Golpe al narco: incineran más de 10 toneladas de drogas en Tijuana

Entre las sustancias quemadas se encontraban cerca de 6 kilos de fentanilo, la droga más temida por los Estados Unidos

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En las llamas se consumieron cuatro toneladas 884 kilos 610 gramos 600 miligramos de marihuana, cinco toneladas 228 kilos 104 gramos 600 miligramos de clorhidrato de metanfetamina; además, seis kilos 191 gramos 100 miligramos de clorhidrato de diacetil morfina, 13 kilos 280 gramos 200 miligramos de cocaína y seis kilos 478 gramos 900 miligramos de clorhidrato de fentanilo.
En las llamas se consumieron cuatro toneladas 884 kilos 610 gramos 600 miligramos de marihuana, cinco toneladas 228 kilos 104 gramos 600 miligramos de clorhidrato de metanfetamina; además, seis kilos 191 gramos 100 miligramos de clorhidrato de diacetil morfina, 13 kilos 280 gramos 200 miligramos de cocaína y seis kilos 478 gramos 900 miligramos de clorhidrato de fentanilo.

La Fiscalía General de la República (FGR), en coordinación con la Secretaría de Defensa Nacional (SEDENA), cumplió sus obligaciones como parte del Programa de Destrucción de Narcóticos al incinerar 10 toneladas 379 kilos 487 gramos y 200 miligramos de diferentes drogas en el estado de Tijuana.

En obediencia al Código Nacional de Procedimientos Penales del estado, al interior del Batallón de Infantería de Tijuana se organizó la hoguera a la que acudieron también autoridades militares y el Órgano Interno de Control de la Fiscalía para supervisar que la acción se realizara según lo establecido en la ley.

En las llamas se consumieron cuatro toneladas 884 kilos 610 gramos 600 miligramos de marihuana, cinco toneladas 228 kilos 104 gramos 600 miligramos de clorhidrato de metanfetamina; además, seis kilos 191 gramos 100 miligramos de clorhidrato de diacetil morfina, 13 kilos 280 gramos 200 miligramos de cocaína y seis kilos 478 gramos 900 miligramos de clorhidrato de fentanilo.

Este último narcótico es una de las principales preocupaciones de la Drug Enforcement Administration (DEA) de los Estados Unidos por la manera en que la droga se ha introducido en su país. La DEA ha expresado al gobierno mexicano su interés en que se realicen mayores esfuerzos por detener el tráfico de este narcótico a su territorio.

El fentanilo se caracteriza por su difícil detección en los filtros caninos y también por su letalidad. Este narcótico es un opioide sintético que en cantidades suficientes puede producir efectos alucinógenos, sin embargo, las dosis para conseguir dichos efectos se acercan mucho a aquella que resulta letal para los seres humanos. Por esta razón, las muertes por sobredosis accidental a causa del fentanilo son muy comunes, explicó el equipo de Univisión Investiga.

Además, se ha registrado que en ocasiones se vende este narcótico en sustitución de algún otro. Por lo que algún usuario de drogas podría, por ejemplo, consumir lo que cree ser una dosis no letal de MDMA o éxtasis y en realidad estar ingiriendo cantidades peligrosas de fentanilo.

Su letalidad ha convertido al fentanilo en la principal causa de muerte por sobredosis de opioides en los EEUU.

Junto a los narcóticos mencionados, también fueron quemadas dos plantas de amapola, 143 plantas de marihuana, un kilo 690 gramos 600 miligramos de semilla de marihuana, 68 litros 980 mililitros de clorhidrato de metanfetamina, 100 kilos 317 gramos 100 miligramos de nfenetilpiperidina, 69 kilos 156 gramos 500 miligramos de n-fenil-4-piperidinamina; también 69 kilos 653 gramos 700 miligramos de THC y nueve mil 111 unidades de diversos estupefacientes.

El fentanilo se caracteriza por su difícil detección en los filtros caninos y también por su letalidad.
El fentanilo se caracteriza por su difícil detección en los filtros caninos y también por su letalidad.

Esta sería probablemente la décima incineración de narcóticos coordinada por la FGR y la SEDENA en lo que va de este año. Antes de esta ocasión, ocurrió en Hermosillo, Sonora la quema de casi dos toneladas de drogas. También en ese estado se levantó la segunda hoguera más grande con estupefacientes después de la que se llevó a cabo en Tijuana. En esa ocasión se prendieron en llamas más de 7 toneladas de sustancias tóxicas.

El orígen de estas sustancias, según el comunicado de la FGR, fueron las diversas investigaciones que se realizan para detener el tráfico de drogas en el país.

Aunque la práctica de quema de narcóticos para su destrucción lleva años organizándose por autoridades judiciales en el país, el historiador y ensayista del Colegio de México, Froylán Enciso, escribe sobre una época en que la quema de drogas tenía fines recreativos. Según escribe en su libro Nuestra historia narcótica: Pasajes para (re) legalizar las drogas en México, durante la Revolución Mexicana, los caudillos de la época llevaban una relación estrecha con la marihuana.

Incluso recupera el libro Tropa Vieja del general revolucionario Francisco Urquizo donde narra episodios donde disfrutaban los efectos relajantes de dicha planta, a veces, incluso, en compañía del mezcal.

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