El gobierno de China consideró este lunes que la expulsión en secreto de dos diplomáticos chinos acusados de espionaje por parte de Estados Unidos fue un “error”, refiriéndose a informaciones publicadas por la prensa afirmando que dos funcionarios de la embajada china fueron expulsados en septiembre.
Un portavoz del ministerio chino de Relaciones Exteriores, Geng Shuang, denunció acusaciones “totalmente contrarias a los hechos” y pidió que Estados Unidos “repare este error”, de acuerdo a la agencia AFP. Según el diario New York Times, estas expulsiones de los dos diplomáticos chinos serían las primeras en 30 años.
De esta forma, Beijing ha presentado una “protesta solemne ante Estados Unidos” para que “proteja los derechos legítimos e intereses de los diplomáticos chinos”, señaló Geng.
Estas declaraciones son la primera confirmación oficial del incidente ocurrido en septiembre pero develado el domingo por el periódico, que citó a fuentes dentro del gobierno estadounidense.
Ni Washington ni Beijing reaccionaron en su momento y el hecho pasó desapercibido hasta ayer. La respuesta del lunes del ministerio de Exteriores llega, sin embargo, en medio de una fuerte escalada de tensiones entre los dos países, envueltos en una guerra comercial de alcance global desde el año pasado, que hace poco días anunciaron un principio de acuerdo para intentar levantar algunos de los aranceles recíprocos impuestos en los últimos meses.
Estados Unidos no expulsaba a diplomáticos chinos desde 1987, cuando el gobierno del entonces presidente Ronald Reagan ordenó el retiro de dos funcionarios de ese país acusados de espionaje y detectados mediante el uso de un doble agente.
Se cree que al menos uno de los diplomáticos expulsados en septiembre era un oficial de inteligencia que operaba encubierto, señaló el New York Times.
De acuerdo a la reconstrucción de los hechos realizadas por el periódico, los diplomáticos, acompañados por sus esposas, condujeron hasta el punto de control en la entrada de una instalación sensible cerca de Norfolk, Virginia, que incluye fuerzas de operaciones especiales. La ciudad también alberga uno de los puertos más importantes de la Marina de Estados Unidos, sede principal de las flotas que operan en el Océano Atlántico, Mar Mediterráneo y Océano Índico.
El guardia vio que no tenían permiso para entrar y les indicó que dieran la vuelta y se fueran. Pero los funcionarios chinos continuaron hacia la base, evadiendo al personal militar que los persiguió hasta que fueron obligados a detenerse por camiones de bomberos que bloquearon su camino.
Los diplomáticos dijeron que no habían entendido las instrucciones del guardia y que se perdieron.
Aunque no estaba claro qué es lo que buscaban, se especula que su intención sera simplemente probar las medidas de seguridad empleadas en la base, para luego desplegar espías más capaces si el ingreso demostrara ser sencillo.
Semanas después del incidente, el Departamento de Estado impuso restricciones a las actividades de los diplomáticos chinos, en lo que se dijo fue una respuesta a las regulaciones chinas que limitaban los movimientos de diplomáticos estadounidenses.
Escalada reciente
A principios de diciembre la Cámara de Representantes del Congreso de Estados Unidos aprobó una ley que exige sanciones contra funcionarios chinos ligados a las detenciones masivas de musulmanes chinos en centros de “reeducación” en Xinjiang, en el este del país.
Mientras que en noviembre otra ley en apoyo de los manifestantes pro-democracia en Hong Kong, que se enfrentan al gobierno central chino desde marzo, fue aprobada. En esta ocasión la medida del Congreso estadounidense provocó tal ira en China qyue Beijing impuso sanciones a diferentes ONGs estadounidenses que apoyaban a las protestas en la ciudad.
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