Los momentos clave que encumbraron a “El Mencho” y al CJNG como la organización más poderosa del país

Los errores presidenciales fueron determinantes para su avance y consolidación

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El Mencho CJNG (Fotoarte: Steve Allen)
El Mencho CJNG (Fotoarte: Steve Allen)

El rápido ascenso del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) en la escala criminal del país, ha tenido dos momentos clave para consolidar a esta organización criminal encabezada por Nemesio Oseguera Cervantes “El Mencho”, como la más violenta y poderosa de México.

De acuerdo con la columna de opinión del periodista Salvador García Soto, publicada en El Universal, el primero de esos momentos clave ocurrió en el gobierno de Enrique Peña Nieto, cuando en mayo de 2015 hombres del CJNG derribaron un helicóptero Cougar del Ejército Mexicano, con un disparo de lanzagranadas, matando a siete militares en el municipio de Villa Purificación, en la costa de Jalisco.

El segundo momento -señaló- fue el atentado perpetrado en contra del secretario de Seguridad Ciudadana de la CDMX, Omar García Harfuch, el 26 de junio pasado.

El comunicador enfatizó que entre esos dos momentos, el CJNG pasó de ser sólo uno más de los cárteles de la droga, a convertirse en una auténtica y real amenaza para la seguridad nacional, no sólo por su capacidad de fuego y sus ejércitos fuertemente armados, sino por transgredir límites y desafiar abierta y retadoramente al Estado mexicano con acciones que ningún otro grupo del narcotráfico había intentado.

(Foto: Captura de Pantalla)
(Foto: Captura de Pantalla)

Destacó que cuando el 1 de mayo de 2015, el Cártel Jalisco Nueva Generación derribó un helicóptero de la Secretaría de la Defensa Nacional en en el municipio de Villa Purificación, enclavado en la sierra de la Costa de Jalisco, quedó muy claro que ese grupo no era ya sólo una célula escindida del Cártel de Sinaloa, sino que se había convertido en una organización que tenía una fuerza armada propia y capaz de atacar y tirar, con un lanzagranadas, a una aeronave militar tripulada y que dejó un saldo de siete marinos muertos.

Tras el ataque -señaló García Soto- el entonces secretario de la Defensa, general Salvador Cienfuegos, le pidió al presidente Peña Nieto que le otorgara “intervención completa y exclusividad al Ejército” para enfrentar a la organización de Nemesio Oseguera, por lo que la Marina y la extinta Policía Federal dejaron de combatirlos por instrucciones presidenciales. La estrategia no sólo no funcionó, sino que permitió que el grupo incrementara su presencia y su violencia en todo el territorio nacional.

El otro error presidencial que terminó fortaleciendo aún más al cártel del Mencho -destacó- ocurrió un día después de que cerca de 30 sicarios del CJNG equipados con armas de muy alto poder, incluidas dos Barrets calibre 50, intentaron ejecutar al secretario de Seguridad de la Ciudad de México, Omar García Harfuch, en pleno Paseo de la Reforma, en la exclusiva zona de las Lomas de Chapultepec.

El periodista consideró que el mensaje del presidente Andrés Manuel López Obrador la mañana del 27 de junio, no sólo fue decepcionante sino muy preocupante, ya que en lugar de anunciar una estrategia frontal para combatir al CJNG y responder con toda la fuerza y poder del Estado contra esa organización criminal, repitió su consabido discurso: “no habrá ni guerra ni pacto”.

Salvador García Soto remató diciendo que, con esa respuesta, es como si a López Obrador le hubiera temblado una vez más la mano y el miedo lo haya hecho renunciar a su obligación de defender al Estado de la violencia criminal, tal y como lo hizo aquel 17 de octubre de 2019 cuando, invocando “razones humanitarias”, terminó por rendir al Ejército mexicano y obligarlos a doblegarse ante las amenazas del Cártel de Sinaloa, entregándoles a Ovidio Guzmán, el hijo de Joaquín Guzmán Loera. 

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