La reciente purga impulsada por el reformador príncipe de la corona de Arabia Saudita Mohammed bin Salman, de solo 32 años, ha puesto en evidencia la voluntad de una de las monarquías más poderosas y conservadoras de tomar las medidas necesarias para una apertura al mundo. También busca anticiparse a un futuro en el cual las reservas de petróleo ya no serán suficientes para mantener una posición estratégica a nivel geopolítico.
Solo seis meses luego de que su padre, el rey Salman, nombrara a Mohammed como su heredero, el joven lideró un movimiento que llevó a la destitución de miembros clave de la realeza, entre los que se encontraban diez príncipes y más de 200 clérigos, gobernantes y poderosos empresarios. Fue parte de una investigación de tres años que llevó a destapar un escándalo de corrupción por una suma aproximada de USD 100 mil millones.
Los distintos arrestos fueron realizados sin orden de detención y desataron una ola de críticas a nivel mundial por supuesta tortura sobre los implicados y violación a los derechos humanos, pero aún con toda la controversia que rodeó a la purga, el príncipe de la Corona fue votado por los lectores de la revista Time como "el personaje del año" con el 24 por ciento del total de los votos.
Pero el revolucionario miembro de la monarquía saudí, que se reunió recientemente con el presidente Trump, no es el único miembro de la realeza de la potencia petrolera que ha ganado la atención de medios de todo el mundo por su aparente buen uso del poder e influencia que le ha dado su título nobiliario.
Uno de los nombres que más se mencionan últimamente es el del príncipe Fahad bin Faisal Al Saud de 30 años, conocido entre otras particularidades por su cuenta de Instagram donde comparte sus arriesgados tatuajes, algo que en su país de origen no es bien visto lucir.
Educado en Stanford, el joven se ha vuelto un referente en lo que hace al mundo de la tecnología y sin lugar a dudas se ha convertido en el "Príncipe Techie" gracias a su paso por Facebook donde ayudó a establecer la plataforma social en Arabia en 2009 como el jefe de operaciones.
Además, el innovador representante de la monarquía saudí ha desarrollado una variedad de aplicaciones como Appiphany, que agrupa distintas apps sociales en árabe, así como Popover, la cual es una plataforma de juegos de casino. Su compañía New Arab Media estuvo a cargo del lanzamiento del primer súper héroe del mundo árabe, además de coordinar la producción de la polémica serie "La revolución de las mujeres saudíes".
El caso del príncipe Abdulaziz bin Turki Al Saud de 34 años recuerda más a los playboy europeos de la década del sesenta, que a un verdadero revolucionario. Su pasión por el automovilismo desde muy temprana edad, algo sin lugar a dudas fomentado por un presupuesto ilimitado, le ha llevado a ganarse el mote de "Príncipe Corredor".
Pero sus logros no por ello son menos destacables. Gracias a asegurarse el patrocinio de la firma Red Bull, tradicionalmente asociada con los mejores pilotos del mundo, el amante de la velocidad fue el partícipe fundamental en posicionar a Medio Oriente como un escenario protagónico de las carreras más prestigiosas del mundo.
Las 24 Horas de Hankook en Dubai, donde el corredor participó durante los últimos once años, se han vuelto una de las pruebas de resistencia más populares del mundo atrayendo la atención de muchos fanáticos históricos de las 24 Horas de Le Mans. Abdulaziz fue el primer piloto saudí en participar y ganar el torneo GT3 europeo, con el primer puesto en el circuito portugués de Algarve en mayo de 2011.
Por último, el príncipe Khaled bin Alwaleed también está ganándose su propio lugar en el escenario mundial al haberse posicionado como el "Príncipe Vegano" al ser un activista medioambiental, que con 39 años ha dedicado gran parte de sus inversiones a cambiar la imagen de Arabia Saudita asociada históricamente a los combustibles fósiles.
Khaled es el hijo del multimillonario príncipe Alwaleed bin Talal, conocido en el mundo financiero no solo como el "Warren Buffet árabe" sino también por su reciente arresto, convertido en uno de los principales blancos de la purga llevada adelante por el príncipe de la Corona.
Completamente desligado de las empresas de su padre, el heredero busca apostar fuertemente por la energía solar y tiene intenciones de instalar 100.000 luces LED en la carreteras de Jordania como parte de un sistema sustentable, lo que convertiría a Amán en la primera capital en hacer el cambio a la tecnología de bajo impacto y consumo eléctrico. Además, el ambientalista es un férreo defensor de los animales y ha fundado la primera cadena de restaurantes veganos de su país.
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