A una semana del ataque en Moscú, Rusia arrestó a tres sospechosos que planeaban un nuevo atentado en el sur del país

“Planeaban cometer un acto terrorista haciendo estallar un artefacto en un lugar público en la región de Stavropol”, dijo la agencia de seguridad FSB

FOTO DE ARCHIVO de un agente de policía en Stavrapol, en el sur del país (REUTERS/Eduard Korniyenko)

Las autoridades rusas dijeron el viernes que habían arrestado a tres personas que planeaban un ataque en el sur del país, una semana después de que el asalto a una sala de conciertos de Moscú matara al menos a 144 personas.

La agencia de seguridad FSB dijo que había “puesto fin a las actividades terroristas de tres ciudadanos de un país de Asia Central”, informaron las agencias de noticias rusas.

Los tres sospechosos “planeaban cometer un acto terrorista haciendo estallar un artefacto en un lugar público en la región de Stavropol”, añadió.

La televisión rusa mostró imágenes de varios hombres inmovilizados en el suelo por agentes del FSB.

En la casa de uno de los sospechosos se encontraron los ingredientes de un artefacto explosivo improvisado (IED) y sustancias químicas, según la agencia de noticias RIA Novosti.

La región de Stavropol se encuentra en la región del Cáucaso Norte, en el sur de Rusia, y limita con Daguestán y Chechenia, entre otras.

El anuncio se produjo una semana después de la masacre en la sala de conciertos Crocus City, en las afueras de Moscú, que se cobró al menos 144 vidas.

Una semana después, el Kremlin reconoció que “islamistas radicales” llevaron a cabo la matanza y arrestó a 12 personas, incluidos los cuatro presuntos atacantes de Tayikistán.

Nueve de las 12 personas ya han sido enviadas a prisión preventiva, pero no ha habido información actualizada sobre las otras tres (Moscow City Court's Press Office/Handout via REUTERS)

Pero ha dirigido gran parte de su ira contra su archienemigo Ucrania, insistiendo en que Kiev estuvo íntimamente involucrado en el ataque, sin proporcionar pruebas. Kiev y sus aliados occidentales han desestimado las acusaciones por considerarlas absurdas.

Y Estados Unidos ha señalado que semanas antes del ataque del viernes pasado había emitido una advertencia de que los extremistas planeaban atacar reuniones masivas, incluidos conciertos, en Rusia.

Sin embargo, el Kremlin ha expresado plena confianza en sus servicios de seguridad, a pesar de las críticas por su incapacidad para frustrar el ataque.

El viernes temprano, un tribunal ruso ordenó la prisión preventiva de otro sospechoso del ataque de la semana pasada. Nueve de las 12 personas ya han sido enviadas a prisión preventiva, pero no ha habido información actualizada sobre las otras tres.

El grupo Estado Islámico (EI) se ha atribuido en repetidas ocasiones la responsabilidad del ataque, el más mortífero en suelo europeo. Pero el presidente ruso Vladimir Putin ha alegado una conexión entre Ucrania y Occidente.

El Comité de Investigación de Rusia ha dicho que tiene pruebas de que “nacionalistas ucranianos” estaban detrás del ataque y habían financiado a los pistoleros con pagos en criptomonedas desde Ucrania.

No proporcionó detalles de las acusaciones.

(Con información de AFP)