Estados Unidos anunció este miércoles la imposición de sanciones a 12 individuos vinculados a las tácticas represivas y violentas empleadas por el régimen de Irán tras la ola de las manifestaciones que se desataron, tanto a nivel nacional como internacional, después de la muerte de Mahsa Amini.
Las sanciones de este día se enfocan en miembros del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica, funcionarios de la Organización de Prisiones de Irán y aquellos responsables de llevar a cabo operaciones letales fuera del país.
El Departamento de Estado informó que Estados Unidos tomó estas medidas en coordinación con Australia y Canadá, que también aplicaron nuevas sanciones esta semana contra los responsables de abusos de los derechos humanos en Irán.
Varios de los individuos sancionados, cuya identidad no ha sido revelada, están implicados en violaciones de los derechos humanos, así como en actos vinculados a la muerte y represión violenta de prisioneros que protestaban por sus condiciones. También se les acusa del uso de la tortura y agresiones sexuales contra los detenidos.
Se les responsabiliza además por la negación de atención médica a prisioneros políticos y por el secuestro de opositores al régimen en el extranjero.
“En los dos años transcurridos desde el asesinato sin sentido de Mahsa Zhina Amini bajo custodia de la llamada Policía de la Moralidad de Irán, el régimen iraní ha seguido violando sistemáticamente los derechos humanos del pueblo iraní”, señala el comunicado del Departamento de Estado.
Amini, de 22 años, fue arrestada y golpeada por la policía religiosa en Teherán el 13 de septiembre de 2022 y murió bajo custodia solo tres días después.
El arresto y fallecimiento de la joven iraní “por desafiar las leyes obligatorias del régimen sobre el hijab”, según indica el comunicado, desataron un movimiento nacional y el lema: “Mujer, vida, libertad”.
La ONU denunció un aumento en la represión contra las mujeres en Irán a dos años de la muerte de Mahsa Amini. En un informe actualizado, señaló que las fuerzas de seguridad han intensificado sus patrones habituales de violencia física, que incluyen golpizas, patadas y bofetadas, dirigidas a quienes consideran que incumplen las normas del velo o hiyab.
Además, el informe alertó sobre el creciente número de sentencias de muerte impuestas a mujeres activistas, incluidas aquellas pertenecientes a minorías étnicas y religiosas en el país.
“El Gobierno iraní respondió a este movimiento con una represión brutal, que incluyó asesinatos, torturas, violencia sexual y otros actos de represión. Estados Unidos sigue comprometido a exponer y sancionar a los funcionarios iraníes responsables de abusos de los derechos humanos”, subrayó el comunicado.
(Con información de EFE)