El esquema clandestino que usaron Emilio Lozoya y sus familiares para recibir beneficios en el caso Odebrecht

Emilio Lozoya Austin tuvo el pasado 29 de julio su segunda audiencia ante la justicia mexicana, esta vez por el conocido caso Odebrecht en el que es acusado de recibir 10.5 millones de dólares entre 2011 y 2014 a cambio de contratos para obras públicas, de acuerdo con los testigos protegidos de la Agencia del Ministerio Público.

Sin embargo, el esquema que habría utilizado el ex funcionario para recibir las cuantiosas cantidades de dinero incluyen a tres de sus familiares: su madre Gilda Margarita Austin y Solís; su hermana, Gilda Susan Lozoya Austin y su esposa Marielle Helene Eke, quienes habrían prestado sus cuentas bancarias para recibir los sobornos.

Los cuatro fueron acusados por la Fiscalía General de la República (FGR) por los delitos de operaciones con recursos de procedencia ilícita, asociación delictuosa y cohecho en agravio al Estado mexicano. De acuerdo con Grupo Fórmula, de la empresa Odebrecht obtuvo una ganancia de 39 millones de dólares a raíz de estos cuerdos ilícitos.

La FGR acusó al ex titular de Petróleos Mexicanos (Pemex) de recibir beneficios económicos de los 10.5 millones de dólares en sobornos que entregó la empresa brasileña. Entre ellos está la compra de un fideicomiso para una residencia en Ixtapa, Zihuatanejo por 1.9 millones de dólares.

Es aquí donde la fiscalía comenzó a destapar el esquema que usó el ex funcionario para que los beneficios económicos pasaran desapercibidos para el ojo público. El medio mexicano señala que este inmueble fue adquirido por medio de transacciones realizadas desde cuentas bancarias en Suiza y México, las cuales pertenecían a su hermana y madre. Aunque en este esquema también estuvo involucrada su esposa Helene Ekes.

Además de este caso, las mujeres están relacionadas con la recepción de otros sobornos utilizados para obtener residencias en exclusivas zonas del país. En el caso de su hermana, un juez la involucró en el caso por el depósito de 38 millones de pesos que recibió de Odebrecht, una cantidad pactada por su hermano para una residencia en Las Lomas, Ciudad de México.

Por otro lado, Austin y Solis, fue investigada y detenida por un supuesto depósito que llegó a su cuenta bancaria de 185 mil millones de dólares, los cuales utilizó para pagar impuestos de un negocio inmobiliario que cuenta con otras sospechas de sobornos.

Las acusaciones por los sobornos comenzaron a darse a conocer cuando el ex director de Odebrecht en México, Luis Alberto Meneses Weyll, declaró a la fiscalía que había pagado 4 millones de dólares al ex funcionario en 2012, cuando Lozoya era parte del equipo de campaña de Enrique Peña Nieto, quien fue presidente de México del 2012 al 2018.

A cambio de esto Meneses Weyll recibió cargos que le permitieron otorgar contratos de obra pública en los estados de Hidalgo, Veracruz y Tamaulipas. Incluso, aseguró que en varias ocasiones Lozoya le había agradecido por apoyar la campaña presidencial de Peña Nieto.

En la audiencia se determinó que el ex funcionario mexicano tuviera libertad condicional, luego de ser dado de alta del Hospital Ángeles Pedregal donde se encuentra internado.

El juez de control Juan Carlos Ramírez Benítez, impuso la colocación de un brazalete electrónico a Lozoya, además de la imposibilidad de dejar el país, la Ciudad de México y su zona conurbada. Además de imponerle vigilancia permanente de la Policía Federal Ministerial en lo que se encuentra en el nosocomio.

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