La inteligencia británica prohibió la entrada de un sicario ruso: creen que buscaba asesinar a un líder checheno

La inteligencia británica no está dispuesta a tolerar otro ataque en su territorio similar al envenenamiento del ex agente Sergei Skripal, a manos de agentes rusos. Cada allegado al Kremlin es seguido de cerca por el Mi5, que esta vez decidió prohibir la entrada de un presunto sicario que habría buscado asesinar a un ex primer ministro checheno.

El nombre de Umar Sugaipov no es desconocido para las agencias internacionales. En 2014, fue incluido entre las sanciones de Estados Unidos a Rusia, acusado de participar en el "asesinato extrajudicial" de Umar Israilov, un ex guardaespaldas que murió a tiros en Austria en el 2009 tras haber trabajado para denunciar delitos y crímenes de oficiales rusos.

Según la información británica, esta vez tenía una misión similar. Sugaipov planeaba entrar al Reino Unido hace unos meses, a mediados del 2018, porque había un nuevo nombre en su lista negra. El Sunday Times reportó, en base a fuentes de inteligencia, que quería asesinar a Akhmed Zakayev, ex líder checheno y enemigo declarado de Vladimir Putin.

La agencia de inteligencia determinó que Sugaipov era "una amenaza para la seguridad nacional" y, en especial, para Zakayev, quien está asilado desde el 2004, añadió el Times, cuando huyó de Chechenia ante el avance ruso, luego de haber luchado en la guerra de independencia. Las negociaciones nunca prosperaron lo suficiente como para que vuelva a la región.

Curiosamente, la esposa del presunto sicario y sus seis hijos viven cómodamente en Londres. Fuentes de inteligencia contactadas por el tabloide británico indican que la familia no ha causado ningún problema. De todas formas, su presencia no es motivo suficiente para autorizar el viaje, ya que consideran que había sospechas suficientes para pensar que su intención era acabar con la vida de Zakayev.

La relación entre el gobierno de Vladimir Putin y las potencias de Occidente está en uno de sus peores momentos en los últimos años.

Las autoridades británicas, respaldadas por sus aliados, no han dudado en acusar a Moscú de estar detrás del envenenamiento del ex agente doble Skripal en marzo pasado y emitieron una orden de detención europea contra dos rusos, Alexander Petrov y Ruslan Bochirov, posibles seudónimos, sospechosos de perpetrar el ataque y reportados como miembros de la inteligencia militar rusa (GRU).

Skripal y su hija habían sido hospitalizados en coma antes de recuperarse, según Londres, que rechaza dar cualquier detalle sobre su situación actual.

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