Un empleado del consulado británico en Hong Kong que estuvo detenido durante 16 días denunció que la policía china lo torturó

El hombre de 29 años aseguró que lo encadenaron, le vendaron los ojos, le cubrieron la cabeza, lo golpearon y lo forzaron a firmar confesiones sobre delitos que nunca ocurrieron

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Simon Cheng fue detenido durante más de dos semanas
Simon Cheng fue detenido durante más de dos semanas

Simon Cheng, el empleado del consulado británico en Hong Kong que fue detenido el pasado 8 de agosto y retenido en China durante 16 días, acusó este miércoles a la Policía del régimen chino de haberle torturado.

En un largo comunicado publicado en su cuenta de Facebook, Cheng explica que fue detenido en la parte controlada por las autoridades de la China continental de la estación de tren de alta velocidad que une Hong Kong con Shenzhen, al otro lado de la frontera, y llevado a esa ciudad, donde había estado en un viaje de negocios.

Según la prensa estatal china, Cheng fue detenido por ser cliente de prostitución, aunque en su versión afirma que fue a darse un masaje y que fueron los agentes quienes le obligaron a confesar tanto por escrito como en vídeo.

El joven asegura que la Policía le acusó de espiar para el Reino Unido e instigar las protestas antigubernamentales que comenzaron el pasado mes de junio en Hong Kong y que todavía siguen activas, un movimiento que Cheng aseguró apoyar, aunque aclaró que su trabajo se limitaba a seguir las manifestaciones para ayudar al consulado a elaborar sus recomendaciones de viaje para ciudadanos británicos.

El empleado explicó que las autoridades chinas lo consideraron un “enemigo del Estado” y “un traidor”, además de querer saber la presunta implicación del Reino Unido en las protestas en el antiguo territorio británico.

La falta de información sobre la detención de Cheng motivó múltiples protestas en Hong Kong (Reuters)
La falta de información sobre la detención de Cheng motivó múltiples protestas en Hong Kong (Reuters)

“Me preguntaron qué apoyo, dinero y equipo estábamos dando a los manifestantes. Les dije que quería dejar claro al 100 % que el Reino Unido no asignó recursos ni ayudó en las protestas”, afirmó a la cadena BBC.

Durante su detención, relata, sufrió lesiones en tobillos, muslos, muñecas y rodillas que le dejaron sin poder andar durante días, y asevera que descubrió que otros jóvenes hongkoneses también estaban arrestados junto a él, de los que teme que también sufriesen torturas.

Todavía no me he recuperado totalmente del trauma de lo que me ocurrió, y debido al aumento del riesgo de represalia al que me enfrento, no haré más comentarios sobre el caso”, sentencia el joven.

Cheng, que contaba con un contrato local que no le daba derecho a tener un pasaporte diplomático, ya no trabaja para el consulado británico en Hong Kong, que le otorgó una baja pagada antes de rescindir su contrato.

(Facebook)
(Facebook)

Ahora, asegura que huyó de Hong Kong a “un tercer lugar” sin especificar, donde está “buscando asilo”, y pide ayuda para volver a tener una “vida normal”.

Mientras tanto, el secretario de Asuntos Exteriores británico, Dominic Raab, llamó a consultas al embajador chino en Londres y aseguró a la BBC sentirse “indignado” por el “vergonzoso maltrato” al que se enfrentó Cheng: “Esperamos que las autoridades chinas revisen (el caso) y exijan que los responsables rindan cuentas”.

No obstante, la cancillería china negó que se tratase de un incidente diplomático y afirmó que, durante su detención, los derechos de Cheng “fueron garantizados y él mismo confesó totalmente sus delitos”, en palabras del portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores Geng Shuang durante la rueda de prensa diaria en Beijing.

El vocero afirmó que el embajador chino en Londres “no aceptará” las quejas del Gobierno británico y que, de hecho, “invocaremos a la parte británica para presentar una queja formal y expresar nuestra indignación” por el apoyo a Cheng.

“Esperamos que el Reino Unido sea prudente y deje de interferir en los asuntos de Hong Kong, que son asuntos internos de China, porque eso solamente acabará por dañar los intereses británicos”, sentenció Geng.

(Con información de EFE)

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