Un niño de 11 años y sus padres murieron el martes en un área volcánica cerca de Nápoles que es popular entre los turistas, dijo la policía en Italia.
Las autoridades dijeron que los padres trataron de rescatar al niño después de que entró a la zona restringida del cráter Solfatara, en Pozzuoli (cerca de Nápoles) y se resbaló.
El cráter está ubicado en los Campos Flégreos, una amplia zona que tiene 24 antiguas bocas de cráteres y elevaciones volcánicas, y algunas presentan manifestaciones gaseosas activas.
La tierra es muy caliente a solo unos cuantos centímetros debajo de la superficie. En la zona se encuentra uno de los supervolcanes dormidos potencialmente más peligrosos del mundo.
Geólogos monitorean el área revisando las temperaturas y analizando gases con sustancias químicas. Han determinado que el nivel de la zona había crecido unos 30 centímetros (12 pulgadas) en una década.
Escolares italianos y turistas de todo el mundo visitan mucho este fascinante y peligroso lugar.
Según informan medios italianos, Lorenzo, el niño de 11 años que murió en la tragedia, probablemente comentó una imprudencia al ingresar en una zona restringida. El cráter se había abierto recién, y las intensas lluvias de los últimos días habían ablandado el terreno. En el lugar había carteles que indicaban que no se acercaran.
El pozo, de unos tres metros de profundidad, no contenía barro caliente o lava, sino gases venenosos. Lorenzo no escuchó al padre que le gritó que se detuviera: cuando se acercó a la boca del agujero, el terreno cedió y cayó.
Para el niño fue como haber ingresado en una cámara de gas: casi enseguida perdió el conocimiento y en pocos minutos murió. Lo mismo le pasó a los padres, Massimiliano Carrer, de 45 años, y Tiziana Zaramella, de 42, que fueron tras él para rescatarlo.
Solo se salvó el hermano más pequeño, de siete años. Los primeros socorristas lo encontraron mientras, bañado en lágrimas, corría y pedía ayuda.
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