Justin Trudeau criticó a China por la detención de dos ciudadanos canadienses y aseguró que tiene fines políticos

El viernes, la fiscalía suprema del país asiático acusó formalmente al exdiplomático Michael Kovrig y el empresario Michael Spavor de ser "sospechosos de espionaje extranjero" y "proporcionar secretos de Estado". Su detención tuvo lugar solo una semana después de la de una alta ejecutiva de Huawei en Canadá

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El primer ministro canadiense, Justin Trudeau. Foto: REUTERS/Blair Gable
El primer ministro canadiense, Justin Trudeau. Foto: REUTERS/Blair Gable

El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, denunció el lunes la detención en China de dos canadienses, que el pasado viernes fueron acusados formalmente por la justicia del país asiático. En su sesión informativa de los lunes, Trudeau aseguró que la medida tiene motivos políticos ulteriores.

Sus comentarios se produjeron después de que la Fiscalía Suprema china informara el viernes que había comenzado el proceso contra el exdiplomático Michael Kovrig y el empresario Michael Spavor, porque son “sospechosos de espionaje extranjero” y “proporcionar secretos de Estado”.

La medida, que tiene lugar 18 meses después del arresto de ambos en medio de una larga disputa entre los dos países, se produjo solo semanas después de que un juez canadiense dictaminara que se avanzará en el proceso de extradición de la ejecutiva china de Huawei Meng Wanzhou a Estados Unidos, un caso de alto voltaje político.

La jueza Heather Holmes, de la Corte Suprema de Vancouver, determinó a finales de mayo que seguirá adelante el proceso contra Meng, directora financiera del gigante chino de las telecomunicaciones, a quien Estados Unidos reclama por supuesto fraude bancario y la búsqueda de eludir sanciones estadounidenses contra Irán.

Las relaciones entre Canadá y China han llegado a su punto más tenso por los arrestos.

“Esta detención arbitraria de ciudadanos canadienses es inaceptable y profundamente preocupante, no solo para los canadienses, sino también para las personas de todo el mundo que ven a China utilizando detenciones arbitrarias como un medio para fines políticos”, dijo Trudeau.

Personas piden la liberación de Michael Spavor y Michael Kovrig con carteles de sus caras. Foto: REUTERS/Lindsey Wasson
Personas piden la liberación de Michael Spavor y Michael Kovrig con carteles de sus caras. Foto: REUTERS/Lindsey Wasson

“Deploramos” lo que desde el principio fue “una decisión política tomada por el gobierno chino” que continúa presionando a Canadá, añadió.

Pekín ha bloqueado miles de millones de dólares en exportaciones agrícolas canadienses.

La semana pasada, Trudeau dijo que estaba “decepcionado” de que los canadienses hubieran sido formalmente acusados por espionaje, y la vice primera ministra, Chrystia Freeland, dijo estar “desconsolada y realmente enojada” ante la acción de Pekín.

El exembajador en China, Guy Saint-Jacques, había instado por su parte a Ottawa a adoptar una postura más agresiva, y “ya no solo conversaciones diplomáticas suaves”.

Por su parte, el jefe de la diplomacia estadounidense, Mike Pompeo, exigió el lunes por la mañana la liberación de los dos canadienses, e indicó en un comunicado que su país “rechaza el uso de estas detenciones injustificadas para coaccionar a Canadá”.

Australia, Gran Bretaña, Francia, Alemania y otros también han presionado a China, aliados a quienes Trudeau agradeció por "alzar la voz" contra el uso que hace Pekín de lo que los analistas han descrito como "diplomacia de rehenes".

“Nuestros aliados en todo el mundo (...) están extremadamente preocupados por la difícil situación de los canadienses porque saben muy bien que algún día puede ser su turno”, dijo Trudeau.

Beijing dio a entender en varias ocasiones que la puesta en libertad de Meng Wanzhou era una condición indispensable para que las relaciones con Ottawa mejoren.

La ejecutiva de Huawei, Meng Wanzhou, hija del fundador de la empresa. Foto: REUTERS/Jennifer Gauthier
La ejecutiva de Huawei, Meng Wanzhou, hija del fundador de la empresa. Foto: REUTERS/Jennifer Gauthier

Kovrig y Spavor fueron detenidos en diciembre de 2018, nueve días después de que Meng fuera arrestada en Canadá por una orden estadounidense. Y la acusación llega menos de un mes después del último evento relacionado al caso.

La ejecutiva china de 48 años, hija del fundador de Huawei, fue arrestada durante una escala en Vancouver el 1 de diciembre de 2018 y liberada bajo estrictas condiciones de confinamiento en su mansión local, con el uso continuo de una tobillera electrónica.

Para ser extraditada, la justicia estadounidense debe enjuiciar a Meng por un delito también punible en Canadá. En ese caso, China aseguró también que se trataba de un hecho político. “Todo este caso es completamente una incidente político grave”, indicó un mensaje de la embajada en el país norteamericano.

La legación culpó a Estados Unidos de tratar de “derribar a Huawei” y a Canadá de ser “complice”.

Huawei dijo, por su parte, en un comunicado que estaba “decepcionada” por la decisión judicial y que esperaba que Meng acabara siendo absuelta de los cargos que se le imputan.

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