La ira de los pescadores británicos por el Brexit: “El traidor Boris Johnson nos ha dado un golpe de gracia y no lo olvidaremos”

Se sienten defraudados por el acuerdo comercial que firmó el primer ministro con la Unión Europea, que mantiene el acceso de algunos barcos del bloque comunitario a las aguas del Reino Unido

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Un trabajador saca una red de sardinas en el puerto de Newlyn, que verá un impacto significativo en la industria pesquera como resultado del acuerdo con la Unión Europea post-Brexit, que se implementará a partir de 2021. REUTERS/Tom Nicholson
Un trabajador saca una red de sardinas en el puerto de Newlyn, que verá un impacto significativo en la industria pesquera como resultado del acuerdo con la Unión Europea post-Brexit, que se implementará a partir de 2021. REUTERS/Tom Nicholson

Para los pescadores de Inglaterra, el acuerdo comercial del Brexit firmado por el primer ministro británico, Boris Johnson, constituye una traición ya que mantiene el acceso de algunos barcos de la Unión Europea (UE) a las ricas aguas costeras del Reino Unido.

Johnson, quien dirigió la campaña a favor del Brexit en 2016, presentó el pacto alcanzado en Nochebuena como una forma de recuperar el control del destino del Reino Unido, lo cual incluye un “Estado costero independiente con pleno control” de sus aguas.

Pero en Newlyn, un antiguo puerto pesquero de Cornualles tan lejos de Londres como París, existe un sentimiento de ira por lo que se percibe como una carta blanca de Johnson para que los barcos de la UE sigan surcando la rica zona costera de pesca de 9-19 kilómetros náuticos.

“Boris el traidor nos ha dado un golpe de gracia y no lo olvidaremos”, declaró a la agencia de noticias Reuters Phil Mitchell, de 51 años, a bordo del barco Govenek de Ladram de 23 metros de eslora que capitanea. “Tuvimos la oportunidad de recuperar el control y la hemos dejado pasar”, aseguró.

Vista general del puerto de Newlyn. REUTERS/Tom Nicholson
Vista general del puerto de Newlyn. REUTERS/Tom Nicholson

“Estaban felices de utilizarnos para su campaña y cuando ha llegado el momento de dar el empujón, nosotros hemos sido los empujados y nos han tirado desde una gran altura”, añadió Mitchell, un partidario del Brexit que considera que se ha desperdiciado una oportunidad histórica una vez más por líderes que viven a 470 km de distancia en Londres.

Desde los barcos de Newlyn, el mayor puerto pesquero de Inglaterra por tonelaje desembarcado, hasta las casas de pescadores encaramadas sobre el puerto, el sentimiento de traición se extiende por todas partes.

La ira da una idea de las motivaciones de la tormentosa crisis del Brexit, que duró cinco años, y de los límites del acuerdo que Johnson ha tratado de imponer como nota final a los 48 años de relación del Reino Unido con la Unión Europea.

“Nos han vendido”, dijo David Stevens, capitán de 46 años del Crystal Sea, arrastrero de fondo de dos palangres de 24,5 metros de eslora. “Para nosotros el golpe más bajo es la continuidad del acceso de los buques de la UE dentro del límite de los 19 kilómetros”, continuó.

David Stevens. REUTERS/Tom Nicholson
David Stevens. REUTERS/Tom Nicholson

“El sector fue utilizado como un peón durante todo el camino, presentado como la razón para irse, y al final nos han tirado por la borda”, manifestó Stevens.

“Traición del Brexit”

La promesa de retomar el control de las aguas británicas ayudó a los partidarios del Brexit como Johnson a ganar el referéndum de 2016, en el que el 52% del Reino Unido votó a favor de la salida de la UE.

Para numerosos pescadores desde Cornualles a Escocia, la pertenencia a la UE y el declive de la pesca van de la mano. Un grupo mayoritario de este sector votó a favor del Brexit.

La flota pesquera del Reino Unido se ha reducido significativamente en los últimos 30 años, pasando de más de 11.000 barcos a menos de 6.000. Más de la mitad se construyó antes de 1991, en un país rodeado de mar que es importador neto de pescado.

Puerto de Newlyn. REUTERS/Tom Nicholson
Puerto de Newlyn. REUTERS/Tom Nicholson

Los pescadores de Newlyn afirman que fueron traicionados en 1973, cuando el entonces primer ministro conservador Edward Heath sumó al Reino Unido al proyecto europeo, y sostienen que también están siendo traicionados en el momento de la salida.

“En 1973, Ted Heath sacrificó la pesca para conseguir el acuerdo para entrar en Europa”, señaló Stevens, un partidario del Brexit que se dedica a la pesca de pez lima, raya y rodaballo. “Al salir de Europa, Boris ha hecho lo mismo, pero esta vez es peor”, agregó.

El acuerdo de Johnson con la UE asegura el comercio de bienes con el bloque sin aranceles ni cuotas, vital para sectores mucho más grandes que el pesquero. Pero la pesca fue uno de los últimos temas que se abordaron, y la UE negoció con dureza en nombre de las comunidades costeras políticamente influyentes de Francia y otros países que han pescado en aguas británicas durante siglos.

Johnson dijo que el acuerdo aumenta la cuota para los pescadores británicos hasta un 25% del valor de la captura de la UE en aguas del Reino Unido, y se llevará a cabo por etapas en un plazo de 5 años.

El primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson. Heathcliff O'Malley/Pool via REUTERS
El primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson. Heathcliff O'Malley/Pool via REUTERS

“Puedo asegurar a los grandes fanáticos de la pesca en este país que como resultado de este acuerdo podremos capturar y comer cantidades prodigiosas de pescado extra”, declaró el conservador el 24 de diciembre sobre el acuerdo.

Mientras que el Gobierno británico ha dicho que algunos barcos de la UE tendrán acceso a aguas territoriales del Reino Unido durante el período de ajuste de 5 años, los pescadores sostienen que en la práctica los barcos del bloque conservarán los derechos para siempre.

Dada la complejidad de los textos del acuerdo, incluso los abogados especializados no están seguros de los detalles completos. El Ministerio de Agricultura británico rechazó aclarar inmediatamente las reglas del límite de las 12 millas (19 kilómetros).

CON INFORMACIÓN DE REUTERS

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