El pederasta de los Maristas: un ex profesor fue condenado a casi 22 años de cárcel por abusos en España

Joaquín Benítez abusó sexualmente de cuatro alumnos menores de edad que denunciaron tocamientos, masturbaciones, felaciones o incluso forzar que lo penetraran

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El exprofesor de gimnasia Joaquín Benítez, llegando a la Audiencia de Barcelona. / AFP
El exprofesor de gimnasia Joaquín Benítez, llegando a la Audiencia de Barcelona. / AFP

La justicia española condenó este lunes a 21 años y nueve meses de cárcel a un exprofesor de la congregación católica Hermanos Maristas en Barcelona (noreste) por abusar sexualmente de cuatro alumnos menores de edad, informó el tribunal.

"La Audiencia Nacional de Barcelona condena a 21 años y 9 meses a un hombre acusado de 4 delitos de abusos sexuales, dos de ellos de forma continuada", señaló el tribunal en un comunicado.

Joaquín Benítez, pederasta confeso de los Maristas
Joaquín Benítez, pederasta confeso de los Maristas

Se trata de la primera sentencia por el escándalo que estalló en 2016 en las escuelas Maristas de Barcelona con más de 40 denuncias contra doce profesores, que sirvió para romper el silencio imperante hasta entonces en España sobre los abusos a menores en la Iglesia.

Su principal protagonista fue Joaquín Benítez, el ex profesor de educación física condenado que había recibido 17 denuncias de alumnos, la mayoría de ellas por hechos prescritos.

Los magistrados lo acusan de haberse aprovechado "de su ascendencia y jerarquía como profesor de educación física y de la confianza que los alumnos tenían por ello depositada en él".

‘Shootball’, el incómodo documental que da voz a las víctimas y al pederasta de los Maristas

(Manuel Barbero, padre de una víctima de abuso sexual, y Joaquín Benítez, el pederasta que abusó de su hijo y de veinte niños más, son los personajes principales de este documental)

El tribunal da por bueno el abanico de abusos descrito por las víctimas en el juicio, celebrado en Barcelona a finales de marzo: tocamientos, masturbaciones, felaciones o incluso forzar que lo penetraran.

Benítez había justificado su comportamiento por los abusos que había sufrido él mismo en un internado católico. "Instintivamente lo veía como un comportamiento prácticamente normalizado", dijo.

Sus víctimas eran alumnos de alrededor de 14 años a quienes recibía en un cuarto habilitado como despacho donde disponía de una camilla para supuestamente hacer masajes.

Sentencia esperada

Los magistrados imponen también una indemnización de 120.000 euros que, en caso de insolvencia del condenado, deberán asumir la compañía aseguradora de la escuela y la fundación Maristas.

La congregación solo acudió al juicio como responsable civil subsidiario aunque las víctimas y el mismo condenado la acusaron de haber silenciado estos casos.

El tribunal estimó "muy limitada" la credibilidad del acusado y descartó tener "la certeza" de que había sido "protegido" por la institución.

"Esta era una sentencia esperada y necesaria", reaccionó la fundación Maristas en un comunicado, reiterando su perdón por los casos aunque exculpándose de haberlos encubierto.

Desde el estallido de este caso se ha producido un creciente goteo de denuncias por abusos sexuales en la Iglesia española, tanto en congregaciones religiosas como en parroquias.

Sin embargo, la repercusión dista mucho del caso chileno, donde los Maristas también se vieron envueltos en un escándalo de abusos y encubrimientos que sumieron a la Iglesia del país en la peor crisis de su historia.

Hay casi 150 causas abiertas, la justicia allanó varias dependencias eclesiásticas y 34 obispos del país renunciaron.

En España, la Iglesia pidió perdón y prometió modificar sus protocolos de actuación ante estos casos pero muy pocas denuncias terminaron ante la justicia por haber prescrito.

Con información de AFP