La India superó este jueves por primera vez la barrera de los 200.000 casos diarios de COVID-19. Este nuevo pico de contagios en esta segunda ola supera día tras día los récords previos en el país asiático. Mientras tanto, la campaña de vacunación avanza como única salida aparente a esta crisis.
En concreto se registraron 200.739 nuevos contagios en las últimas 24 horas, elevando el total desde el inicio de la pandemia a los 14 millones, lo que mantiene a la India como la segunda nación más afectada por detrás de Estados Unidos, que cuenta con 31 millones de contagios.
También superó en la última jornada el millar de muertes, con 1.038 fallecidos en las últimas 24 hrs, lo que dejó escenas de morgues abarrotadas y cadáveres en el exterior de los hospitales. Los espacios de cremación continúan sobresaturados en un país que ya contabiliza 173.123 fallecidos desde el inicio de la pandemia.
El Ministerio de Salud informó hoy en un comunicado de que para “evitar el pánico” sobre la disponibilidad de oxígeno en los centros sanitarios para tratar a los pacientes de coronavirus, se tomaron varias medidas que garantizarán su suministro en todo el país. Entre esas medidas anunció que se incrementó al 100 % la capacidad de producción de oxígeno, además de utilizar las reservas de las fábricas de acero, o facilitar el transporte entre las regiones menos afectadas a las más necesitadas.
Algunas regiones como la occidental Maharashtra, la más afectada de todas, impuso duras restricciones, cercanas al confinamiento total, habilitando solo el movimiento de ciertos grupos profesionales vistos como fundamentales.
PRUEBAS Y VACUNAS
Las autoridades continúan subrayando que una de las claves para tratar de controlar esta segunda ola, que se disparó desde los esperanzadores menos de 9.000 casos diarios en febrero, es incrementar las pruebas para detectar y aislar a los infectados.
Hasta ahora la India ha realizado unos 262 millones de test desde el inicio de la pandemia, 1,4 millones en la última jornada, algo que se ve insuficiente en ciudades como Nueva Delhi, dónde centros privados que hacían pruebas a domicilio en menos de 24 horas hace menos de un mes, ahora tienen listas de espera de hasta cuatro días.
Como la única salida a largo plazo de esta crisis sanitaria, se implementó la mayor campaña de vacunación del mundo, con más de 114 millones de dosis administradas desde su lanzamiento en enero, de las cuales 3,3 millones se suministraron en la última jornada.
Hasta ahora, la India fabrica y usa solo dos antídotos contra la covid: Covishield, del laboratorio británico-sueco AstraZeneca y la Universidad de Oxford, que se produce gracias a un acuerdo con el Instituto Serum de la India (SII); y la indígena Covaxin, del laboratorio indio Bharat Biotech.
A estas dos se sumará la vacuna rusa Sputnik V, que esta semana consiguió la aprobación para su uso de emergencia en la India y, además de ser la primera fórmula que podrá ser importada, se comenzará a manufacturar en el país a través de cinco fábricas con el objetivo de producir unas 850 millones de dosis por año.
”El Gobierno debe tomar medidas urgentes para impulsar la capacidad de fabricación de vacunas”, insistió en un comunicado la Red de Científicos de la India (AIPSN), al ver como insuficientes los recursos actuales.
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