¿Es cierto que Trump reaccionó tarde frente a la coronavirus?

Los informes negativos y subjetivos de los medios de comunicación históricamente enfrentados con el presidente Donald Trump sugieren que el gobierno federal norteamericano no supo actuar oportunamente frente a la pandemia, voces que son repetidas en nuestro país casi al unisono.

Pero los datos objetivos no muestran lo mismo.

El Centro de control de enfermedades (CDC) ya en enero 11 emitió un comunicado informando de la situación en Wuhan y sugirió que no se viaje a esa localidad ni cercanas. Ocurrió mientras la OMS, sostenida mayoritariamente por el aporte económico de Estados Unidos -pero ideológicamente en contra- decía que el virus era de escasa transmisión entre humanos.

A los pocos días se empezaron a testear la temperatura de los pasajeros de vuelos provenientes de China en los aeropuertos internacionales de Estados Unidos, aun cuando el país no contaba con infectados.

Y el 31 de enero, con 7 casos de infectados y ningún fallecido, el Poder Ejecutivo emitió una orden de cerrar el espacio aéreo a China. Medida que fue criticada por la mayoría demócrata mediante comunicados tildando al presidente de xenófobo y discriminador.

Durante todo febrero, mientras se construían hospitales en tiempo récord y se compraban insumos y el equipamiento médico necesario, se sugirió a los Gobernadores que consideraran las medidas de mitigación que les parecieran apropiadas dependiendo de la variada y diferente situación de los 50 estados americanos.

Algunos adoptaron medidas a tiempo, otros como Nueva York gobernado por el demócrata Andrew Cuomo, aparentemente llegaron tarde y se convirtieron luego en el centro de la pandemia.

Era de prever que los centros urbanos de Estados Unidos, algunos entre los sitios más visitados del mundo, iban a recibir golpes similares a los de los centros turísticos poblados de Europa. Solo 65.000.000 de personas visitan Nueva York anualmente. A modo de comparación, Argentina, en Buenos Aires, recibe a 3.000.000 de visitantes extranjeros.

Aunque los números de infectados de los Estados Unidos parecieran mayores, dado a que se testea a 115.000 habitantes por día, los de fallecidos, si bien muy altos, no llegan a un cuarto de los de los países afectados de Europa cada millón de habitantes. Algo funcionó mejor en los Estados Unidos y seguramente se deba a la reacción supuestamente xenófoba del presidente Trump el 31 de enero de cerrar el espacio aéreo a China y la de principios de marzo a toda Europa.

Estados Unidos ahora se encuentra planeando el después del pico de la pandemia, para que la economía golpeada y cerrada artificialmente debido al COVID-19, vuelva en poco tiempo a ser la más próspera de los últimos 60 años, tal como lo era tan solo hace dos meses.

El autor es doctor en Ciencias Penales, ex fiscal, ex Miembro de la Republican Presidencial Task Force (2005-2008) de Estados Unidos.