2 meses. Sin embargo, a fines de mayo, un miembro de su familia contrajo COVID-19 y luego se contagió nuevamente. Sus síntomas fueron fiebre, tos, dificultad para respirar y malestar estomacal. Una radiografía de tórax confirmó una neumonía. Sus síntomas fueron más graves la segunda vez.

Entre las posibilidades que analizan los expertos se contempla la idea de que de alguna manera el virus se quedó adormecido en su cuerpo durante algunas semanas y luego se activó nuevamente. Los autores del estudio que analizó su desarrollo, desestiman esta probabilidad, porque, dicen “significaría que el virus está cambiando a un ritmo mucho más rápido de lo que se ha visto hasta ahora”.

Tampoco pueden aseverar si la gravedad de los síntomas que experimentaron los hombres la segunda vez estaban relacionados con el virus o con la reacción de sus sistemas inmunitarios. ¿Estaban más enfermos porque soportaron una dosis mayor del virus? ¿Hubo algo en los cambios genéticos del virus algo que lo hizo más dañino? ¿O podrían sus primeras infecciones por COVID-19 haber preparado de alguna manera su sistema inmunológico de un modo incorrecto, lo que provocó infecciones más graves la segunda vez?

Este es un terreno en el que los científicos están caminando aún entre tinieblas, aunque intentan apresurarse a comprender qué significa reinfección y qué tan común puede ser. Si ocurre con frecuencia, eso podría complicar los esfuerzos para alcanzar un nivel de protección comunitaria, la mentada inmunidad colectiva. Es posible que las vacunas deban ajustarse para mantenerse al día con el virus a medida que evoluciona, y las personas pueden necesitar refuerzos regulares para mantener su protección. Algo similar a lo que se experimenta anualmente con la vacuna para la gripe.

“Necesitamos más investigación para comprender cuánto tiempo puede durar la inmunidad para las personas expuestas al SARS-CoV-2 y por qué algunas de estas segundas infecciones, aunque raras, se presentan como más graves -dijo Mark Pandori en un comunicado oficial luego de la publicación de su investigación-. Hasta ahora, solo hemos visto un puñado de casos de reinfección, pero eso no significa que no haya más, especialmente porque muchos casos son asintomáticos. En este momento, solo podemos especular sobre la causa de la reinfección”.

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