El día que Olga Sánchez Cordero votó en la Suprema Corte para liberar a Florence Cassez

La ex ministra, ahora secretaria de Gobernación del gobierno de López Obrador, se encargó de presentar el proyecto de amparo para la francesa, con el que fue liberada de una sentencia de 60 de secuestro en un caso calificado como “montaje”

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Sánchez Cordero fue ministra de la Suprema Corte entre 1995 y 2015 (Foto: Cuartoscuro)
Sánchez Cordero fue ministra de la Suprema Corte entre 1995 y 2015 (Foto: Cuartoscuro)

No era la ministra designada, pero el polémico caso de Florence Cassez, la francesa detenida junto a su pareja mexicana, Israel Vallarta, acusados de secuestro en un caso señalado por un “montaje” televisivo para inculparlos. Pero la ministra Olga Sánchez Cordero fue la encargada de realizar el segundo proyecto, y definitivo, con el que el máximo Tribunal del país amparó y liberó a la europea en 2013.

Cassez, detenida junto a Vallarta en diciembre de 2005, fue sentenciada por secuestro a 60 años de prisión. Sin embargo, su demanda de amparo llegó a la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN). Ahí, el encargo cayó primero en el ministro Arturo Zaldívar, que desde 2019 es presidente de la Corte.

Sin embargo, en la discusión del proyecto de Zaldívar en 2012, los ministros de la Primera Sala, incluidos Zaldívar y Sánchez Cordero, votaron por otorgar el amparo. Sin embargo, en la discusión de los efectos que tendría la protección del Estado, no lograron un acuerdo. Entonces, el proyecto tuvo que desecharse.

Sánchez Cordero fue la encargada de desarrollar uno nuevo, enfocada en conseguir el apoyo de todos los ministros de la Primera Sala. Sin embargo, el proceso tardó en volverse a discutir en la Primera Sala: el día marcado fue el 23 de enero de 2013.

Cassez fue liberada en 2013 por mandato de la SCJN, luego de se condenada a 60 años de prisión por secuestro (Foto: Reuters)
Cassez fue liberada en 2013 por mandato de la SCJN, luego de se condenada a 60 años de prisión por secuestro (Foto: Reuters)

“Cerca del mediodía de ese 23 de enero, los ministros que integran la Primera Sala de la SCJN abandonan sus despachos y se reúnen para la sesión privada en torno al proyecto de la ministra Sánchez Cordero”, escribe Jorge Volpi en su brillante reportaje “Una novela criminal” (Penguin Random House, 2018) que, al mejor estilo de Truman Capote y Rodolfo Walsh, se adentra en el trabajo periodístico sin perder su capacidad narrativa.

“El ambiente es tan tenso como en la ocasión anterior, agravado por la incertidumbre ante la posición que tomará el ministro Gutiérrez Ortiz Mena (la nueva adición del máximo Tribunal en los meses que pasaron entre la primera discusión del caso y la segunda). Siguiendo la costumbre, el presidente en turno de la Sala, Jorge Pardo, pide a los demás que expresen el sentido que darán a su voto”, detalla Volpi.

“En contra del proyecto”, admite Zaldívar, el cual insiste que, por coherencia, no puede cambiar sus convicciones. En realidad, se siente un tanto agraviado o traicionado por su amiga, quien ha querido acercarse a la posición de Cossío y ha propuesto un amparo para efectos

Por su parte, José Ramón Cossío se pronuncia a favor de un amparo para efectos, pero distintos a los que proponer el proyecto, por lo que el proyecto de Sánchez Cordero se tambalea seriamente. “A favor del amparo para efectos”, asegura también Pardo, cambiando su voto frente a la vez anterior, “pero en un sentido distinto al del proyecto”.

Arturo Zaldívar, hoy presidente de la SCJN, presentó el primer proyecto para amparar a Cassez, pero no encontró consenso (Foto: Sáshenka Gutiérrez/ EFE)
Arturo Zaldívar, hoy presidente de la SCJN, presentó el primer proyecto para amparar a Cassez, pero no encontró consenso (Foto: Sáshenka Gutiérrez/ EFE)

‘‘Yo estoy con el ministro Zaldívar’, apunta entonces Gutiérrez Ortiz Mena, sorprendiendo a los demás, ‘por un amparo liso y llano’. Para Sánchez Cordero no fue sencillo articular el proyecto que ha presentado y de pronto los otros cuatro ministros se han manifestado en contra suya, por distintas razones, uno tras otro”, explica el escritor mexicano en su obra, ganadora del Premio Alfaguara de novela en 2018, a pesar de ser un texto no ficcional.

Pero entonces ocurre una situación inédita. “Sólo en ese instante se da cuenta que, si altera el sentido del proyecto que acaba de presentar, decantándolo por un amparo liso y llano, sumará los votos suficientes para la mayoría (de tres ministros, ya que cada Sala de la Corte tiene cinco). Acalorada, así se lo anuncia a sus colegas”, explica Volpi.

Los ministros muestran confusión. Es ahí donde Sánchez Cordero aprovecha. “Valiéndose de su larga experiencia en la Corte, la ministra revisa el tambache con el que ha llegado a la sesión privada y extrae el proyecto de sentencia desechado en la sesión de 2012. ‘Hago mío el proyecto del ministro Zaldívar’, declara”, en un cambio absoluto.

Ninguno de los presentes ha imaginado una solución semejante. Y, al menos en ese momento, nadie la objeta
Según Volpi, una de las versiones es que Zaldívar y Sánchez Cordero acordaron la estrategia antes de reunirse con los otro ministros, de acuerdo con un cercano al ex ministro Cossío (Foto: Cuartocuro)
Según Volpi, una de las versiones es que Zaldívar y Sánchez Cordero acordaron la estrategia antes de reunirse con los otro ministros, de acuerdo con un cercano al ex ministro Cossío (Foto: Cuartocuro)

Esto abre las puertas a que, ya en la sesión pública de la Primera Sala, ante una máxima audiencia presencial y la cobertura de cientos de medios mexicanos y franceses, todos atónitos, los ministros discuten primero el proyecto de Sánchez Cordero y después, ante la negativa de aprobarlo en sus términos, la ministra decide tomar el que ya había sido votado por Zaldívar.

Es entonces que, con el cambio que ya había presentado la Primera Sala en su conformación de ministros, Sánchez Cordero construye, con el proyecto de Zaldívar, apoyado por el ministro ya con los cambios para otorgar el amparo liso y llano, así como el voto de Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena, la mayoría necesaria para ampararla y liberarla.

“Las versiones sobre lo ocurrido esa mañana difieren radicalmente. Mientras Zaldívar y Sánchez Cordero aseguran que se trató de una solución tan audaz como repentina, Cossío está convencido de que existió un acuerdo previo entre ambos”, relata Volpi.

“Esta segunda versión la confirma Javier Mijangos, entonces subordinado de Zaldívar y hoy más cercano a Cossío, quien asegura que su equipo y el de la ministra se reunieron el 22 de marzo, una vez que sus jefes les revelaron la posibilidad de que Gutiérrez Ortiz Mena podría votar por un amparo liso y llano”, precisa el escrito mexicano.

Desde 2018, Sánchez Cordero es la secretaria de Gobernación del gobierno de AMLO (Foto: Victoria Valtierra/ Cuartoscuro)
Desde 2018, Sánchez Cordero es la secretaria de Gobernación del gobierno de AMLO (Foto: Victoria Valtierra/ Cuartoscuro)

Según Mijangos, “fraguaron entonces la estrategia que le permitiría a la ministra rescatar el proyecto de Zaldívar y someterlo a una nueva votación al hacerlo suyo”. “La prueba de esta versión, según Mijangos, es que Sánchez Cordero lo extrajo de su tambache ya engargolado. Zaldívar insiste en que, si él y la ministra se hubiesen puesto de acuerdo, ello hubiese alterado su proyecto desde el principio”, concluye Volpi.

La sesión de la Primera Sala de la Corte, así como su versión estenográfica de la sesión pública, se pueden consultar en internet. Pero la reacción de los presentes aquel día en la SCJN es cortesía de Volpi. “Isabel Miranda (de Wallace) se levanta de su asiento, sin dejar de vociferar maldiciones, y se retira de la sala estruendosamente”, escribe sobre la activista, quien siempre mantuvo que Cassez era culpable.

“Una vez desahogados los demás asuntos de la orden del día, la ministra Sánchez Cordero le hace una visita de cortesía al presidente de la corte en ese momento, Juan Silva Meza. ‘Es muy buena resolución Olga la felicito. Créeme que a pesar de que la opinión pública está muy crispada, a la larga va a ser muy importante para cualquier persona y para la protección de sus derechos’”, festejó la entonces cabeza del Poder Judicial.

Luego de su triunfo en las presidenciales de 2018, Andrés Manuel López Obrador elegiría a la ministra en retiro Sánchez Cordero como la secretaria de Gobernación, el puesto más poderoso de su gabinete, en el que se encuentra desde entonces, siendo la primera mujer en tener dicha posición.

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