Paradojas norteamericanas

Puede ser que EEUU tenga un gobierno más progresista pero que, al propio tiempo, avancen, de la mano de la Corte Suprema de Justicia, ideas más conservadoras

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Donald Trump y Joe Biden (REUTERS/File Photo)
Donald Trump y Joe Biden (REUTERS/File Photo)

En los EEUU puede darse una circunstancia muy excepcional.

Que el país tenga un gobierno más progresista pero que, al propio tiempo, avancen, de la mano de la Corte Suprema de Justicia, ideas más conservadoras.

El Senado aprobó el pliego de la jueza Amy Coney Barrett para integrar la Suprema Corte de Justicia, determinando así, por mucho tiempo, una mayoría conservadora de seis contra tres.

Durante el mandato de Trump, que termina el próximo 20 de enero, los republicanos nombraron tres miembros de la Corte Suprema,163 jueces de distrito y 53 magistrados de segunda instancia, en un avance pocas veces visto en un solo mandato presidencial.

La nueva Corte podría tener importancia decisiva si hay dificultades en el conteo de las elecciones venideras.

El próximo 3 de noviembre se realizarán las elecciones nacionales para elegir presidente y vicepresidente, 35 senadores y 435 representantes (diputados).

Simultáneamente tendrán lugar numerosas elecciones locales.

El presidente y vicepresidente se eligen en forma indirecta y por Colegio Electoral; en cambio, los senadores y representantes, en forma directa: los primeros por cada Estado y los segundos por el sistema de circunscripciones.

Los senadores permanecen seis años en su cargo y se renuevan por tercios cada dos. Los representantes duran dos años y en consecuencia la totalidad de la Cámara se elige en cada comicio.

Un dato a tener en cuenta en esta elección es la gran cantidad de votantes que están sufragando por adelantado y por correo.

De continuar en este ritmo, podrían batirse todos los récords históricos.

Al ser la nominación de presidente y vicepresidente por sistema indirecto y tener la mayoría de los Estados un comportamiento constante de apoyo a un partido, es fundamental analizar los pronósticos en los Estados “cambiantes” (swing states).

Estos son Arizona, Florida, Michigan, North Carolina, Ohio, Pennsylvania y Wisconsin. Actualmente, según el promedio de encuestas de Real Clear Politics, la fórmula Joe Biden-Kamala Harris gana en todos, salvo Ohio.

En todos estos Estados se observa mucha presencia joven en el voto anticipado, lo cual es una buena noticia para los demócratas.

Conviene recordar que el voto es voluntario y, en consecuencia, hay un trabajo militante para llevar al acto comicial a los sectores más reacios, las minorías, los ancianos y los jóvenes.

Para que un binomio sea declarado ganador, necesita tener el apoyo de al menos 270 electores, es decir la mitad más uno de los miembros de ese cuerpo colegiado.

Venimos sosteniendo desde el pasado mes de julio, que el 20 de enero del 2021 Joe Biden será el nuevo inquilino de la Casa Blanca.

La crisis económica, la mortandad producida por la pandemia y algunos errores no forzados de Donald Trump (imprudentes declaraciones sobre la pandemia, los conflictos raciales y los veteranos de guerra) harán que por quinta vez en toda la historia de ese país un presidente no sea reelegido.

Un tema que será, en el futuro, motivo de muchos disgustos para el actual presidente y que también lo ha golpeado en la campaña, es el de sus declaraciones de impuestos.

El autor fue ministro de Relaciones Exteriores de la Nación