Perspectivas del cobre, ¿qué se puede esperar del metal rojo?

Por el lado de la demanda, este año se espera que el consumo mundial de cobre experimente un aumento de 2.5%.

Compartir
Compartir articulo
El proyecto minero Quellaveco es la mayor inversión minera en el Perú y uno de los cinco yacimientos de cobre más grandes del mundo.
El proyecto minero Quellaveco es la mayor inversión minera en el Perú y uno de los cinco yacimientos de cobre más grandes del mundo.

A pesar de la desaceleración de la actividad económica pronosticada por agentes del mercado y analistas para el 2023 en la mayoría de los países, sumado al temor de caer en recesión, el cobre es uno de los commodities mineros que mantiene sólidos fundamentos que hacen pensar en un downside, o riesgo a la baja, acotado. Son tres factores que están dando soporte al precio de este metal en el corto plazo: los niveles bajos de inventarios, la aceleración de crecimiento de China y los problemas en la oferta. ¿Cómo van las expectativas de demanda y producción del metal rojo en los siguientes meses?

Por el lado de la demanda, este año se espera que el consumo mundial de cobre experimente un aumento de 2.5%. En el caso de China, que consume la mitad del cobre producido del planeta, la expectativa del mercado es de una expansión de 3%, más de lo que creció en el 2022. Esto se explica básicamente por la eliminación de restricciones que impuso el gobierno chino por su política “covid cero”, un mejor desempeño de los sectores construcción e inmobiliario y la inversión en la expansión de la red eléctrica nacional, con énfasis en energías renovables no convencionales (eólicas y solares, principalmente).

En Estados Unidos, donde la FED viene realizando un fuerte retiro de estímulo monetario, el mercado espera una expansión de su demanda de 1%, cuando hace unos meses se esperaba en el mejor de los casos un nivel similar de demanda al de 2022. En la misma línea, en Europa, donde se esperaba una contracción en su consumo de cobre principalmente impactada negativamente por la crisis energética, ahora el mercado ha mejorado sus previsiones y espera una demanda estable.

Por el lado de la producción de cobre, el mercado espera un crecimiento de 3%, alineado con los ingresos en operación de nuevas minas y el aumento progresivo de producción de operaciones que iniciaron producción entre 2021 y 2022 (ramp-up). Se espera un incremento en la producción tanto de Chile como de Perú, los dos países más importantes en este sector (representan 35% de la producción mundial de cobre).

En el caso de Chile, se espera una expansión de la producción liderada por recuperación en producción de Escondida y las operaciones de Codelco, y la producción proveniente de Quebrada Blanca 2. Sin embargo, la recuperación de la producción no está exenta de problemas, como se pudo observar en 2022 en Codelco, cuya producción cayó 10%, y donde la mayor parte de la reducción de su producción fue causada por problemas técnicos y eventos climáticos.

De otro lado, en el caso de Perú, la expansión de la producción en 2023 vendrá explicada principalmente por Quellaveco, que empezó producción en el segundo semestre de 2022 y que se encuentra en proceso de lograr plena capacidad productiva. Particularmente, se espera que Quellaveco produzca más de 250 mil toneladas métricas (TM) de cobre en 2023, superior a las 94 mil TM que registró en 2022. Ciertamente, de no ceder las protestas sociales en el sur del país, donde se produce la mayor parte del cobre, se puede generar una menor producción en el mercado.

Fuera de Sudamérica, se espera que la producción de países africanos como la República Democrática del Congo y Zambia continúen aumentando su producción. En el caso particular de República Democrática del Congo, se espera que Kamoa Kakula pueda entregar producción adicional de 80 mil TM de cobre en 2023 y otras 60 mil TM adicionales en 2024. Dicho sea de paso, la producción de ambos países ahora representa el 15% de la producción mundial en mina, cuando hace 5 años era del 11%.

Tomando en cuenta que se espera una oferta con mayor crecimiento que la demanda, el superávit esperado es bastante pequeño (entre 50 mil y 70 mil TM de cobre). Si a este hecho, sumamos que los inventarios de cobre en los principales almacenes se encuentran en niveles históricamente bajos (los inventarios de cobre representan 3.5 días de consumo, cuando normalmente son 10), no sorprende que el mercado no sea tan pesimista con respecto al cobre: hoy esperan un precio alrededor entre USD 8,600 y USD 8,800 por TM.

Ciertamente, a pesar del entorno macroeconómico más complicado que se observa a nivel mundial, las perspectivas de mediano plazo para el cobre no han cambiado. El mundo requiere más metales para atender el crecimiento poblacional y el crecimiento de las ciudades, y para incrementar la electrificación y descarbonizar la economía. El reto es grande, más aún cuando después de 2025 no hay aumentos importantes en producción de cobre en el horizonte.

Omar Avellaneda
Omar Avellaneda