El misterioso profesor maltés buscado por el Rusiagate

Joseph Mifsud fue quien contactó a un asesor de Trump con Moscú para que le pasaran mails con "mucha roña" sobre Hillary Clinton. Está desaparecido. Los expertos aseguran que es un agente ruso disfrazado de académico

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Joseph Mifsud
Joseph Mifsud

Joseph Mifsud, un diplomático nacido en Malta, profesor de una universidad en Italia, fue el nexo entre la campaña de Donald Trump y el gobierno de Vladimir Putin para conseguir información que perjudicó a Hillary Clinton en las elecciones estadounidenses de 2016 que llevaron al multimillonario neoyorkino a la Casa Blanca.

El informe entregado por el fiscal especial Robert Mueller prueba esta conexión. Los asesores de Trump aseguran que Mifsud es un agente de contrainteligencia que en realidad trabajaba para la CIA. Otros, afirman que es un agente italiano. En Moscú dicen que no lo conocen. Y desde que un periodista italiano lo entrevistó brevemente en Roma, en octubre de 2017, Mifsud desapareció de los lugares que frecuentaba.

Los demócratas, en Washington, están convencidos de que el misterioso profesor maltés puede ser el eslabón perdido para llevar a Trump a un impeachment, un juicio político.

El asesor de la campaña de Trump, George Papadopoulos, ya se declaró culpable de mentir al FBI sobre los detalles de sus encuentros con Mifsud. Uno de los puntos que Papadopoulos había olvidado mencionar a los investigadores fue la reunión en abril de 2016 en la que Mifsud lo alertó de que los rusos tenían copia de miles de correos electrónicos que contenían "mucha roña" sobre Hillary Clinton.

La conversación entre Mifsud y Papadopoulos, que fue transmitida por un diplomático australiano a funcionarios del gobierno estadounidense, fue citada por el fiscal Mueller como el evento que puso en marcha la investigación del FBI sobre los lazos entre la campaña de Trump y Rusia.

Donald Trump y Hillary Clinton (AFP)
Donald Trump y Hillary Clinton (AFP)

Cuando un reportero del diario La Repubblica encontró a Mifsud en la universidad de Roma donde daba clases hasta ese momento, el profesor maltés negó todo: "Mi conciencia está muy tranquila. No soy un agente secreto ni recibí ningún dinero de los rusos". Aunque admitió que había "discutido con varias personas en Europa y Moscú, incluidos algunos funcionarios del Kremlin, la posibilidad de que las elecciones resultaran en un cambio en las relaciones entre Estados Unidos y Rusia". Pero después de eso, fue imposible ubicarlo para otros periodistas de investigación que lo buscaron. Se cree que está escondido en Malta, protegido por el gobierno de la isla.

Ante esto, varios aliados y asesores del presidente Trump lanzaron la teoría de que el profesor maltés es un agente de inteligencia occidental que engañó a Papadopoulos para exponerlo y favorecer a Hillary Clinton en la campaña.

El ex alcalde de Nueva York y ahora abogado de Trump, Rudolph Giuliani, le dijo a Fox News que Mifsud es un "agente de contrainteligencia, ya sea maltés o italiano", que participó en lo que le sonaba como "una trampa de contrainteligencia" contra el joven asesor de origen griego.

"Cuando miras a Mifsud más de cerca, te das cuenta de que está conectado con todo tipo de agencias de inteligencia, incluido nuestro propio FBI", dijo a la misma cadena Fox el representante de California, Devin Nunes, el republicano de mayor rango en el Comité de Inteligencia de esa Cámara. "Si de hecho es un agente ruso, este sería uno de los mayores escándalos de inteligencia para los Estados Unidos y nuestros aliados".

Esto se contradice con lo que afirma el fiscal Mueller en su informe. Allí asegura que Mifsud "tenía conexiones muy fluidas con Rusia" y se reunía frecuentemente con personas vinculadas a los servicios e inteligencia del gobierno de Putin, incluido un integrante de la "Agencia de Investigación de Internet", la organización rusa que está detrás de las campañas de desinformación en las redes sociales. El ex director del FBI, James Comey, en una columna de opinión que escribió para The Washington Post en mayo, describió a Mifsud directamente como "un agente ruso".

Hillary Clinton (AFP)
Hillary Clinton (AFP)

De acuerdo a una investigación especial del Washington Post, la CIA, el FBI y otras agencias de inteligencia estadounidenses y europeas habían identificado a Mifsud como un posible agente ruso mucho antes de que conociera a Papadopoulos. El profesor maltés tenía vínculos directos con varias universidades de Moscú. Aparece en un video anunciando la próxima visita a la Link Campus University de Roma de Alexey Klishin, que enseña en el instituto de la cancillería rusa y tiene vinculaciones con el Servicio Federal de Seguridad, sucesor de la temida KGB soviética.

El abogado suizo Stephan Roh, que dice ser el representante legal de Mifsud, asegura que todas las "informaciones" sobre el profesor "sólo buscan difamarlo". Incluso, escribió un libro, "The Faking of Russia-Gate: The Papadopoulos Case" en el que asegura que Mifsud es un "elemento de inteligencia occidental a proteger", y que es por eso que el profesor sintió la necesidad de esconderse durante los últimos dos años. También envió un mail a los reporteros del sitio Buzzfeed en el que afirma que Mifsud estuvo viviendo "principalmente en Roma, pero moviéndose por Europa". Y agregó que Mifsud cooperó con Mueller y accedió a una larga entrevista con los investigadores que envió el fiscal a Roma a mediados de 2018. Roh, tiene conexiones comerciales con varias empresas rusas y es considerado en Suiza como "un hombre cercano al Kremlin".

Varios expertos en inteligencia consultados por diversos medios estadounidenses entienden que "es absurdo" que Mifsud sea un agente estadounidense y trate de perjudicar intereses de su país. John Sipher, un ex oficial de la CIA que dirigió las operaciones de la agencia en Rusia, cree que "no tiene sentido que este personaje sea un agente de la CIA o el FBI y que haya trabajado en nombre del gobierno para desacreditar a una candidata presidencial". Steve Hall, quien se retiró en 2015 después de dirigir la contrainteligencia de la CIA en Rusia, dijo que "si bien en el mundo del espionaje no se puede descartar nada, este caso parece muy cercano a los servicios rusos que operan a través de instituciones académicas. Allí es donde reclutan a sus agentes y por donde conducen muchas de sus operaciones en Europa".

Hasta ahora, lo que se sabe de Mifsud es que nació en Malta y se educó en Italia e Irlanda del Norte. Es multilingüe, de amplia cultura y muy viajado. Siempre fue un hombre de "gran clase y mucho humor", dijo uno de sus antiguos colegas. Pronto formó una enorme red de contactos en todo el mundo. Decía que su sueño era crear instituciones académicas internacionales que conectaran a todas esas personas. Fue diplomático de Malta en varios países y en 2010, cuando residía en Londres, lo nombraron director de la Academia de Diplomacia, una escuela de posgrado para funcionarios de organismos internacionales y diplomáticos de rango medio. "Estaba increíblemente bien conectado con personas relevantes en las embajadas y todo el mundo diplomático de Londres", comentó al Post, Douglas Brodie, un ex decano en la Universidad de Stirling en Escocia, que se asoció con la escuela de Mifsud para que los que estudiaran allí pudieran obtener títulos británicos.

Donald Trump (Foto: Reuters)
Donald Trump (Foto: Reuters)

En su condición de director de la escuela de diplomacia, Mifsud asistió a decenas de eventos de la embajada rusa en Londres y realizó múltiples viajes a Rusia, donde asistió a conferencias y otros actos académicos, de acuerdo con los comunicados de prensa de la universidad moscovita. En 2012, la academia de Mifsud formó una asociación para intercambiar estudiantes y realizar una investigación conjunta con la Facultad de Procesos Globales de la Universidad Estatal de Moscú-Lomonosov, que se anunció en un video promocional como "un trampolín para que los graduados trabajen en la administración, ministerios, agencias federales y servicios especiales del gobierno ruso". Una ex asistente de Mifsud, Natalia Kutepova-Jamom, dijo que "el profesor visitaba regularmente a funcionarios dentro del Kremlin y hasta tuvo una breve reunión con el presidente Vladimir Putin".

El primer encuentro entre Papadopoulos y Mifsud fue en marzo de 2016. En ese momento, Papadopoulos, un joven consultor de energía de Chicago, estaba trabajando para un centro de investigación llamado Centro de Prácticas de Derecho Internacional de Londres y acababa de ser reclutado como asesor de política exterior "ad honorem" para la campaña de Trump.

El joven de origen griego dijo que su jefe en el think tank, Nagi Idris, se ofreció a presentarle a "una persona muy importante que le sería muy útil" en su nuevo cargo. Le dijo que la abogada británica, Arvinder Sambei, organizaría una reunión para Papadopoulos y Mifsud en una próxima conferencia que se celebraría en la Link Campus University. Sambei es una ex fiscal que fue enlace del Reino Unido con el Departamento de Justicia estadounidense en solicitudes de extradición.

Pocos días más tarde, Papadopoulos viajó a Roma con Idris y cenaron con Mifsud en un restaurante cercano a la Fontana di Trevi. "Voy a presentarles a todos y organizar una reunión entre Trump y Putin", le aseguró el maltés, según cuenta el joven de ascendencia griega en un libro que escribió en su propia defensa.

El informe de Mueller, precisa que una semana después Mifsud le presentó a Papadopoulos a Olga Polonskaya, una estudiante rusa de doctorado que supuestamente es sobrina de Vladimir Putin. También a un director de un centro de estudios vinculado a la cancillería rusa. La conversación que inició la investigación del "Rusiagate" se produjo el 26 de abril de 2016 en el hotel Andaz de Londres, un día después de que Mifsud regresara de un viaje a Moscú. Fue cuando le informó que los rusos estaban muy interesados en contactarse con la campaña de Trump y que ofrecían "miles de correos electrónicos con mucha roña" contra Hillary Clinton.

A partir de ese momento, Papadopoulos organizó al menos seis encuentros entre funcionarios rusos y miembros de la campaña de Trump. Y hasta se encargó de una delegación de altos funcionarios rusos que asistieron a la asunción del nuevo presidente. Trump lo presentó entonces como "uno de mis hombres favoritos en política exterior". El 27 de enero de 2017, el FBI detuvo a Papadopoulos cuando regresaba de uno de sus viajes por Europa y Rusia. Lo interrogaron sobre la injerencia de los servicios rusos en las elecciones presidenciales, pero "se olvidó de mencionar algunos puntos clave" como el de la relación con el profesor maltés. El fiscal Mueller lo volvió a entrevistar y el joven asesor se declaró culpable. Estuvo 12 días en la cárcel y cumple en libertad una sentencia en suspenso de un año. El profesor Mifsud continúa desaparecido. Trump sostiene una amistad particular con Putin.