Coronavirus: a qué distancia deberían permanecer las personas en un parque para no contagiarse

Una nueva investigación elaborada por la Universidad de Nicosia, en Chipre, reveló que al aire libre los fluidos de la saliva viajan a mayor velocidad, por lo que sería mayor la posibilidad de infectarse

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Un parque en San Francisco, California (EFE)
Un parque en San Francisco, California (EFE)

Son varios los países de Europa que ya han comenzado a flexibilizar el aislamiento social preventivo y obligatorio debido a que el pico de contagios del virus en lugares como Italia y España disminuyó significativamente. Sin embargo, a pesar de que el nivel de contagios y fallecidos empezó a reducirse, las medidas preventivas se deben seguir implementando.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda un mínimo de un metro de separación entre persona y persona para mantener la distancia social, mientras que los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC) dicen que hay que respetar al menos dos metros de distancia para prevenir el contagio con las gotitas y evitar la infección que se produce por vía respiratoria.

Lo cierto es que el distanciamiento forma parte de las prácticas que han sido implementadas por las autoridades para contener la propagación de enfermedades contagiosas. Las medidas están dirigidas a tratar de reducir la cantidad de virus que se están propagando, y finalmente proteger a los más vulnerables, entre ellos los adultos mayores y la gente con sistemas inmunológicos débiles.

Ante es nuevo panorama, son muchos los habitantes que ya salieron de sus hogares para disfrutar del aire libre. En este contexto, las autoridades de distintas ciudades que buscan seguir manteniendo la distancia social para prevenir los contagios y no volver a dar marcha atrás establecieron distintos protocolos para sus parques. ¿Cómo lo hicieron? Pintando círculos blancos en el pasto con poco menos de dos metros de distancia entre cada uno.

¿Esa distancia es suficiente? Un estudio realizado por la Universidad de Nicosia en Chipre, publicado en la revista Physics of Fluid, reveló que mantener una distancia de dos metros es una medida acertada siempre y cuando no haya viento, ya que a velocidades más altas de 4 km por hora a 15 km por hora, la distancia de penetración de gotas alcanza los 6 metros en aproximadamente casi seis segundos o dos segundos en caso de aumento de vientos.

Es vital mantener la distancia social (REUTERS)
Es vital mantener la distancia social (REUTERS)

Con el objetivo de examinar cómo viaja la saliva por el aire, crearon una simulación por computadora que analiza cómo cada gota de saliva, grande y pequeña, se mueve por el aire después de que una persona tose. Como primeros resultados, observaron que cerca de 3.000 gotas son expulsadas de la tos, y que muchas de ellas se dispersan en diferentes direcciones.

Por otro lado, de un estornudo, se pueden expulsar hasta 40,000 gotas. Muchos factores pueden intervenir la forma en que las gotas viajan por el aire, incluido el tamaño y la cantidad de gotas, la humedad y la forma en que se evaporan. “El propósito de la simulación y modelado matemático es tener en cuenta todos los mecanismos reales de acoplamiento o interacción que pueden tener lugar entre el flujo de fluido a granel principal y las gotitas de saliva, y entre las mismas gotitas de saliva", explicó Talib Dbouk, investigador principal del Instituto de Investigación de Defensa y Seguridad de la Universidad de Nicosia.

El modelo ejecutó diferentes ecuaciones con respecto a qué tan lejos y qué tan rápido pueden viajar 1.008 gotas de saliva. Los resultados mostraron que, incluso con la más mínima brisa de 4 km por hora, la saliva puede viajar 18 pies, lo que se traduce en una longitud de tres refrigeradores, uno al lado del otro, en cinco segundos.

Los empleados de un restaurante miden la distancia entra las mesas de una terraza para cumplir con las normas de distanciamiento social durante el brote de la enfermedad del nuevo coronavirus (COVID-19) en la Plaza Mayor de Madrid, España (REUTERS)
Los empleados de un restaurante miden la distancia entra las mesas de una terraza para cumplir con las normas de distanciamiento social durante el brote de la enfermedad del nuevo coronavirus (COVID-19) en la Plaza Mayor de Madrid, España (REUTERS)

“La nube de gotas afectará tanto a adultos como a niños de diferentes alturas. Los adultos y los niños más bajos podrían estar en mayor riesgo si se encuentran dentro de la trayectoria de las gotas de saliva que viajan”, explicó el Dimitris Draikakis, profesor de la Facultad de Medicina y de la Facultad de Ciencias e Ingeniería de la Universidad de Nicosia.

Para futuras investigaciones, el equipo planea estudiar cómo otras cosas afectan la saliva que viaja por el aire, como la temperatura de la superficie del suelo y el aire acondicionado.

"Este trabajo es vital, ya que se refiere a pautas de distancia de salud y seguridad, avanza la comprensión de la propagación y transmisión de enfermedades transmitidas por el aire y ayuda a formar medidas de precaución basadas en resultados científicos", dijo Drikakis.

El parque Ralambshov en medio de la pandemia de coronavirus, en Estocolomo, Suecia  (REUTERS)
El parque Ralambshov en medio de la pandemia de coronavirus, en Estocolomo, Suecia (REUTERS)

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