El video que muestra la destrucción causada por un cohete que mató a 38 civiles en Damasco

Como en toda guerra, la población local de la ciudad de Damasco se ha convertido en el blanco predilecto de los combates entre el régimen del dictador Bashar al Assad y las milicias rebeldes que ocupan Guta Oriental.

La región ha estado bajo un bombardeo constante de las fuerzas aéreas de Siria y sus aliados rusos, lo que ha provocado cientos miles de muertos y heridos, mientras las tropas del gobierno combaten en las calles contra los rebeldes. El martes solamente perdieron la vida 45 personas, incluyendo 12 niños, bajo estas bombas.

Los rebeldes no quisieron ser menos y lanzaron por su parte y en el mismo día un cohete hacia la zona de Damasco controlada por el régimen. Cayó en un "mercado popular" y causó la muerte de al menos 38 personas que viven del otro lado de la "frontera" surgida en 2011 con el estallido de la guerra civil.

La televisión estatal de Siria acusó a los "grupos terroristas", como designa a todos los opositores, de haber lanzado ese cohete que alcanzó la localidad de Jaramana, al este de Damasco. Mientras que la agencia oficial de noticias Sana cifró en 38 el saldo de muertos.

El cohete cayó en el mercado de Kashkoul cerca de un punto de control del ejército, dijeron habitantes contactados por la agencia francesa AFP, una zona muy cercana al enclave de Guta Oriental controlado por rebeldes.

"La potencia de la explosión nos causó terror", indicó la enfermera Hania, una habitante del barrio Kashkul, en las afueras de Jarama.

El ataque contra los suburbios de Damasco,el más mortífero de los últimos meses, es parte de los bombardeos que los rebeldes lanzan regularmente en represalia por los ataques del régimen en Guta.

Sólo en este enclave ya han muerto más de de 1.450, entre ellos 300 niños, por las bombas del régimen según el Observatorio Sirio por los Derechos Humanos (OSDH).

En los ataques de este martes sobre Guta murieron al menos 45 civiles, señaló el OSDH.

Otros frentes

Mientras en Afrin, al norte del país, los kurdos, derrotados el domingo, se preparaban para nuevas operaciones turcas.

Estos dos frentes diferentes pero representativos de la complejidad de la guerra en Siria, han provocado una de las peores crisis humanitarias desde el inicio del conflicto en 2011, con decenas de miles de civiles desplazados por los combates.

Demuetran también que, a pesar de la derrota casi total sobre el ISIS, la guerra civil sigue tan intensa como el primer día, en un lejano 2011.

Varias organizaciones humanitarias expresaron su preocupación y alertaron sobre el clima de desesperación que prima entre los habitantes de estas zonas asediadas por la violencia de la guerra.

Para evitar los bombardeos del régimen en Guta Oriental, último enclave rebelde cerca de Damasco, casi 70.000 personas abandonaron estos territorios en los últimos días.

Tras un mes de operaciones aéreas y terrestres, el régimen ha reconquistado más del 80% del enclave, con apoyo de su aliado ruso. Está decidido más que nunca a tomar el control total de esa región.

Desde el lunes en la noche, se han registrado al menos 15 ataques del régimen contra Duma, la ciudad más grande del enclave, según información del OSDH.

Con información de AFP y Reuters

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