Una mujer se suicidó luego de que un médico le extirpara los ovarios "porque estaban en su camino"

En todas las consultas previas a la cirugía, nunca se mencionó la posibilidad de que le extirpen los ovarios. Fue después de la operación cuando Lucinda Methuen-Campbell se enteró que ya no contaba con ellos.

Cuando preguntó al médico por qué lo hizo, la respuesta le pareció devastadora: "Creyó que me hizo un favor. Me dijo que una mujer de mi edad no los necesita. Le pregunté por qué los removió y me dijo que estaban en su camino. Mi vida quedó arruinada", indicó visiblemente afectada, en declaraciones a la BBC.

El martirio no terminó allí. Los implantes que recibió en la operación, realizada en el Reino Unido en 2016 para tratar un desorden intestinal, le dejaron un fuerte dolor que iba en aumento.

Recientemente, fue hallada muerta, ahorcada en su casa en Sweansea.

Según consignó el médico que revisó el caso, su muerte fue un suicidio motivado por la operación, que "no tuvo éxito, agravó su dolor y afectó su salud mental", a los 58 años.

Angus, su hijo de 19 años, recibió una carta de despedida de su madre. "Lo siento, te amo, eres el mejor hijo". Según declaró, Lucinda estaba "en gran dolor por las operaciones y estaba muy afectada por la extirpación de ovarios".

El cirujano en cuestión, Anthony Dixon, contaba con cierto prestigio por sus implantes vaginales para solucionar malestares intestinales, pero fue suspendido de dos hospitales en Bristol y está siendo investigado por el Consejo Médico y las autoridades británicas.

Según reporta el Telegraph, Dixon, a quién también le prohibieron realizar otro tipo de intervención quirúrgica en la zona del ano, afirmó que las operaciones pueden salir mal, pero que "siempre han sido hechas en buena fe".

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