Acuerdos de Oslo: el mayor éxito y la gran decepción de Shimon Peres

El estadista israelí fallecido fue el principal impulsor del histórico acuerdo entre Israel y la Organización para la Liberación de Palestina, firmado en 1993. Qué preveía y por qué fracasó

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Momento histórico: Ante la mirada de Bill Clinton y Yasser Arafat, Shimon Peres firma el acuerdo de paz (AFP)
Momento histórico: Ante la mirada de Bill Clinton y Yasser Arafat, Shimon Peres firma el acuerdo de paz (AFP)

El premio Nobel de la Paz fue el punto más alto de la carrera política de Shimon Peres: el año siguiente fue derrotado en las elecciones y no volvió a ocupar cargos de gobierno (el de Presidente de la República en Israel es casi exclusivamente ceremonial).

Peres recibió el premio en 1994 -cuando era Ministro de Exteriores- junto al entonces Primer Ministro de Israel, Yitzhak Rabin y al líder de la Organización de Liberación Palestina (OLP), Yasser Arafat, por su rol en las negociaciones por los celebres acuerdos de Oslo, el primer tratado de paz jamás firmado entre israelíes y palestinos.

Shimon Peres y Yasser Arafat, protagonistas de los Acuerdos de Oslo por Israel y la OLP
Shimon Peres y Yasser Arafat, protagonistas de los Acuerdos de Oslo por Israel y la OLP

Por qué se llaman así

Si bien el acuerdo final fue firmado en Washington ante la presencia del presidente Bill Clinton, los primeros encuentros entre palestinos e israelíes comenzaron espontáneamente y sin la mediación de EEUU. Noruega fue el país que se ofreció para hospedar las delegaciones, que fueron alojadas en una casa en las afueras de Oslo, la capital del país.

Hubo 14 sesiones de negociaciones entre 1992 y 1993. Además, como los delegados de ambas partes vivían en la misma casa, hubo también muchas reuniones informales. Los encuentros terminaron con la Declaración de principios, aprobada por el gobierno de Israel y por los jefes de OLP.

Por qué fueron importantes

Con los acuerdos, por primera vez los israelíes reconocieron a la OLP como la entidad encargada de representar el pueblo palestino y le reconocieron el derecho de gobernar sobre los territorios ocupados.

La OLP, por otra parte, reconoció el derecho para Israel de existir y renunció al uso de la violencia para lograr su objetivo histórico de un Estado palestino.

El acuerdo tenía previsto también un plan para solucionar la llamada "cuestión palestina". El plan tenía previsto la progresiva retirada de las fuerzas israelíes de la Franja de Gaza y Cisjordania y el derecho de los palestinos al autogobierno en esas zonas a través de la autoridad palestina.

El Primer Ministro de Israel Yitzhak Rabin y el lider de la OLP Yasser Arafat se dan la mano bajo la mirada de Bill Clinton, en la ceremonia de la firma de los acuerdos de Oslo el 13 de septiembre de 1993, en Washington (AP Photo/Ron Edmonds)
El Primer Ministro de Israel Yitzhak Rabin y el lider de la OLP Yasser Arafat se dan la mano bajo la mirada de Bill Clinton, en la ceremonia de la firma de los acuerdos de Oslo el 13 de septiembre de 1993, en Washington (AP Photo/Ron Edmonds)

Por qué fracasaron

En 1995 Rabin y Arafat firmaron otros acuerdos -llamados Oslo II- que garantizaban a la OLP el gobierno de varias ciudades de Gaza y Cisjordania, mientras que Israel ya había empezado a retirar sus tropas.

Sin embargo, la desconfianza entre las dos partes seguía siendo alta. En Palestina grupos militares como Hamas y el Frente Popular para la liberación de Palestina rechazaron los acuerdos y desataron una ola de ataques contra Israel.

También en Israel había muchos críticos, encabezados por el principal partido de derecha, el Likud.

Los acuerdos terminaron definitivamente cuado en 1995 el Primer Ministro israelí, Rabin, fue asesinado por un fanático religioso judío. Poco después, en 1996, el Likud ganó las elecciones y su líder Benjamin Netanyahu -quien había estado contrario a los acuerdos- se convirtió en Primer Ministro. No siguió los pasos previstos para completar los acuerdos, como el estatus de Jerusalén y el destino de las colonias israelíes en Cisjordania.

Otro intento de relanzar las negociaciones fue en el año 2000 -siempre bajo la mediación de Bill Clinton- entre el nuevo primer ministro de Israel, Ehud Barak, y Yasser Arafat, pero sin éxito. Poco tiempo después comenzó la Segunda Intifada, con varios atentados suicidas palestinos y lanzamientos de cohetes, que terminó recién en 2005.

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