La estafa de Claas Relotius en detalle: cómo falsificó una entrevista con la última sobreviviente de la resistencia contra el nazismo

El galardonado periodista convertido en fraude asegura haber mentido en al menos 14 de sus casi 60 artículos para la revista Der Spiegel. Cómo fue que lo hizo en su entrevista a Traute Lafrenz, la última sobreviviente del movimiento estudiantil alemán de la Rosa Blanca durante la Segunda Guerra Mundial

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Claas Relotius, el periodista de Der Spiegel que fue premiado en Europa y en los Estados Unidos y resultó ser un verdadero fraude
Claas Relotius, el periodista de Der Spiegel que fue premiado en Europa y en los Estados Unidos y resultó ser un verdadero fraude

El escándalo generado por Claas Relotius, el multipremiado reportero alemán que en realidad había falsificado, inventado y manipulado la información en al menos 14 de los casi 60 artículos que escribió para Der Spiegel, ha sacudido el mundo periodístico en Alemania y está resonando en todo el mundo.

Relotius había trabajado para numerosos medios alemanes, que ahora deberán investigar estos trabajos, y era desde 2011 una de las principales firmas de la prestigiosa revista. Había cosechado también varios premios, incluyendo el otorgado en 2014 por la cadena estadounidense CNN al de periodista del año.

Pero el miércoles fue la misma Der Spiegel la que destapó la mentira. Relotius había confesado su estafa tras ser presionando por una investigación interna y la abundante evidencia en su contra. Un día después, el reportero ensayó una justificación para sus acciones: "Estoy enfermo y necesito ayuda".

Traute Lafrenz tiene 99 años y vive en Estados Unidos desde 1947 (Der Spiegel)
Traute Lafrenz tiene 99 años y vive en Estados Unidos desde 1947 (Der Spiegel)

La investigación interna continúa para determinar con precisión cuántos de los casi 60 trabajos publicados están basados en mentiras, y este jueves Der Spiegel publicó los detalles de uno de estos ejemplos.

Se trata de la entrevista que Relotius le realizó a Traute Lafrenz, la última sobreviviente del grupo universitario alemán de resistencia al nazismo conocido como la Rosa Blanca.

Lafrenz, de 99 años y nacida en Hamburgo, vive en Carolina del Sur, Estados Unidos, desde 1947, y Relotius viajó allí para entrevistarla en el marco del ascenso de fuerzas políticas de ultraderecha en Alemania.

Lafrenz en sus años de juventud como miembro de la Rosa Blanca. Es la última sobreviviente del grupo de resistencia intelectual y pacífica al nazismo (Traute Lafrenz)
Lafrenz en sus años de juventud como miembro de la Rosa Blanca. Es la última sobreviviente del grupo de resistencia intelectual y pacífica al nazismo (Traute Lafrenz)

Otro periodista de Der Spiegel contactó a la mujer esta semana para corroborar la veracidad del artículo. Tras leerlo con atención, Lafrenz confirmó entonces que numerosos pasajes de la entrevista son falsos y calificó al hecho de "miserable".

Respuestas inventadas y falsas excusas

En uno de los pasajes inventados, Relotius hace decir a Lafrenz que ha visto en "periódicos estadounidenses" imágenes de marchas recientes de neonazis en Chemnitz y que ha sentido "escalofríos". "Alemanes, extendiendo en la calles sus brazos derechos saludando a Hitler, como antes", fue su descripción de lo que vio, según Relotius.

Pero ella no dijo nada de eso, y de hecho asegura no haber visto ninguna foto en ningún lado sobre esas marchas en Chemnitz, en el este de Alemania. Es decir que Relotius falsificó sus testimonio para crear un alegato más fuerte contra la ultraderecha.

Relotius recibiendo el Reemtsma Libery Award en 2017 (@JetztHallo)
Relotius recibiendo el Reemtsma Libery Award en 2017 (@JetztHallo)

Lafrenz ingresó a la Universidad Ludwig-Maximilians, en Múnich, en 1941 y un año después se unió a la Rosa Blanca, el movimiento de resistencia intelectual contra el gobierno nazi iniciado por los hermanos Hans y Sophie Scholl, una de las pocas voces en contra del régimen que se gestaron en aquellos años.

Las autoridades nazis, y en especial la Gestapo, fueron implacables y ejecutaron a los hermanos Scholl y a muchos otros de sus militantes. Lafrenz fue encarcelada en 1943, y tras la guerra decidió emigrar.

Sobre estos años, Relotius hizo decir a Lafrenz que mantenía "reuniones secretas" en la universidad y bajo la dirección de su profesora Erna Stahl, cuando en realidad era grupos de lectura normales, corrigió la mujer. Nunca usó esas palabras que en la entrevista aparecen como suyas.

Sophie Scholl se ha convertido en el ícono más potente de la Rosa Blanca. Junto con su hermano Hans fundaron el movimiento y fueron ejecutados por los nazis en 1943
Sophie Scholl se ha convertido en el ícono más potente de la Rosa Blanca. Junto con su hermano Hans fundaron el movimiento y fueron ejecutados por los nazis en 1943

Además, Lafrenz aparece en el texto llamando "Revolverschnauze" (Bocón) a su ex compañero de escuela y futuro canciller de Alemania en la posguerra y por la socialdemocracia, Helmudt Schmidt, por no interceder ante la Gestapo en favor a los miembros de la Rosa Blanca. La mujer tampoco usó nunca esas palabras.

"Puedes borrar esos párrafos", pidió Lafrenz al segundo periodista de Der Spiegel.

Además de estas falsificaciones, Relotius mintió ante sus editores para asegurarse de que su estafa no fuera descubierta. Les dijo, por ejemplo, que la conversación había durado cinco horas pero lamentablemente no había podido grabarla, ante pedidos en Alemania de un sostén para su texto.

Relotius hizo opinar a Lafrenz sobre las recientes manifestaciones neonazis en Alemania. En realidad ella ni siquiera había visto las fotos y no se pronunció sobre el tema (Twitter)
Relotius hizo opinar a Lafrenz sobre las recientes manifestaciones neonazis en Alemania. En realidad ella ni siquiera había visto las fotos y no se pronunció sobre el tema (Twitter)

En realidad, como confirmó la nuera de Lafrenz a Der Spiegel, solo habló unos 45 minutos y grabó todo en su teléfono móvil.

Luego de la publicación de la entrevista, personal de la edición internacional de Der Spiegel, editada en inglés, intentó numerosas veces traducir el artículo para hacerlo disponible a un público mayor. Pero Relotius los convenció en cada ocasión de no hacerlo, citando razones creíbles.

Esta práctica era usual en el periodista, que cubría principalmente hechos ocurridos en los Estados Unidos o en el extranjero. Dado que sus artículos eran publicados solo en idioma alemán, era más difícil que sus entrevistados expusieran las mentiras.

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