Ante la acumulación de evidencias del avance sostenido de la epidemia de coronavirus en Irán, el presidente Hasan Rohani se vio obligado a referirse a la potencial crisis sanitaria en un mensaje televisado. Sin embargo, su estrategia para calmar a la población fue minimizar lo que está sucediendo y culpar a los enemigos occidentales.
“La gente no tiene que prestar atención a los medios extranjeros y a las redes sociales, que dicen cosas irrelevantes”, sostuvo Rohani. “Este es uno de los planes de nuestros enemigos para cerrar el país sembrando el pánico. Todos necesitamos continuar con nuestro trabajo y actividad".
De todos modos, llamó a la población a tomar ciertas precauciones. "Todos debemos ser cuidadosos. Si vemos un caso sospechoso, tenemos que llevarlo a nuestros hospitales bien equipados”, dijo el presidente.
Lo insólito es que casi al mismo tiempo que hablaba se conoció que Iraj Harirchi, viceministro de Salud, se contagió el coronavirus. El lunes se lo había visto toser y limpiarse el sudor de su frente repetidamente durante una conferencia de prensa en Teherán junto al portavoz del gobierno, Ali Rabiei.
En ese momento, negó la afirmación de un legislador de que 50 personas habían muerto a causa del virus en la ciudad santuario chiíta de Qom, diciendo que renunciaría si el número era exacto. Irán solo reconoce 15 muertes y 95 infecciones. Esos datos supondrían una tasa de mortalidad asombrosamente alta, lo que hace a muchos dudar de su veracidad.
La República Islámica ha sido golpeada por el brote de coronavirus más mortífero con diferencia fuera de China, el epicentro de la epidemia. Según el Ministerio de Salud, la mayoría de las muertes e infecciones fuera de Qom son entre personas que han visitado recientemente la ciudad santa.
El portavoz del ministerio Kianoush Jahanpour dijo que 16 de los nuevos casos fueron confirmados en Qom, mientras que nueve estaban en Teherán, y dos en Alborz, Gilan y Mazandaran. El virus parecía estar propagándose a nuevas partes de Irán, ya que también se informó de un nuevo caso en las provincias de Fars y Khorasan Razavi, así como en la isla de Qeshm.
A pesar de ser el epicentro del brote en Irán, Qom todavía no ha sido puesto en cuarentena. Saeed Namaki, ministro de Salud, defendió la decisión el martes y dijo que la cuarentena era un “método antiguo”. “Todavía no estamos de acuerdo con la cuarentena de las ciudades ya que creemos que la gente es lo suficientemente culta como para abstenerse de viajar de las ciudades infectadas a otros lugares”.
El viceministro Harirchi admitió que estaba infectado en un video difundido por la televisión estatal. “Tenía fiebre desde anoche y mi prueba preliminar dio positivo alrededor de la medianoche”, dijo. “Me he aislado en un lugar desde entonces. Hace unos minutos, me dijeron que mi prueba era definitiva, y ahora estoy empezando a tomar la medicación”.
“Quería decirles que... definitivamente saldremos victoriosos contra este virus en las próximas semanas”, declaró Harirchi. Pero advirtió a los iraníes que tuvieran cuidado ya que el “virus no discrimina” e infecta a cualquiera, independientemente de su posición.
Con información de AFP
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