La policía australiana allanó la sede de televisión pública para contener la filtración de informaciones sensibles

Las autoridades registraron la sede de ABC, que publicó una historia sobre la muerte de inocentes en Afganistán por mano de las fuerzas especiales que se apoyaba en material sensible y potencialmente secreto que podría provocar una situación embarazosa para las autoridades

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En esta imagen tomada de un video, la Policía Federal Australiana, arriba entra en la sede de la Australian Broadcasting Corporation, la televisora pública, durante una redada de sus oficinas en Sydney, Australia. (Australian Broadcasting Corporation via AP)
En esta imagen tomada de un video, la Policía Federal Australiana, arriba entra en la sede de la Australian Broadcasting Corporation, la televisora pública, durante una redada de sus oficinas en Sydney, Australia. (Australian Broadcasting Corporation via AP)

La policía de Australia realizó el miércoles un allanamiento en la emisora pública Australian Broadcasting Corporation (ABC), la segunda operación de búsqueda que llevó adelante en apenas 24 horas con representantes de la prensa para contener filtración de informaciones sensibles.

Ejecutivos de ABC dijeron que los policías ejecutaron una búsqueda autorizada por la justicia en las oficinas de Sídney, y se concentraron en tres periodistas que participaron de una investigación en 2017.

En ese año, ABC logró acceso a documentos públicos que dejaban al descubierto que las fuerzas especiales de Australia habían matado hombres y niños inocentes en Afganistán.

La Policía Federal Australiana, en tanto, aseguró que el allanamiento tenía "relación con la alegada publicación de material secreto, en violación de lo previsto en la Ley sobre Crímenes, de 1914".

El editor ejecutivo de ABC, John Lyons, dijo que los agentes exigieron el acceso a notas manuscritas, correos electrónicos, borradores de artículos, filmaciones y palabras clave de acceso a computadoras de los tres periodistas.

"Es inusual que la emisora nacional sea allanada de esta forma", dijo por su parte el director de ABC, David Anderson.

El martes, hombres de la policía habían allanado la residencia de una periodista en Canberrra, luego un informe que detallaba los esfuerzos de las autoridades para obtener poder para espiar a los australianos en la intimidad de sus viviendas.

Las dos historias (sobre muerte de inocentes en Afganistán y sobre espionaje a los ciudadanos australianos) se apoyaban en material sensible y potencialmente secreto que podrían provocar una situación embarazosa para las autoridades.

El primer ministro, Scott Morrison, trató de distanciarse de las operaciones, que ocurren pocos días después de su reelección. El funcionario alegó que se tratan de asuntos policiales, no de gobierno.

"Australia cree firmemente en la libertad de la prensa y tenemos reglas claras y protecciones para la libertad de la prensa", dijo durante visita a Londres.

No obstante, añadió que "también hay claras reglas para proteger la seguridad nacional de Australia, y todos deberían operar de acuerdo con todas esas leyes aprobadas por nuestro parlamento".

El sindicato Alianza Australiana de Prensa, Entretenimiento y Arte dijo que la invasión en la residencia de la periodista en Canberra había sido un "odioso ataque a la libertad de prensa que busca sancionar a periodistas por publicar historias noticiosas legítimas, que claramente son de interés público".

Aunque la prensa en Australia puede informar casi sin influencia política, leyes estrictas, órdenes judiciales y estatutos de seguridad nacional afectan lo que puede ser publicado o transmitido.

(Con información de AFP)

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