Más barato que “un metro de alfombra”: AMLO denunció “cochinero” en venta de terrenos de Fonatur con Fox

El presidente reconoció la opacidad en el pasado de este fideicomiso que ahora administra el proyecto del Tren Maya

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CIUDAD DE MÉXICO, 22OCTUBRE2020.- (FOTO: GALO CAÑAS /CUARTOSCURO.COM)
CIUDAD DE MÉXICO, 22OCTUBRE2020.- (FOTO: GALO CAÑAS /CUARTOSCURO.COM)

Este miércoles, el Diario Oficial de la Federación publicó el “decreto de modificación a la Ley General de Bienes Nacionales para garantizar el libre acceso y tránsito en playas”. Este mandato del Ejecutivo determina que la entrada y circulación en “zona federal marítimo terrestre no podrá ser inhibido, restringido, obstaculizado ni condicionado salvo casos establecidos”.

Este jueves, durante la conferencia de prensa matutina desde Palacio Nacional, el presidente Andrés Manuel López Obrador explicó que “esta disposición legal es para que no se continúe entregando playas a particulares. Que sí existan playas de hoteles, pero que se garantice que la gente pueda acceder a las playas”.

El mandatario también dijo que buscaría blindar el dictamen para “ya no permitir que se sigan entregando playas y que se recuperen las que se puedan recuperar”. Se refirió al caso particular de la colonia Colosio, en Playa del Carmen, donde “un proceso de regularización” para entregar escrituras a las personas que viven sin papeles en lotes donde ya construyeron. La condición irregular de esos habitantes es consecuencia de un conflicto jurídico con empresarios que reclaman propiedad de los terrenos.

El 21 de septiembre de este año, el presidente habló sobre el tema de las ventas de terrenos de playa durante los gobiernos de Vicente Fox y Felipe Calderón. Dijo que “era un cochinero, la venta de terrenos de Fonatur (Fondo Nacional de Fomento al Turismo). Durante el gobierno de Fox se vendieron terrenos, como a 10 minutos del aeropuerto de Cancún, como 200 ó 300 hectáreas, a 70 pesos el metro cuadrado, ni lo que cuesta un metro de alfombra”.

Un reportaje de la revista Fortuna, en agosto de 2007, encontró que, entre el año 2000 y el año de publicación, el organismo había vendido un total de 15,128,823 metros cuadrados a lo largo del país y cobró, entre pesos y dólares, 7,662 millones de pesos de aquel año. En promedio, cotizó cada metro cuadrado de terreno turístico en 506 pesos.

Playas de Cancún (Foto: EFE/ Alonso Cupul)
Playas de Cancún (Foto: EFE/ Alonso Cupul)

Pero no todos los terrenos recibieron el mismo trato. De acuerdo con la investigación, Fonatur vendió los terrenos de “Cancún en USD 14 el metro cuadrado, USD 8 San José del Cabo, 185 pesos en Loreto, 19 pesos en Ixtapa y 7 pesos en Vista Pelícanos, Guerrero”.

De acuerdo con el entonces coordinador de la Campaña de Océanos de Greenpeace en México y actual representante del Centro para la Diversidad Biológica, Alejandro Olivera, el modo de operar del fondo era crear fideicomisos con los compradores de los terrenos. Así, éstos obtenían apoyo para el desarrollo turístico y aseguraban el mantenimiento de las obras terminadas.

Algunos de los funcionarios vinculados con este esquema de abaratamiento de lotes son John McCarthy Sandland, director de Fonatur en el sexenio de Vicente Fox, y sus delegados en Quintana Roo, Édgar Villajuana Berzunza y Ricardo Alvarado Guerrero. En 2008, el senador panista Luis Coppola Joffroy solicitó a la comisión de turismo de la Cámara de Diputados una investigación sobre la gestión de McCarthy y lo denunció por venta ilegal de terrenos.

La investigación no procedió y, hoy en día, tanto McCarthy como sus delegados ocupan puestos directivos en empresas inmobiliarias que aprovecharon el esquema de subcotización de los predios, clasificados como “Centro Integralmente Planeado” en 8 de las principales playas del país.

Los CIPs son una herramienta de inversión que data del gobierno de Díaz Ordaz. Desde su concepción, han consistido en incentivar la inversión de privados en el turismo mediante el desarrollo de infraestructura pública y servicios en las localidades playeras.

En 2014, el periódico Eje Central publicó una nota en la que constataba que Fonatur tenía una deuda de 4,462 millones de pesos vinculada con la obtención de créditos para invertir en CIPs y la venta de los terrenos asociados a precios risibles. Además, la inversión de estos proyectos se ha caracterizado por ignorar parámetros de conservación ambiental.

Aun con el historial de opacidad del fideicomiso de Fonatur, el gobierno federal reconoció la posibilidad de arreglarlo y, de hecho, le encomendó el desarrollo de uno de sus principales proyectos, el Tren Maya.

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