Juez ordenó a autoridades de San Luis Potosí darle televisión a niña de escasos recursos para que pueda estudiar a distancia

Un juez federal ordenó a las autoridades de Educación Pública y del estado de San Luis Potosí a darle una televisión a una niña que cursa segundo de primaria. Esto para que pueda continuar con sus estudios a través de la programación que se emite a distancia, durante la epidemia de COVID-19 en México.

“Se concede a la menor quejosa la suspensión provisional respecto de los actos reclamados", indicó un juzgador Octavo de Distrito del Noveno Circuito, de acuerdo con los estrados consultados por Infobae México.

Fue la madre de la menor (identificada con las iniciales Y. M. R. Z.) quien interpuso la demanda en representación de su hija. Las autoridades de la escuela primaria donde cursó primer grado se negaron a reinscribirla para el segundo año de su educación primaria.

Por lo tanto, los efectos de la suspensión obligan a que la menor sea registrada en la Escuela Primaria Graciano Sánchez, ubicada en el municipio del mismo nombre, en el estado de San Luis Potosí, para el ciclo escolar 2020-2021 al grado segundo de primaria.

Y es que, de acuerdo con el juez, las negativas verbales de la institución para negarse a inscribir a la menor “carecen de fundamento legal alguno”.

Sin embargo, en caso de que la escuela esté imposibilitada para reinscribirla, deberá ser canalizada a una institución educativa de iguales o mejores características, siempre y cuando, se respeten y garanticen las condiciones que recibía la niña en su anterior escuela.

Esto, hasta en tanto se resuelva sobre la suspensión definitiva y, siempre y cuando, esto no haya ya acontecido. Además, ordenó que se le practique un estudio socioeconómico a la menor, “a efecto de que constaten lo expresado por la madre de ésta en la demanda de amparo y, derivado de ello, implementen las acciones necesarias para permitirle el acceso al ciclo escolar vigente”.

Entre las acciones se enumeraron cuatro. La primera es la de proporcionarle en resguardo, a través de su madre, o algún otro familiar, un “aparato de televisión con que cuenten en la institución educativa en la que será inscrita, para que pueda tener acceso a las clases que se imparten mediante señal abierta en televisión nacional”.

La madre argumentó en la demanda de amparo que ella y su hija se encuentran “en una situación especial de vulnerabilidad”, al no contar los medios y herramientas tecnológicas para acceder al sistema de educación. No tienen televisión, ni herramientas digitales, ni internet, para que una vez inscrita, pueda darle seguimiento al actual sistema de enseñanza.

Si el plantel donde será reinscrita no cuenta con una televisión, “todas las autoridades deberán participar en conjunto para facilitarle un aparato”. La segunda resolución es que se debe emplear la estructura escolar “como centro de recursos comunitario”.

Esto quiere decir que, incluso, en última instancia, “la facilitación del aparato de televisión podrá ser en el centro escolar, pero tomando todas las medidas necesarias para que la menor y quienes deban asistirle, puedan acudir sin riesgo de contagio”.

También se deberá establecer un canal entre la menor y la institución educativa para que puedan evaluarse sus actividades. “Deberá existir flexibilidad en lo relativo a las evaluaciones que hasta el momento se han efectuado, de manera que no afecten su desempeño ni avance de aprendizaje para acceder al siguiente grado escolar”, indicó el juez en su resolución.

Para el cumplimiento de las medidas ordenadas por el juzgador federal deberán observarse todas las precauciones necesarias para prevenir contagios entre la menor, su familia y desde luego, el personal del sector educativo.

La autoridad judicial precisó que las autoridades que se encuentren relacionadas con el cumplimiento que deba darse a esta medida cautelar son aquellas del ámbito local, es decir, del estado de San Luis Potosí. La próxima audiencia se llevará a cabo el próximo 2 de octubre, donde se definirá si se otorga la suspensión definitiva.

Prácticamente todos los niveles educativos en México pasaron a una formación a distancia a finales de abril, para concluir el ciclo escolar 2019-2020. Desde agosto, los estudiantes de escuelas públicas, desde el preescolar hasta la educación media superior, deben tomar sus clases a través de los programas que se transmiten en televisión abierta de lunes a viernes en distintos horarios.

Así será hasta que cada estado ingrese en el color verde del semáforo epidemiológico que instrumentaron las autoridades federales. Sin embargo, estados como Campeche, que ya entró en esta fase, deberá volver a clases presenciales con cuidado.

El impacto del COVID-19 en la educación mexicana será devastador, de acuerdo con los cálculos más conservadores. El Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) estimó que 1.4 millones de estudiantes desertarán de sus estudios para el ciclo escolar 2020-2021 en el país.

Los avances obtenidos en temas de escolaridad durante los últimos seis años podrían perderse a consecuencia del coronavirus, alertaron, aunque se considera que serán aún más.

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