Reino Unido: los resultados de la moción de confianza son el inicio del final de Boris Johnson

La votación fue una victoria a medias. Conservadores y laboristas piensan en la sucesión, especulando cuánto tiempo es probable que el premier se aferre al poder tras el resultado del lunes

Compartir
Compartir articulo
"Este es el final para Boris Johnson", destacados conservadores sugieren que la salida del primer ministro es solo cuestión de tiempo.
"Este es el final para Boris Johnson", destacados conservadores sugieren que la salida del primer ministro es solo cuestión de tiempo.

Boris Johnson ha sobrevivido aunque nadie puede asegurar hasta cuándo. “Este es el final para Boris Johnson”, coinciden destacadas figuras políticas inglesas quienes sugieren que la salida del primer ministro es solo cuestión de tiempo. Los resultados obtenidos anoche alimentan las especulaciones sobre el futuro del premier británico, voces prominentes que adelantan un cierre de ciclo.

Conservadores y laboristas comparten que lo sucedido es aplastante para Johnson. El inquilino de Downing Street solo sorteó la moción de censura que le plantearon su propios parlamentarios, alarmados por el escándalo de las fiestas prohibidas durante la pandemia del coronavirus. Los votos dejaron a 211 parlamentarios, de un total de 359, apoyando la continuidad de Johnson. 148 votaron por su destitución, es decir que casi 4 de cada 10 diputados optaron por su salida del gobierno, un resultado que se interpreta como el comienzo de la salida del actual mandatario.

Los votos de apoyo corresponden a un 59% del total de los diputados ‘tories’ que conforman el partido, un resultado peor que el logrado por Theresa May en su moción de confianza interna en el año 2018. La entonces primera ministra logró un 63% de los apoyos, pero eso no evitó que debiera presentar su renuncia seis meses después.

Situacion similares debieron pasar otros ex líderes conservadores, como Margaret Thatcher o John Major, que soportaron rebeliones internas. Para todos ellos, la votación fue el principio del fin.

El exlíder conservador William Hague, recordó esta mañana que el primer ministro había experimentado un “mayor nivel de rechazo” que cualquiera de sus predecesores y que debería renunciar. “Si bien Johnson sobrevivió a la noche, el daño causado a su cargo de primer ministro es grave”, sostuvo Lord Hague al diario británico The Times.

Además, Johnson podría enfrentar otro voto de confianza en solo seis meses, si el principal comité conservador logra cambiar las reglas del plazo para un nuevo cuestionamiento, que actualmente es de doce meses, según adelantó un rebelde conservador de alto rango. Entre los que apuestan a contarle los días a Johnson, está el exministro y aspirante al liderazgo conservador Rory Stewart.

La desconfianza contra Johnson no tiene retorno. Las palabras y mentiras esgrimidas por el líder conservador no podrán ser borradas ni retractadas, luego de haberse publicado un duro informe que ha dejado a Johnson con el mayor nivel de rechazo público que cualquier otro líder haya podido soportar.

Sin embargo, minutos después de la votación, el primer ministro sostenía a la cadena BBC que el resultado era una “victoria” clave. Y agregaba: “Es un momento decisivo y concluyente. Es un resultado extremadamente positivo. Nos permite dejar atrás toda esta situación, y centrarnos en las cosas importantes, y en unir al partido”

Las reglas actuales del partido conservador estipulan que una vez que se lleva a cabo un voto de confianza y un líder obtiene suficiente apoyo para continuar, no enfrentará otra votación hasta dentro de un año. Sin embargo, Tobias Ellwood, quien votó en contra del primer ministro, dijo con respecto a cambiar las normas de la moción de censura: “Entiendo que eso es lo que el Comité de 1922 está buscando, deliberadamente por este motivo”. La regla podría cambiarse para que se pudiera realizar otra votación dentro de seis meses.

En tren de especular las maniobras para sobrellevar el impacto, todos anticipan concesiones de Johnson a los detractores. La gran pregunta con la que se están despertando los parlamentarios esta mañana es si Johnson intentará “comprar” a algunos de los rebeldes. Sería difícil ignorar a las 148 personas que con su voto le reclamaron que se retire del gobierno.

Otros adelantan una renovación de su gabinete. Despedir a varios de sus funcionarios e incluir a algunos de sus oponentes entre los suyos. Convencer o animar a algunos políticos de la izquierda centrista del partido desafiando a los de la derecha de las filas conservadoras.

El revuelo recién comienza y las especulaciones ya intentan develar el sucesor de Johnson. Al menos, media docena de candidatos se alistan para liderar a los conservadores, y asi llegar a Downing Street, tan pronto se termine el turno de Johnson.

Rishi Sunak, uno de los favoritos, sin embargo quedó involucrado en el escándalo por el “partygate”, situación que le restó posibilidades. Además, su mujer esta involucrada en una trama por cambiar su residencia fiscal para evitar pago de impuestos en Reino Unido.
Rishi Sunak, uno de los favoritos, sin embargo quedó involucrado en el escándalo por el “partygate”, situación que le restó posibilidades. Además, su mujer esta involucrada en una trama por cambiar su residencia fiscal para evitar pago de impuestos en Reino Unido.

Liz Tuss, Rishi Sunak, Nadhim Zahawi o Ben Wallace, miembros del ejecutivo ya han manifestado directa o indirectamente sus intenciones de sucederlo. Algunos críticos al premier como Jeremy Hunt, Tom Tugendhat, tambien integran la lista.

La responsable del Foreign Office ha hecho públicas sus intenciones. Liz Tuss es vista como una mujer fuerte que intenta imitar los modos y tiempos de Margaret Thatcher en el poder. Jugada en apoyar a Boris Johnson, responsable de parte de las negociaciones por el Brexit y tambien secretaria para la Igualdad y la Mujer, se espera escale posiciones en la línea sucesorias.

La figura más promisoria era la del secretario del Tesoro. Rishi Sunak, uno de los favoritos, sin embargo quedó involucrado en el escándalo por el “partygate”, situación que le restó posibilidades. Su popularidad tambien se vio lesionada por las filtraciones sobre la situación impositiva de su esposa, Akshata Murthy, hija de un multimillonario, y que utilizó un beneficio impositivo para no residentes y esta manera pagar menos al fisco inglés.

Otro en la lista, al menos de los cercanos a Johnson, es el actual secretario de Educación, Nadhim Zahawi, un pieza clave en el momento de administrar la llegada de vacunas contra el coronavirus, línea de reemplazo natural de los conservadores.

También se sube, Ben Wallace, un londinense de buena relación con Escocia. Actual secretario de Defensa británico, es ejecutor del envío de material bélico a Ucrania, además de su un decidido crítico de Vladimir Putin, lo que lo ha posicionado como el miembro del Gobierno mejor valorado (85% de aprobación) por las bases del partido, según la reciente encuesta de Conservative Home.

Más enfrentado a Johnson, esta Jeremy Hunt, uno de los máximos oponentes al actual primer ministro en el momento de presentarse para suceder a Theresa May, a quien acompañó como secretario de Exteriores, además de haber sido secretario de Salud con David Cameron. Hunt esta detrás de las maniobras destituyentes de Johnson.

Finalmente, Tom Tugendhat, responsable del Comité de Asuntos Exteriores del Parlamento, está considerado como una de las promesas del Partido Conservador, pese a ser novato en la politica. Un centrista dentro de los conservadores, gran crítico de la invasión rusa a Ucrania, pero con una mirada componedora del escenario internacional, en especial en la consideración hacia China y Arabia Saudí.

Desde esta mañana, Boris Johnson intenta saltar este “incidente” instando a su partido a unirse para seguir cumpliendo las prioridades del gobierno, como si sus pequeños problemas internos con los parlamentarios hubieran quedado atrás. Pero después de haber enfrentado a los rebeldes, con su autoridad sustancialmente debilitada, la pregunta es cómo rompe la división abierta entre sus socios.

Sin embargo, las especulaciones y el final de Boris Johnson no son solo apreciaciones británicas. ‘El comienzo de la muerte lenta de un líder’, dicen los periódicos estadounidenses sobre el voto de confianza de Johnson. En el New York Times, la editora adjunta de The Spectator, Katy Balls, adelanta la suerte del primer ministro, quien entiende, ha sufrido un “declive notable”.

“En la política británica, no existe tal cosa como la victoria en un voto de confianza”, concluye.