Por qué Génova quiere prohibir un símbolo italiano: la Vespa

Génova quiere prohibir la Vespa. "Tenemos que asegurarnos de que los motores más contaminantes ya no estén en el centro", dijo el alcalde de la ciudad italiana Marco Bucci.

El problema, para Bucci, es que la prohibición podría causar fuertes protestas en la capital de Liguria: ya la administración anterior intentó implementar una medida similar en 2016, pero fue forzada a retroceder ante el rechazo de los aficionados.

Por eso, Bucci está adoptando una línea más suave que su predecesor, prometiendo a los propietarios de Vespa "tiempo para adaptarse", informó The Guardian.

Es que las calles de Génova, estrechas y empinadas, y la crónica falta de lugar para estacionar, hicieron que las motos se convirtieran en el medio de transporte favorito de los genoveses. Con una población de 600 mil personas, en Génova se estima que hay 180 mil motos. De estas, 20 mil son Vespa. 

El popular scooter es, además, un símbolo de la propia Génova, donde nació su creador, Rinaldo Piaggio, y donde se se encontraba la fábrica original de Piaggio, en el distrito de Sestri Ponente.

No obstante, la administración ciudadana está decidida en seguir los pasos de otras ciudades europeas, que han declarado la guerra a los scooters por sus altos niveles de contaminación. Ámsterdam prohibió los modelos anteriores a 2011 de su zona de bajas emisiones y, en 2016, París excluyó todas las motos y scooters anteriores al año 2000 del centro de la ciudad durante el día, de lunes a viernes.

El problema es el motor de dos tiempos de la Vespa. Si por un lado fue, junto con su diseño, una de las razones que impulsó este scooter a la fama mundial, por otro quema una mezcla de aceite y gasolina que produce tanta contaminación como las 30-50 de cuatro tiempos, según algunas estimaciones.

Si bien aún no se conocen los detalles, se cree que la nueva política de transporte dará prioridad a la transición a vehículos eléctricos, con electricidad subsidiada para los usuarios. Bucci también quiere proyectar una imagen moderna de Génova, una misión que se hizo más urgente luego del colapso del puente Morandi en agosto, en el que murieron 43 personas.

"Nuestra estrategia es favorecer a los vehículos eléctricos", afirmó el alcalde. "Teniendo eso en cuenta, los motores de dos tiempos no tienen mucho tiempo para quedarse".

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