Hillary Clinton, Tony Blair, Matteo Renzi: qué piensan sobre el crecimiento global del populismo de derecha que los derrotó

Los dirigentes políticos de Estados Unidos, el Reino Unido e Italia analizaron qué causa ese movimiento y qué errores cometieron ellos que también lo permitieron

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Los mensajes que apelan a la razón no tuvieron tanta recepción como los que apelan a los sentimientos. (REUTERS/Mike Theiler)
Los mensajes que apelan a la razón no tuvieron tanta recepción como los que apelan a los sentimientos. (REUTERS/Mike Theiler)

Son tres pesos pesados de las políticas centristas, ni de derecha ni de izquierda, en el mundo. Y los tres fueron derrotados, en cada uno de sus países, por el populismo de derecha.

Hillary Clinton, en los Estados Unidos, perdió la carrera por la presidencia ante Donald Trump en 2016. Matteo Renzi, en Italia (que llama la "incubadora" del populismo), cayó por el voto anti-establishment. Y la política de Tony Blair, que no se presentó a elecciones en el Reino Unido, fue no obstante plebiscitada negativamente en el voto por el Brexit.

Y luego los tres enfrentaron el rechazo de sus propios partidos, que los acusan de ser responsable del fracaso del centro para ofrecer una alternativa de importancia. A partir de esas experiencias hablaron con Patrick Wintour como parte de una investigación de seis meses de The Guardian sobre el ascenso del populismo en el mundo. Qué causa ese movimiento, qué errores cometieron ellos y cómo las nuevas formas de la política movilizan el resentimiento popular hacia lo que se percibe como élites fueron algunos de los temas principales.

Hillary Clinton se manifestó todavía estupefacta por su derrota. (AFP)
Hillary Clinton se manifestó todavía estupefacta por su derrota. (AFP)

En sus oficinas de la ciudad de Nueva York, poco antes de las elecciones legislativas del 6 de noviembre, Clinton dijo que todavía estaba "totalmente estupefacta" por su derrota, y habló sobre la atracción que causan los candidatos que hablan a las emociones de las personas, no a su razón.

"En este momento la fuerza parece algo realmente atractivo, y no hay conciencia, ni recordatorios, de lo que puede causar", dijo al periódico británico. "Existe esta tensión —no la entiendo del todo, creo que es tan psicológica, o más, que política— en lo que la gente ansía. Quiero decir: la libertad es ardua. Es difícil levantarse y hacerse cargo de uno mismo y tratar de tomar todas las decisiones".

Los tres entrevistados de Wintour coincidieron en que un problema importante para la dinámica política actual es que los argumentos razonados no logran competir con las bufonadas de los populistas, cuya retórica simplista arrasa con las odas sinceras a los valores liberales.

El Brexit fue también una manifestación de rechazo a las políticas de Tony Blair. (Reuters)
El Brexit fue también una manifestación de rechazo a las políticas de Tony Blair. (Reuters)

"La prensa no sabe cómo cubrir a estos candidatos que cada día se prenden fuego, que son maestros del desvío y la distracción. Eso es algo nuevo", dijo Clinton. "Siempre pensé que en la campaña los moderadores iban a hacer las preguntas difíciles que nos forzarían a responder, y que de allí notarían las diferencias. Eso nunca sucedió. Porque el tipo contra el que yo competía es un maestro en gesticular y tuitear e insultar y dominar el ciclo de las noticias".

Blair coincidió: "El espacio político para la argumentación y el debate se ha vuelto muy, muy difícil de organizar y comprender, porque todo resulta atraído hacia el vortex de la retórica política inflamada y los cambios de posiciones sin que en realidad la gente intente encontrar puntos de coincidencia".

Renzi renunció al liderazgo del Partido Demócratico italiano luego de su aplastante derrota en las elecciones que crearon un gobierno populista de coalición entre la Liga, de ultraderecha, y el Movimiento 5 Estrellas (M5S), euroescéptico.

Matteo Renzi, ex primer ministro italiano, cree que su país es una incubadora para el populismo global. (REUTERS/Remo Casilli)
Matteo Renzi, ex primer ministro italiano, cree que su país es una incubadora para el populismo global. (REUTERS/Remo Casilli)

"Las redes sociales hacen que uno se sienta de tú a tú con el presidente, y sin embargo nada cambia", dijo en sus oficinas del Palazzo Giustoniani en Roma. "Cometí un error increíble cuando no comprendí la ingeniería del odio, y el modo en que el odio se diseñó desde el extranjero y desde dentro del país".

El ex primer ministro italiano dijo que el centro-izquierda no se puede quedar sentado y ofrecer la austeridad como su gran idea. "En Italia hemos perdido la oportunidad de luchar contra el populismo. Perdimos la campaña electoral porque elegimos —un error, desde mi perspectiva— ser muy prudentes y carentes de pasión. Nos presentamos como el gobierno que había salvado a Italia del desastre económico. Solucionábamos problemas, éramos casi tecnócratas".

También Clinton habló de sus errores. "Quedamos atrapados en una especie de periodo de transición. Lo que había visto funcionar en el pasado, lo que había funcionado hasta hace tan poco como 2012, ya no era atractivo, o digerible, para la gente o la prensa", dijo. Por ejemplo, evitó temas arriesgados como el ingreso básico universal. Y no se encontró preparada para enfrentar "a un tipo que ni siquiera fingía que le importaban las políticas". Las preguntas difíciles, para las que se había preparado, nunca llegaron.

Donald Trump ganó la presidencia de los Estados Unidos con un fuerte discurso populista. (REUTERS/Carlos Barria)
Donald Trump ganó la presidencia de los Estados Unidos con un fuerte discurso populista. (REUTERS/Carlos Barria)

De los temas que calentaron la campaña del populismo de derecha uno se destacó en las tres entrevistas con los líderes políticos: la inmigración.

Dijo Clinton: "No me cabe duda de que el Brexit fue en buena medida sobre la inmigración y las mentiras de la campaña a favor de salir. Pero la inmigración realmente ayudó a que se sobrepasaran los límites. Creo que es por eso que Viktor Orbán ha consolidado su poder. Cerró las fronteras y lució como un defensor de la sociedad y la cultura húngaras".

Blair opinó que el centro tiene que aceptar que la inmigración preocupa a grandes sectores del electorado. Renzi dijo que eso es así debido al relato que construyen los populistas. "El problema no es la inmigración en sí, sino el miedo a la inmigración, que es peor", dijo. "El relato verdadero de los populistas presenta el futuro como un lugar lleno de problemas: empleos que se pierden, inmigrantes que roban el futuro".

“Los inmigrantes hacen grande a Estados Unidos”, creen algunos; el populismo, en cambio, agita los temores a la inmigración.
“Los inmigrantes hacen grande a Estados Unidos”, creen algunos; el populismo, en cambio, agita los temores a la inmigración.

Clinton dijo que en los Estados Unidos, donde hay unos 11 millones de inmigrantes indocumentados, los demócratas nunca deberían tratar a las personas con crueldad. "Se deporta a los que tienen malas intenciones, a los delincuentes, a los que presentan alguna otra clase de amenaza a la seguridad nacional. Con respecto a la gente que ha estado aquí durante mucho tiempo, tenemos un punto de corte luego del cual tienen que aprender inglés, pagar impuestos, obedecer la ley, esperar en la fila a completar el proceso". Y sobre la gente que sigue llegando, "se los rechaza excepto que merezcan asilo, algo que ha estado en nuestra ley durante cientos de años".

Otro tema que preocupa a los tres es el peligro que corre la democracia liberal ante el populismo. "Si una sociedad se divide en dos grupos de gente culturalmente opuestos entre sí, que no se hablan, que no se escuchan y que no se gustan, ¿en qué momento deciden que el otro grupo, en realidad, no tiene legitimidad?", planteó Blair.

"Ese es el peligro. ¿En qué momento se dice —y algunos elementos de esto se ven en la política estadounidense de hoy— que esa gente no debería gobernar, que en realidad no tiene el derecho a gobernar?"

Las redes sociales han cumplido un enorme papel en el ascenso del populismo de derecha global.
Las redes sociales han cumplido un enorme papel en el ascenso del populismo de derecha global.

Esa atmósfera de confrontación, dijo Renzi, ha creado un clima de odio. "Este es el problema de la nueva generación: fue educada para odiar y envidiar", dijo. "En el pasado, si alguien era un buen emprendedor, un buen periodista o un buen artista, la primera reacción era el elogio, pero ahora la primera reacción es el desafío. Hemos perdido el sentimiento del respeto".

Para Clinton eso presenta un dilema. "Estoy totalmente a favor de tener conversaciones corteses, pero si uno no gana las elecciones no puede cambiar lo que sucede y recuperar esas normas que se han establecido a lo largo de tantos años. Lamentablemente, por el modo en que hoy operan nuestra prensa y nuestra política, y en particular las redes sociales, la gente premia la mayor cantidad de clicks, los comentarios más escandalosos, la dureza, la fuerza. Eso es lo que se premia. Me resulta desgarrador".

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