La batalla entre una población china y un coleccionista holandés por una estatua sagrada que tiene los restos de un monje budista

El caso podría marcar un precedente jurídico, ya que sería una de las primeras piezas antigua que retorna a China tras un pleito legal

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Dentro del Buddha están los restos de un monje.
Dentro del Buddha están los restos de un monje.

Un grupo pobladores chinos viajó a Holanda con las esperanza de recuperar una estatua de hace mil años que tiene los restos de un monje budista, de quien dicen es su líder espiritual. Los hombres fueron hasta una corte del país europeo para iniciar una batalla legal por el objeto.

El grupo, que vive en Yangchun, ubicada al sur este de China, denunció al coleccionista Oscar van Overeem por comprar la reliquia, que fue robada de un templo y vendida en Hong Kong en 1996.

"Nosotros crecimos con esa estatua. Él estaba con nosotros día y noche. Él era nuestro líder espiritual", dijo Lin Wen Qing, quien hace parte de la comitiva, luego de salir de la corte holandesa.

"Para nosotros es muy importante tenerlo devuelta con nosotros", añadió Lin, que juntó con seis personas viajó hasta Holanda para asistir a una audiencia ante la justicia.

La estatua es el objeto más sagrado de una población china.
La estatua es el objeto más sagrado de una población china.

Los pobladores del pueblo chino le piden a la justicia holandesa que les devuelva al Patriarca Zhanggong, como es llamada la reliquia de tamaño humano, que fue robada en 1995, informó The Guardian.

Luego de estar buscándola por más de 20 años, los pobladores dieron con ella en la Exhibición Mundial de Momias que se celebró en Budapest en el 2015.

Investigadores determinaron que dentro de la reliquia hay un esqueleto humano que al parecer era de un monje que vivió durante la dinastía Song en China hace unos mil años.

El caso podría marcar un precedente jurídico ya que sería una de las primeras piezas antiguas que retornaría a China luego de una ardua batalla legal.

infobae

Mientras tanto, los pobladores chinos insisten en que la reliquia que fue comprada por el coleccionista holandés les perteneces. "Hay una una unión muy profunda entre esa estatua y ese pueblo chino", dijo el abogado Jan Holthuis ante los jueces.

Sin embargo, Van Overeem dice que ya no la tiene consigo, que se la cambió a un coleccionista chino en 2015. "Yo cambié la estatua en una transacción que hice. Estaba feliz de que pudiera retornar a China", dijo el hombre ante la corte.

Van Overeem también rechazó las acusaciones que lo describen como un coleccionista de arte chino profesional que vive de eso. "Yo soy un arquitecto y un apasionado coleccionista. Pero no vivo del comercio del arte", dijo y aseguró que no sabe dónde está la estatua.

Pero los pobladores chino no confían en las palabras del coleccionista y creen que si no la tiene en su poder, por lo menos, sabe de su paradero.

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