Varios países han comenzado a tomar acciones por la expansión de la nueva variante del COVID-19, Ómicron: algunos optaron por fortalecer el cumplimiento de los protocolos sanitarios, mientras que otros más volvieron al deja vú del cierre de fronteras a viajeros.
Sin embargo, autoridades sanitarias de México han expresado en reiteradas ocasiones una postura contraria a la de otros líderes mundiales, al minimizar el riesgo de esta nueva cepa primeramente anunciada en Sudáfrica.
En ese tenor, Hugo López-Gatell afirmó que la restricción o cancelación de vuelos desde países africanos no evitará su propagación, pues, dijo, el virus podría arribar de otras naciones que ya la reportaron, tales como Estados Unidos o Brasil.
“No resuelven nada, porque puede llegar de cualquiera de los países que ya tienen Ómicron. (...) Causa daños al bienestar de los pueblos”, aseguró en conferencia de prensa minutos después de detectarse el primer caso de Ómicron en México.
Esta declaración desató la furia del ex presidente mexicano, Vicente Fox Quesada, quien arremetió fuertemente contra el epidemiólogo a través de su cuenta de Twitter, al señalar que no le importa las muertes por el COVID-19 en México.
“Siempre este sonso despreciando la sabiduría mundial en el tema. Por algo somo el 4o lugar mundial en muertes... Pero a este tipejo y su jefe les vale madr*s!!”.
En el encuentro, el funcionario también comentó que la preocupación mundial en torno a la nueva variante “tiene un componente justificado y respaldado científicamente”, el cual corresponde hasta el momento con que esta variante puede tener mayor transmisibilidad.
No obstante, aclaró que no existe ninguna evidencia al momento que compruebe mayor letalidad de la cepa; que evada la respuesta (evadir vacunas o el historial clínico); que los tratamientos existentes sean inefectivos, o que las pruebas diagnósticas sean inútiles: “Ninguna de estas características ha sido comprobada”, aseveró.
Explicó que la razón por la que fue catalogada como “variante de preocupación” es a raíz de ser una variante con múltiples mutaciones. En ese tenor, aseguró que dicha característica “ayuda al propósito social de lograr inmunidad más rápido”.
“Cuando uno analiza la realidad de esta variante, ayuda a que más rápidamente los casos leves se recuperen, como ocurre en más del 95% de las personas, y queden inmunes; lo cual ayuda a toda la sociedad”.
Respecto a la persona a quien se le detectó Ómicron, el subscretario informó que hasta el momento, las personas que tuvieron contacto con el primer caso no registran síntomas, signos de alarma o positividad al virus SARS-CoV-2.
La persona de origen sudafricano llegó a México el pasado 21 de noviembre y seis días después, presentó sintomatología característica de COVID-19 leve, por lo que recibió atención médica en un hospital privado de la Ciudad de México (CDMX) el 29 de noviembre.
Asimismo, la prueba de antígeno y RT-PCR resultaron positivo; durante su evaluación en urgencias se encontraba estable con saturación del 95 por ciento. Fue así que voluntariamente decidió aislarse para evitar contagios.
El 30 de noviembre se recibió la muestra en el InDRE, donde inició su análisis con el nuevo protocolo establecido el 26 de noviembre y fue así que los resultandos preliminares son positivos para el gen N2, y se observa que la muestra presenta falla en la diana del Gen S (negativo a gen S, positivo al gen ORFab y positivo al gen N), características de la variante Ómicron.
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