Por qué no existe el nudo de cordones infalible

Un estudio de la Universidad de California identificó las dos fuerzas que convergen para que el lazo del calzado se deshaga inevitablemente

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Los ingenieros de la Universidad de California en Berkeley identificaron las dos fuerzas que intervienen para que los nudos se deshagan
Los ingenieros de la Universidad de California en Berkeley identificaron las dos fuerzas que intervienen para que los nudos se deshagan

Si alguna vez se crea el lazo de zapatos que no se desanude será gracias a que tres ingenieros de la Universidad de California en Berkeley se dedicaron a estudiar primero por qué se desatan los cordones. El misterio  —no menos intrigante por cotidiano— se comenzó a develar en el último número de la revista académica Proceedings of the Royal Society.

El lazo "falla por una interacción compleja entre la deformación del centro del nudo debida al impacto, la oscilación dinámica del movimiento que se produce al andar y las fuerzas de la inercia de los lazos y los extremos libres del nudo". A esa conclusión llegaron, luego de varios estudios, Christopher Daily-Diamond, Christine Gregg y Oliver O'Reilly, según publicaron en el artículo "The roles of impact and inertia in the failure of a shoelace knot" ("Los papeles del impacto y la inercia en la falla del lazo de los zapatos").

Se supone que un lazo de calzado está hecho de un nudo corredizo sobre un nudo de rizo. Pero demasiadas veces se confunde la secuencia exacta del lazo de base y se realiza un nudo de abuela, que es más inseguro. "Pero inclusive un lazo de zapatos con un verdadero nudo de rizo termina por fallar, y hay que volver a atarlo", describieron.

Para comprobar cómo afecta a los lazos el movimiento pendular de las piernas los investigadores crearon un modelo de laboratorio
Para comprobar cómo afecta a los lazos el movimiento pendular de las piernas los investigadores crearon un modelo de laboratorio

La razón: un proceso mecánico doble —el movimiento hacia delante y hacia atrás de la pierna, el golpe del calzado al tocar el suelo— actúa como una mano invisible que afloja el lazo y a continuación jala de los extremos libres.

Por separado, ni el péndulo ni el impacto logran desanudar un lazo. Pero cuando se suceden, lo consiguen.

"Cuando hablamos de estructuras atadas, si se puede comenzar a entender el lazo del zapato, luego se lo puede aplicar a otras cosas, como al ADN o a las microestructuras, que fallan bajo fuerzas dinámicas", dijo Daily-Diamond a Science Daily. "Éste es el primer paso hacia la comprensión de por qué ciertos nudos son mejores que otros, algo que nadie ha hecho en realidad".

El profesor O’Reilly y sus estudiantes graduados utilizaron una cámara para filmar y observar cuadro a cuadro. Gregg trotó como voluntaria
El profesor O’Reilly y sus estudiantes graduados utilizaron una cámara para filmar y observar cuadro a cuadro. Gregg trotó como voluntaria

Cuando se corre, el pie choca contra el suelo a una velocidad de siete veces la fuerza de gravedad. "Nos sorprendió que la aceleración fuera tan alta", dijo O'Reilly. "Es un milagro biomecánico que la columna vertebral y el cuerpo absorban todo ese impacto". El nudo se aplasta y se afloja.

A continuación, la oscilación de las piernas imponen la fuerza de la inercia sobre los extremos libres, lo cual hace que el lazo se deshaga en cuestión de dos pasos. Para verificar la teoría, los investigadores agregaron peso a los cordones y observaron que se deshacían más rápidamente, porque las fuerzas de la inercia en los extremos libres aumentaron. También crearon una prueba del movimiento pendular.

La comprensión del mecanismo puede servir para limitar la distorsión por el impacto y la inercia, tanto de un lazo real como de una atadura en campos de investigación como la genética. "Lo interesante es que los cordones se pueden mantener bien por largo rato, y cuando el movimiento causa que el nudo se afloje, comienza un efecto de avalancha que conduce a la falla", observó Gregg.

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