Cómo trabajan los “rastreadores”, el nuevo empleo que crece para intentar frenar la pandemia

El objetivo es “reducir los círculos de contaminación”, alertando a las personas que tuvieron algún tipo de contacto estrecho con pacientes que fueron diagnosticados con coronavirus en un período de 10 días. Cómo funciona el sistema en Bélgica, país que ha comenzado a implementarlo en la última semana

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El "call center" de rastreos para intentar frenar los contagios (AFP)
El "call center" de rastreos para intentar frenar los contagios (AFP)

Ante la falta de un acuerdo político por parte de las autoridades belgas para desplegar una app contra la pandemia de coronavirus, las personas que dieron positivo recientemente al nuevo coronavirus en el territorio son contactadas por teléfono para intentar ubicar a sus contactos, dando luz a una nueva profesión: la de “rastreador de COVID-19”.

Unas 60 personas sentadas ante ordenador portátil y con los auriculares puestos se reparten las llamadas en la plataforma de N-Allo, uno de los varios “centros de llamadas” asociados a la operación iniciada por el gobierno belga.

En este reino de 11,5 millones de habitantes, donde el virus ha dejado más de 9.000 muertos, este “rastreo” se toma muy en serio, máxime cuando las autoridades se limitaron a autorizar una desescalada muy progresiva desde hace 15 días por temor a un rebrote. Este esfuerzo ha sido replicado en distintos países que adoptaron desde el principio este enfoque para aislar a los posibles portadores del virus, entre ellos Corea del Sur.

(AFP)
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Entre los empleados de N-Allo se encuentra Pierre Fournier, quien explica que se presentó como voluntario cuando supo que cada una de las regiones contrataba a cientos de personas para esta operación inédita que busca identificar a los posibles portadores del virus.

“Quería aportar mi pequeño grano de arena a la localización y a la erradicación de la pandemia”, afirmó a la AFP Fournier, que previamente trabajaba como consultor de operadores de aparcamiento de 65 años.

Su tarea, así como el resto de empleados en el centro de llamadas -que son contratados tengan experiencia o no- es establecer una lista de las personas con las que los enfermos estuvieron en contacto durante un período de diez días: desde dos días antes de mostrar los primeros síntomas hasta siete días después.

Si el contacto estuvo más de 15 minutos a menos de 1,50 metros de la persona en cuestión, se lo considera como una “persona de alto riesgo”. A partir de ello, otro “rastreador” se encargará de prevenirlo.

El objetivo es “reducir los círculos de contaminación para asfixiarlos progresivamente y hacer que el desconfinamiento progrese”, resume Gladys Villey, de la Mutualité Partenamut, que en Bruselas organiza esta especie de segunda red de prevención.

Si en un plazo de 24 horas, la persona que se considera de “alto riesgo” y que debe aislarse 14 días en su casa no responde al teléfono, trabajadores sociales, paramédicos o personal de ambulancias organizan una visita a su domicilio.

La app móvil, un “complemento”

“Enviamos profesionales acostumbrados a estar en contacto con pacientes enfermos y que ya dominan varias lenguas, lo que facilita las cosas”, dice Villey. En Bélgica viven personas de 185 nacionalidades distintas.

De las 340 visitas efectuadas en la región de Bruselas desde el inicio de la operación, el 11 de mayo, sólo “de un 20% a un 30%” se toparon con un rechazo a colaborar. “Afortunadamente una minoría”, apunta la responsable de la iniciativa.

Mucha gente tiene medio de facilitarnos información. Intentamos tranquilizarlos, explicándoles que esto se queda únicamente entre nuestras manos”, subraya.

(AFP)
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Tranquilizar, crear un clima de confianza, mostrar empatía independientemente de la edad del interlocutor... A los “rastreadores” de primera línea, contratados por un período de tres meses, se les han dado algunas claves durante las sesiones de formación.

Por su parte, los médicos de familia advierten a menudo a los enfermos de que los contactarán. "Ya han preparado una lista de contactos. No hay realmente un efecto sorpresa. La llamada toma generalmente de 10 a 15 minutos", explica Fournier.

Actualmente, la operación está “en rodaje”. Los enfermos facilitan de media “uno o dos nombres”, ya que vieron a poca gente durante los dos meses de confinamiento, explican los organizadores.

Pero “a medida que avanza el desconfinamiento, el número de contactos facilitados aumentará”, a la par que el trabajo de los rastreadores, estima Xavier Brenez, director general de Mutualités Libres, para quien la aplicación móvil será un “complemento”.

“El sistema de los centros de llamadas y de agentes de terreno sigue siendo fragmentado, ya que no permite identificar los casos de contacto en lugares públicos o en el transporte público”, agrega.

(Con información de AFP)

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