Autoritarismo y glamour: la excéntrica "diplomacia caviar" de Azerbaiyán

Gobernada por un presidente que quitó lo límites temporales a su mandato y mantiene decenas de presos políticos, la ex república soviética se promociona como una nación moderna, realiza eventos culturales y deportivos de escala global y agasaja con generosidad a funcionarios y diplomáticos de las potencias occidentales

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Mucho, mucho caviar; juegos de té de cristal; un presidente hijo del presidente anterior y sin límite a sus reelecciones; un bisnieto de Sigmund Freud lobbysta en Londres; entre 30 y 100 presos políticos; invitaciones generosas a congresistas de los Estados Unidos; protestas populares por el precio del pan; compra de armas a Israel; donaciones millonarias para el arte en Francia; esculturas de la esposa del presidente en Canadá; Juegos Europeos y el primer Grand Prix de Fórmula 1 a un costo de USD 30 millones: bienvenidos a Azerbaiyán.

En un artículo detallado, la revista 1843, una edición bimensual del equipo de The Economist, describió la política de una nación que, aunque ubicada en el Cáucaso Sur, quiere ser europea: a su capital, Bakú, se la suele llamar la París del Caspio, y tras la llegada de Bernie Eccleston y sus carreras de automóviles a 220 millas por hora se la ha comparado con Mónaco.

En junio de 2016, Bakú, la capital azerí tuvo su primer Gran Premio de Fórmula 1 (AFP)
En junio de 2016, Bakú, la capital azerí tuvo su primer Gran Premio de Fórmula 1 (AFP)

Pero Azerbaiyán evoca, acaso más que a Francia y al principado, a Slaka, el país imaginario del Este de Europa que creó el novelista británico Malcolm Bradbury. "¡Slaka! Tierra del lago y el bosque, de la remolacha y el tractor. ¡Slaka! Tierra cuyos ímites están a veces aquí, otras veces más al norte, y a veces no existen. Tierra de riquezas culturales, con un lengua muy fácil de aprender para quien habla finlandés y un poco de hitita".

Aquella sátira parece tener un derivado real en el gobierno autocrático de Azerbaiyán, que ha logrado suavizar las críticas a sus acciones antidemocráticas y quitarle esperanza a la oposición mediante una misma acción: influir a las naciones de Occidente con lo que se conoce como "diplomacia del caviar". Y cuesta muchísimos millones de dólares.

Deporte y sobornos: cómo mostrar un país feliz

El gobierno de Ilham Aliyev ha realizado una serie de eventos deportivos como —argumentó— estrategia para diversificar la economía, centrada en las exportaciones de petróleo y de gas. Por ahora no han llegado muchos visitantes, y para los 9 millones de locales las entradas al Gran Prix, por ejemplo, eran inalcanzables, aunque se vendían con un 40% de descuento. La carrera inaugural se hizo ante 25.000 personas; en Mónaco hubieran sido 200.000.

El presidente azerí, Ilham Aliyhev, que sucedió a su padre y abolió los límites temporales de su mandato (AFP)
El presidente azerí, Ilham Aliyhev, que sucedió a su padre y abolió los límites temporales de su mandato (AFP)

"En 2003, Aliyev sucedió a su padre, Heydar, como presidente, en una elección arreglada; a continuación recurrió a un referéndum para abolir los límites a los períodos presidenciales", escribió Matthew Valencia, autor y editor de temas especiales en el semanario británico. "Planea consolidar su poder aun más en un plebiscito próximo. Bajo su aparente líder eterno, Azerbaiyán ha perseguido a los críticos constantemente. Hay entre 30 y 100 presos políticos".

Entre ellos se cita al ex candidato presidencial Ilgar Mammadov, un abogado arrestado luego de intentar ese sueño. Hace poco salió en libertad la periodista Khadija Ismayilova, acusada de evadir impuestos, pero sobre todo autora de investigaciones sobre corrupción en el gobierno. El único diario independiente, Azadliq (Libertad), está a punto de cerrar por la falta de pago y una demanda de su distribuidora, que es estatal; Meydan TV, una web también independiente, es investigada por "abuso de poder".

En términos de libertad de expresión, según Reporteros sin Fronteras, Azerbaiyán no se destaca: está en el puesto 163 de 180 países. "A uno lo pueden arrestar por publicar o inclusive por darle 'me gusta' al comentario equivocado en Facebook", destacó The Economist.

El presidente azerí junto a su hija, en una inauguración pública. (Gobierno de Azerbaiyán)
El presidente azerí junto a su hija, en una inauguración pública. (Gobierno de Azerbaiyán)

Para mantener un perfil bajo sobre esos excesos, Aliyev diseñó un programa de lobby en Occidente: usa consultoras y firmas de relaciones públicas, arregla conferencias de prensa pagadas por sus políticos en los hoteles más lujosos de Bakú y cubre a los asistentes con regalos, "como alfombras y la delicadeza que le da su nombre a la diplomacia del caviar", según Valencia.

"Las actividades de la Sociedad Europea Azerí (TEAS, por sus siglas en inglés) incluyen la organización de eventos culturales, lobby con legisladores europeos y arreglo de visitas a Bakú. La dirige en Londres Lionel Zetter, un lobbysta veterano", agregó. También podría haber pagado —está en investigación desde junio— €2 millones a un político de Milán, Luca Volontè, quien convenientemente se opuso a un informe sobre 85 presos políticos azeríes que se presentó en la asamblea parlamentaria del Consejo Europeo. Luego de una polémica, prevaleció su posición.

Azerbaiyán no sólo quiere ser importante para la comunidad europea, a la que se presenta como el gran candidato para que sus importaciones de gas y petróleo dependan menos de Rusia, sino que también aspira a ser considerado un aliado de Occidente en la región: moderno, estable y secular (aunque de mayoría musulmana).

El gobierno ha dado pasos para "limitar la influencia de Irán y Rusia en la región del Caspio", consignó 1843. "Con frecuencia Israel ha utilizado a Azerbaiyán como una base desde donde monitorear las actividades de Irán en la región, y le ha vendido muchas armas".

Bakú, la capital azerí, combina historia con enormes construcciones modernas.
Bakú, la capital azerí, combina historia con enormes construcciones modernas.

En los Estados Unidos la operación es de gran escala como en Europa: la diplomacia del caviar se distribuye desde la embajada, desde la empresa estatal de petróleo, SOCAR, y desde la versión americana de TEAS, la Alianza Estadounidense Azerí (AAA, que entre 2011 y 2014 gastó unos USD 10 millones). Poco antes de la visita del presidente Aliyev para la cumbre nuclear, Bakú contrató por USD 50.000 al mes a la firma lobbysta Podestá Group. "Parece haber sido dinero bien gastado: el presidente obtuvo una palmada en el hombro en una foto con [Barack] Obama y se encontró con un ejecutivo importante de General Electric, un gran inversor en Azerbaiyán".

El Podesta Group también se esfuerza para que crezca la oposición a un proyecto legislativo, la Ley de Democracia en Azerbaiyán, que impondría sanciones de visas a los funcionarios azeríes por violaciones a los derechos humanos.

Bakú no está entre las capitales más desconocidas en Washington, desde que en 2013 nueve congresistas y tres decenas de personas de sus equipos viajaron a una conferencia con todo pago por una red de organizaciones sin fines de lucro detrás de las cuales se asomaba SOCAR. Los representantes no pueden recibir regalos de gobiernos extranjeros, pero las alfombras y los juegos de té de cristal les fueron entregados por esas sociedades de beneficencia. "Varios de los políticos que fueron a ese viaje sumaron sus nombres a leyes sobre energía pro-Azerbaiyán", destacó la revista británica.

Con la asunción de Donald Trump habrá que ver qué sucede con la construcción paralizada de la Torre y Hotel Trump en Bakú, en cuya arquitectura resuena la forma de una vela de navegación.

La reina Isabel, el bisnieto de Freud y la hija de Aliyev

A las élites azeríes les gusta codearse con los poderosos de Occidente, y 101tienen una debilidad por los británicos. En Londres poseen muchas propiedades y "lograron ascender hasta la cima del orden social: un grupo de bailarines azeríes actuaron en los festejos de los 90 años de la Reina Isabel II, lo cual le ganó a la República de Azerbaiyán la "sincera gratitud" en la página de reconocimientos del programa, por encima de patrocinadores corporativos más familiares como Jaguar", escribió Valencia.

"Tony Blair colaboró al promocionar un acuerdo por un oleoducto", agregó, "y se dice que ganó unos USD 150.000 por hablar en la inauguración de una planta de metanol en Azerbaiyán. El príncipe Andrés ha ayudado a negociar varios acuerdos de energía. Se dice que se ha encontrado varias veces con Aliyev, y que tiene una relación cálida con él".

Leyla Aliyeva, la glamorosa hija del presidente, es parte de la campaña promocional de su país
Leyla Aliyeva, la glamorosa hija del presidente, es parte de la campaña promocional de su país

Entre las muchas firmas de relaciones públicas británicas con que opera, Bakú tiene preferencia por Freud Communications, que dirige Matthew Freud, un bisnieto del fundador del psicoanálisis. "Ha sido encargada, como lo formuló un ex empleado, de 'construir la imagen de la hija del déspota', Leyla Aliyeva", según The Economist. "La compañía trabaja muy cerca de Aliyeva en Bakú, una revista satinada que Condé Nast publica a ritmo trimestral. Oficialmente ella es directora". Alta costura, Ferraris, restaurantes de lujo: la publicación se concentra en temas que en nada rozan al azerí común que en enero protestó en varias ciudades y pueblos por el precio del pan.

La Primera Dama: de la política al arte

Ecclestone no ha sido el único que alzó los hombros con indiferencia cuando lo criticaron por haber inaugurado la Fórmula 1 como parte de una política de propaganda. Desde que asumió Aliyev en Bakú se realizaron también los Juegos Europeos —cuya inauguración duplicó los USD 42 millones que gastó Londres en la de los Olímpicos— y el año próximo se realizarán los Juegos de Solidaridad Islámica (una suerte de olimpíada para los países musulmanes) y en 2020 se jugarán algunos de los partidos del campeonato europeo de fútbol.

Tampoco todo es deporte. En 2012 Azerbaiyán fue el país anfitrión del concurso de la canción Eurovisión y se ha impuesto como patrocinador de arte. La hija del presidente inauguró una muestra del estadounidense George Condo (que incluía una composición titulada "I Love Baku") y una fundación vinculada al gobierno ha pagado numerosos proyectos de restauración en Francia, y donado €1 millón al Museo del Louvre. La concentración de los fondos en Francia —que tiene lazos diplomáticos más fuertes con Armenia que con Azerbaiyán— no es casual.

Leyla Aliyeva, en la inauguración de una muestra de arte.
Leyla Aliyeva, en la inauguración de una muestra de arte.

La esposa del presidente, Mehriban Aliyeva, "es, en los papeles, una mujer renacentista: miembro del parlamento (elegida con el 94% del voto), titular de entidades de beneficencia y apoyo a las artes, y embajadora en la UNESCO", según Valencia. Esas actividades —según un cable diplomático estadounidense que se filtró— le dan una enorme exposición positiva. A punto tal que en octubre de 2015 una Agencia Sueca de la Paz, cuyo presidente es de origen azerí, la nominó al Premio Nobel de la Paz.

"Estatuas de la señora Aliyeva, en aparencia pagadas por el gobierno, han aparecido en varios pueblos y ciudades de Occidente", destacó el autor. Una de ellas, en la localidad canadiense Niagara-on-the-Lake, "la muestra vestida como una musa divina". Aunque los canadienses tal vez se asombren de la excentricidad del asunto, en realidad no son ellos los destinatarios del mensaje: son los azeríes, a quienes esas esculturas en otros países "los persuade de que el país es respetado en el extranjero, y así también desalienta a la oposición".

En el mundo de fantasía de la diplomacia de caviar sólo un problema parece oscurecer el horizonte: la caída del precio del petróleo en 2014 y 2015. Desde entonces el país sufrió devaluaciones y crisis presupuestarias que provocaron incomodidad entre los fieles a Aliyev: "Los servidores públicos ya no reciben los sobres que oficialmente completaban sus salarios". Se espera que la contracción de la economía en 2016 llegue a 3%, lo cual dejaría poco margen para el dispendio internacional.