Donald Trump se mostró favorable a un retorno al G8 con una reintegración de Rusia

Moscú fue excluida del selecto grupo de los países más industrializados del mundo tras la crisis con Ucrania por Crimea. La semana próxima comienza la reunión anual del G7, en Francia

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Donald Trump habló con periodistas en la Casa Blanca (Reuters)
Donald Trump habló con periodistas en la Casa Blanca (Reuters)

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, marcó el martes una nueva distancia con sus aliados del G7 al declararse a favor de regresar al G8 con la reintegración de Rusia, separada en 2014 del exclusivo club de los países más industrializados.

"Es mucho más apropiado tener a Rusia adentro", dijo el mandatario días antes de la reunión anual del G7 en Biarritz, Francia. "Ciertamente podría" apoyar eso, agregó ante periodistas en la Casa Blanca.

En el pasado, las cumbres anuales del Grupo de los Siete (G7, Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido), siempre fueron las que un presidente de Estados Unidos podía estar más cómodo.

Hasta la llegada de Trump.

En el G7 en Quebec el año pasado el mandatario se fue dando un portazo, torpedeó el comunicado final penosamente negociado y, en un tuit enviado desde el Air Force One, calificó al primer ministro canadiense, Justin Trudeau, de "deshonesto y débil".

Donald Trump (Reuters)
Donald Trump (Reuters)

Ahora, los líderes del G7 vuelven a abrocharse el cinturón, advierte Robert Guttman, director del Centro de Política y Relaciones Exteriores de la Universidad Johns Hopkins. "Va a ser un toro en una tienda de porcelana", vaticinó Guttman sobre el mandatario estadounidense.

Los anfitriones franceses esperan poder manejarlo mejor. Para empezar, el comunicado final no tendrá la importancia que tradicionalmente ha tenido, como "una forma de evitar la situación en Canadá el año pasado", dijo a periodistas un diplomático francés.

No matar al mensajero

Trump tendrá un nuevo amigo en este G7: el flamante primer ministro británico, Boris Johnson, quien está ansioso por el apoyo de Estados Unidos mientras empuja al Reino Unido a una salida de la Unión Europa (Brexit) que se anticipa peligrosa sin un acuerdo.

Trump ha dejado entrever la posibilidad de un gran acuerdo comercial bilateral y la Casa Blanca continuará usándolo como cebo para tratar de obligar al Reino Unido a sacar a la compañía china Huawei del mercado del 5G.

La Casa Blanca dijo que Trump y Johnson hablaron del Brexit y el comercio durante una llamada telefónica el lunes, en la que el mandatario estadounidense expresó "gran entusiasmo" por reunirse con el primer ministro británico.

El secretario de Relaciones Exteriores británico Boris Johnson y el presidente de Estados Unidos Donald Trump (BRENDAN SMIALOWSKI/AFP/Getty Images)
El secretario de Relaciones Exteriores británico Boris Johnson y el presidente de Estados Unidos Donald Trump (BRENDAN SMIALOWSKI/AFP/Getty Images)

Pero como ya vieron Macron y el primer ministro japonés Shinzo Abe, los lazos personales fuertes con Trump no necesariamente implican una amistad fácil.

Aún así, Roberts opinó que los desafíos estratégicos de China y Rusia significan que los socios del G7 tendrán que soportar a Trump, lo quieran o no.

"No les gusta el estilo del presidente Trump, pero no puedes cambiar los hechos porque no te gusta el mensajero", dijo Roberts. La UE "no es una superpotencia y todavía tiene que depender de Estados Unidos".

Y no habrá escapatoria de Trump por un tiempo: a Estados Unidos le toca acoger el G7 en 2020.

Con información de AFP

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