La estrategia del PSOE para gobernar sin coalición y su pulseada con la izquierda radical

A casi un mes de su victoria electoral, el socialismo español se encuentra enfrascado en las negociaciones para formar gobierno. Su objetivo: conservar el poder en soledad, sin ceder ministerios a Podemos. Pero no le será sencillo

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Pedro Sánchez, presidente del gobierno español y Pablo Iglesias, líder de Podemos
Pedro Sánchez, presidente del gobierno español y Pablo Iglesias, líder de Podemos

El pasado 26 de abril, ya a la noche, el líder del Partido Socialista Obrero Español, Pedro Sánchez, salía muy sonriente al balcón de la sede de su partido. Había ganado las elecciones generales. Salía más que reforzado y aumentaba su representación en el Congreso de 84 a 123 diputados. Casi un tercio de los españoles le había otorgado su confianza, así que todo era felicidad, abrazos y buenas expectativas. Ha pasado casi un mes y ya las sonrisas no son tan amplias. El PSOE tiene un problema. O varios: los números no le dan para investir como Presidente a Sánchez en solitario, necesita otras fuerzas, y estas ya le han dicho que no lo harán gratis.

El sistema electoral español es parlamentario, es decir, en la jornada electoral lo que escogen los ciudadanos es a los diputados, que son quienes después deberán elegir un presidente. Y el socio natural en la izquierda del PSOE, Unidas Podemos, ya ha advertido de que esta vez no dará su apoyo gratis, que quiere entrar en el Gobierno, tener ministros, tocar poder. "Esta vez vamos a entrar en el ejecutivo, con ministros, sí o sí", desvela a Infobae una fuente del partido que emergió al calor de las protestas del 15 de mayo de 2011, en plena crisis planetaria.

Podemos ayudó a Sánchez hace casi un año (el 31 de mayo de 2018) a derrocar a Mariano Rajoy, del derechista Partido Popular, en una moción de censura. "Entonces lo hicimos gratis, pero está claro que es un error, al final quien ha capitalizado políticamente ese movimiento ha sido el PSOE", analiza esa misma fuente cercana a Pablo Iglesias, el líder de Podemos, que también ha advertido de su cambio de intenciones en esta ocasión: "Tenemos que ponernos de acuerdo y lo lógico sería un gobierno de coalición entre ambos partidos", ha dicho el líder de la formación más escorada a la izquierda del espectro político español.

Desde el PSOE, sin embargo, se aboga por un gobierno en solitario con acuerdos puntuales para cosas concretas y así lo han dicho casi todos sus líderes. "En cualquier caso, nadie va a decir nada hasta que sean las elecciones locales y europeas del 26 de mayo", subraya Isidoro Tapia, prestigioso analista político español.

En la noche de la celebración de la victoria, los socialistas gritaban “¡Con Rivera no!”
En la noche de la celebración de la victoria, los socialistas gritaban “¡Con Rivera no!”

Para Tapia, en esta ocasión, Unidas Podemos "va a tensar mucho más la cuerda para formar una coalición y saben que a quien puede perjudicar una repetición de elecciones esta vez es al PSOE". Si una vez constituido el Gobierno no se vota a un presidente durante un plazo de tiempo, automáticamente hay que volver a repetir los comicios, cosa que ya pasó en 2015.

"El PSOE subió en votos mucho, pero casi todo lo hizo por su izquierda, no por el centro, de tal modo que sus propios electores no entenderían muy bien que no se llegue a un pacto con Podemos", reitera Tapia.

Y esa es claramente la jugada que quiere hacer la formación que lidera Iglesias: "La idea es extender los pactos a todas las instituciones, no solo el Gobierno, sino también en las ciudades y en las comunidades autónomas (regiones)".

Sin embargo, desde el PSOE no lo ven tan claro. Por un lado quieren esperar a ver los resultados de los comicios locales, para ver si pueden ofrecer algún tipo de pacto de investidura a alcaldes y otros cargos de Podemos a cambio de que hagan presidente a Sánchez, y por otro, consideran muy peligroso compartir gobierno del país con ellos: "Son gente que sabe capitalizar muy bien el poder, dramatizan mucho la política, y además quedarían como los buenos del gobierno al quedarse los ministerios de tipo más social", observa una fuente muy cercana a los socialistas.

Para uno de los cronistas parlamentarios más célebre de España y que prefiere no dar su nombre para este artículo, el PSOE acabará pactando: "Es muy duro gobernar con solo 123 diputados de 350, luego tienes que ir sacando leyes y mendigando que te las acepten. Sin embargo, si los meten en el ejecutivo, al final el pequeño, o sea, Podemos, se queda muy diluido".

Sin embargo, la mano derecha de Sánchez y uno de los hombres fuertes del PSOE, José Luis Ábalos, deja claro que su intención es gobernar en solitario: "El PSOE siempre ha tenido una larga tradición de llegar a acuerdos con otras formaciones políticas sin necesidad de hacer coaliciones".

Pablo Iglesias ayudó al PSOE a desalojar a Mariano Rajoy del gobierno pero ahora aspira a ser parte del gobierno
Pablo Iglesias ayudó al PSOE a desalojar a Mariano Rajoy del gobierno pero ahora aspira a ser parte del gobierno

Una afirmación que apuntala la idea de gobernar gracias a la "geometría variable", es decir, aprobar leyes con el apoyo de quienes están a su derecha o izquierda, según convenga. Sin embargo, como recuerda Tapia, el partido Ciudadanos, de centro derecha y quienes estarían más cerca del PSOE por su flanco derecho, "no va a negociar nada con el PSOE porque está demasiado cerca del partido conservador (el PP de Pablo Casado) como para frenarse ahora y quieren desplazarlo como principal partido de la oposición y, claro, ¡para ser el principal partido de la oposición tienes que oponerte!"

Las bases socialistas, además, ya dejaron claro en la noche electoral, mientras Sánchez sonreía feliz en el balcón, que no desean esa clase de pactos: "¡Con Rivera no!", gritaba la masa convocada por el triunfo. Albert Rivera es el líder de la formación Ciudadanos.

Lo cierto es que Sánchez no solo necesita los votos de Podemos para ser presidente, al menos en una primera vuelta de su elección en el parlamento. Junto a los de Iglesias suma 169 diputados de 350. En esa votación hay que ganar por mayoría. En la segunda vuelta, le bastan más votos afirmativos que negativos.

Una fuente muy próxima a Podemos, concede que aunque su idea es "pactar un gobierno sí o sí", la formación moradas no se atrevería a forzar una repetición de las elecciones, aunque sí hacer una demostración de fuerza en la primera votación  y demostrar "que la intención es seria".

Lo que tienen claro ambos partidos, cosa que ya ha dicho el propio Iglesias, es que los acuerdos "tienen que ser muy discretos y las negociaciones hacerse con mucha discreción". Desde luego, antes de las elecciones locales y europeas del 26 de mayo nadie va a dar ningún paso en falso, aunque la sonrisa de hace un mes ya no sea tan ancha en el rostro de Pedro Sánchez.