Un informe denuncia restricciones, torturas y amenazas a trabajadores de ONGs en China

Desde que Xi Jinping llegó al poder en el 2012, las violaciones a los derechos civiles han aumentado. En el 2015, la policía tuvo en la mira a unos 250 abogados defensores de derechos humanos y a activistas

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Una mujer activista pro democracia protesta afuera de un tribunal en Hong Kong. (Reuters)
Una mujer activista pro democracia protesta afuera de un tribunal en Hong Kong. (Reuters)

La situación de los derechos humanos en China ha empeorado durante el último año con la tortura sistemática de activistas y la desaparición forzosa de críticos al gobierno, reportó en un nuevo informe la Red China de Defensores de los Derechos Humanos (CHRD).

El estado chino a través de la creación de nuevas leyes le dio poder a la policía para criminalizar la labor de trabajadores de ONGs que, ya sea por su actividad o posturas políticas, representan una amenaza al gobierno, informó la red de defensores.

"El gobierno chino parece tener la intención de eliminar las actividades a las que tiene derecho la sociedad civil a través de una combinación de nuevas leyes que restringen la forma como se financian y operan las ONGs, y criminaliza las actividades relacionadas con la defensa de los derechos humanos aludiendo una amenaza a la seguridad nacional", dijo Frances Eve, investigadora del CHRD, al diario británico The Guardian.

Eve agregó que lo que más llama la atención es la forma como "prácticamente se institucionalizó el uso de la tortura para forzar a la defensores a confesar que su trabajo legítimo y pacífico en favor de los derechos humanos es un crimen"

Miembros de la policía patrullan las calles de Beijing. (REUTERS)
Miembros de la policía patrullan las calles de Beijing. (REUTERS)

Desde que Xi Jinping llegó al poder en el 2012, las violaciones a los derechos civiles han aumentado. En el 2015, la policía tuvo en la mira a unos 250 abogados defensores de derechos civiles y a activistas.  

En el 2016 también aumentaron las denuncias de torturas a detenidos, con métodos que incluyen palizas, ataques cometidos por compañeros de prisión ordenados por guardias, privar de comida, agua y sueño al prisionero y prohibirle atención médica.

Una de los casos más sonados fue el del sueco Peter Dahlin, quien trabajaba para una ONG que promovía el desarrollo de un sistema judicial independiente en China.

Peter Dahlin
Peter Dahlin

Luego de estar tres semanas detenido, Dahlin confesó en cadena nacional que su actividad era ilegal. "He violado la ley china por mis actividades. He causado daño al gobierno chino. He herido los sentimiento del pueblo chino", dijo.

Las confesiones, como la de Dahlin, son transmitidas por cadena nacional y sin que la mayoría de los detenidos obtengan un juicio. Y cuando los casos de los activistas llegan hasta las cortes, la policía presiona a éstos para que acepten a abogados escogidos por el gobierno. Cuando esto ocurre, la defensa que recibe el detenido es débil, y éste debe declararse culpable y prometer que no apelará el caso, dice el reporte de CHRD.

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