La Secretaría de Salud (SSa) reportó que hasta este miércoles 7 de octubre se han registrado en México 799,188 casos de contagios acumulados de coronavirus (COVID-19). Además, desde el inicio de la epidemia, México ha sufrido 82,726 defunciones confirmadas.
Desde el Palacio Nacional, José Luis Alomía, Director General de Epidemiología, informó que hay 940,994 casos negativos y 169,245 sospechosos sin muestra. Además, hay un total de 2,037,413 personas estudiadas: el 38% de esta cifra han sido positivas.
En el escenario nacional, los casos estimados para esta semana son 926,906 y los casos activos estimados 36,768 (4%). La semana epidemiológica 39 registró 560,895 casos recuperados y 94,015 defunciones estimadas.
Sobre la disponibilidad de camas para hospitalización general, se reportó un total de 28,688, de las cuales 20,658 están disponibles y 8,030 (28%) ocupadas. Nuevo León, con 51%, es el estado con la mayor ocupación.
En cuanto a la disponibilidad de camas con ventilador, para los pacientes graves de COVID-19, hay un total de 10,527, una disponibilidad de 8,106, y una ocupación de 2,421 o el 23 por ciento. Nuevo León también es el estado con la mayor ocupación, con un 42 por ciento.
Por otro lado, Agustín Carstens, gerente general del Banco de Pagos Internacionales (BIS, por sus siglas en inglés) y ex gobernador del Banco de México, aseguró que la crisis económica ocasionada por el COVID-19 va a durar más de lo que se pensaba y a pesar de las medidas aplicadas por los gobiernos, llegará un momento en que serán inevitables las bancarrotas.
Durante su participación en la edición número 13 de la Santander International Banking Conference, Carstens Carstens reconoció que la pandemia le cambiará la cara a la economía mundial.
“Al principio se pensaba que la crisis iba a ser transitoria, pero ha durado más y va a durar aún más. Por tanto, la mayoría de los gobiernos intentan evitan efectos excesivos. Muchos paquetes se iban a ver interrumpidos en este momento, pero la mayoría de los países han tenido el buen sentido de extender. Llegará el momento en que la acción gubernamental sencillamente no pueda prevenir el incremento de bancarrotas. El cambio en el entorno económico dará lugar a una reasignación ineludible de recursos”, dijo.
“Tenemos que reconocer que el COVID-19 va a cambiar la cara de la economía. Muchos sectores que sufren ahora no van a recuperarse, sencillamente porque va a ver otra forma distinta de viajar, de trabajar, de hacer la compra y de ir de compras y todo ello complicado aún más por la revolución digital”, apuntó.
Ante este panorama, dijo, muchos negocios no sobrevivirán. “Hay mucha innovación. El comercio electrónico es cada vez más importante y se está conjugando con el enfriamiento de la actividad, así que muchas tiendas no van a sobrevivir”, reconoció.
Agustín Carstens destacó que los bancos de todo el mundo reaccionaron rápido y de manera efectiva ante las crisis económica y la sanitaria. “Ha sido un año muy emocionante para los bancos centrales. No lo habíamos planificado, pero durante este año, reaccionaron muy rápido y de forma decisiva ante la crisis y la pandemia. Han hecho una importante aportación para controlar y reducir los impactos negativos de esta pandemia”, aseguró.
Apuntó que pese a que se detuvieron la actividad económica y los flujos de capital, los bancos centrales lograron estabilizar la macroeconomía.
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