Los padres de Julen pidieron tres años y medio de cárcel para el dueño del pozo por el que cayó su hijo

Buscan que se condene a David Serrano por homicidio imprudente, ya que el acusado no tenía permiso administrativo para realizar las obras y "no advirtió o señalizó la presencia del pozo de manera alguna"

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La acusación particular pide una condena mayor que la solicitada por la Fiscalía, que solicitó una pena de tres años de cárcel para el acusado (Foto: EFE)
La acusación particular pide una condena mayor que la solicitada por la Fiscalía, que solicitó una pena de tres años de cárcel para el acusado (Foto: EFE)

El 13 de enero de 2019, se produjo una tragedia que conmocionó a España: un niño de dos años cayó en un pozo de más de 100 metros de profundidad en Málaga, al sur del país. El 25 de enero, tras un operativo muy complejo y arriesgado, el equipo de mineros que descendió para rescatar al pequeño logró localizarlo. Pero el menor, llamado Julen, ya había fallecido. 

Ahora, los padres del niño han formalizado un escrito de acusación contra David Serrano, el dueño de la finca de Totalán donde murió el pequeño. Para él, solicitan una pena de tres años y medio de cárcel por un delito de homicidio imprudente.

La Fiscalía, por su parte, había pedido una condena algo menor, esto es, tres años de cárcel. Aunque el escrito de la acusación sí atribuye el mismo delito al investigado que el que establece el Ministerio Público, y ambos relatos de los hechos coinciden.

La abogada de la familia de Julen, Antonia Barba, ha señalado que la negligencia que presuntamente cometió Serrano es "extremadamente grave", y que hay un "cúmulo de infracciones normativas".

Los padres de Julen el 26 de enero de 2019 durante su funeral. Según los exámenes forenses de la acusación particular y de la defensa, el pequeño falleció de forma inmediata (Foto: Reuters)
Los padres de Julen el 26 de enero de 2019 durante su funeral. Según los exámenes forenses de la acusación particular y de la defensa, el pequeño falleció de forma inmediata (Foto: Reuters)

En declaraciones a Espejo Público, la letrada ha señalado que "no se trata de ir contra nadie", sino de tener en cuenta todos los hechos: Serrano no obtuvo los permisos administrativos para desarrollar las obras, algo que los progenitores señalan que es "determinante" en la muerte de su hijo.

Además, sostienen que "no advirtió o señalizó la presencia del pozo de manera alguna". Los padres también consideran que, una vez que ocurrieron los hechos, "no se ha producido la reparación del daño" y aseguran que "Serrano no ha pedido perdón".

Por su parte, la defensa de David Serrano ha solicitado el archivo de la causa, al considerar que "no hay nexo causal entre las posibles acciones y omisiones" del dueño de la finca y la muerte de Julen.

Así, habla de "negligencias" tanto del dueño de la empresa que hizo la prospección en el terreno como de los padres de Julen por 'culpa in vigilando', responsabilidad de vigilar al menor.

Un contrainforme forense

Un informe solicitado por la defensa del acusado, David Serrano, determina que el cuerpo del niño de dos años presenta lesiones producidas por los equipos de rescate, aunque precisa que fueron posteriores a su muerte.

El estudio preliminar realizado por el doctor y médico especialista en Medicina Legal y Forense, Aitor Curiel, coincide parcialmente con el informe emitido por el Instituto de Medicina Legal (IML) de Málaga, que atribuyó el fallecimiento a un traumatismo craneoencefálico y raquimedular.

(Foto: Reuters)
El facultativo forense de la defensa indicó que la mayor parte de las múltiples heridas se produjeron posmortem, y que estas pudieron deberse al extenso operativo de rescate (Foto: Reuters)

Curiel precisa que la luxación occipito-atloidea se produjo durante la caída por los mecanismos de tracción, flexión y extensión, y que ésta fue la causa de una muerte casi inmediata del niño, tal y como parece indicar la ausencia de material extraño en vías aéreas.

“La mayor parte de las múltiples heridas que mostraba el menor en su cabeza son posmortem y se pudieron producir durante los intentos de rescate”, señaló el estudio.

“Las fracturas craneales posmorten y sin colecciones hemáticas encefálicas sí pudieron producirse en las maniobras de rescate, pero parece que claramente posmortem“.

Con información de EFE