Tras los disturbios generados por noticias falsas del coronavirus, personal del IMSS abandonó clínica en Venustiano Carranza, Chiapas

Después de que se registraran disturbios en el municipio de Venustiano Carranza, en Chiapas, a causa de noticias falsas que argumentaban que la COVID-19 era esparcida por el gobierno, las enfermeras, residentes, pasantes y más personal de la Clínica IMSS Bienestar y del Centro de Salud de la localidad decidieron abandonar el lugar y cerrar sus servicios por temor a ser agredidos.

Es importante mencionar que durante las revueltas no se agredió físicamente al personal médico, no obstante, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) confirmó que la gente atacó una clínica móvil a las afueras del hospital, por lo que sus trabajadores tuvieron que refugiarse.

Por ello, un médico, una enfermera, por lo menos siete residentes y dos pasantes dejaron la clínica del IMSS en la que se encontraban trabajando y se trasladaron a Tuxtla Gutiérrez, la capital del estado, con cuatros pacientes adultos diagnosticados con COVID-19, además de un menor de edad.

El Ayuntamiento del municipio también confirmó que el Centro de Salud se encuentra cerrado y, por el momento, “ningún médico quiere llegar, todos se fueron”. Ante esta situación están esperando que baje la tensión en el municipio para restablecer la atención médica.

Otra instancia que también se pronunció al respecto fue el sindicato de trabajadores del seguro social, el cual mencionó que el día martes 2 de junio será cuando se definan las acciones en torno a este municipio. Entre estas acciones se encuentra el posible regreso del personal a Venustiano Carranza.

Desde el jueves 28 de mayo, el Fiscal General del Estado de Chiapas, Jorge Luis Llaven Abarca, informó que se instruyó el envío de una fuerza de seguridad de 400 elementos federales y estatales, así como de un grupo especial de MP y peritos especializados.

Quien también condenó este hecho fue el gobernador de la entidad, Rutilio Escandón Cadenas, quien informó que los responsables del disturbio fueron unas 30 personas a las que calificó de “vulgares delincuentes”. A su vez, el mandatario refirió que fueron quemadas tres viviendas, entre ellas, la de su madre, pues el gobernador es oriundo de ese municipio.

Las autoridades gubernamentales señalaron que los disturbios se dieron a raíz de una convocatoria por redes sociales, donde se alertaba que el alcalde municipal pretendía dispersar químicos tóxicos. Para tal efecto, los funcionarios empleaban drones que arrojaban un polvo llamado “Paraquat”.

“Trataron de engañar a la gente de Venustiano Carranza confundiéndolos con el problema de COVID-19 diciendo que esta no existe, que es creada, inventada por el Estado para afectar a la gente de los pueblos, a la gente humilde. Hicieron su convocatoria para vandalizar. Como la gente no asistió, salieron con odio a vandalizar”, explicó Escandón.

Por otra parte, pobladores de Venustiano Carranza señalaron que las acciones derivaron de un presunto intento de fumigación de la cabecera municipal, cuando en realidad se trataba de un proceso de sanitización. La Organización Campesina Emiliano Zapata (OCEZ), que agrupa a cientos de comuneros, fue la que impidió la fumigación programada por autoridades locales.

“Por acuerdo de los ocho barrios de la cabecera no se permitió la fumigación programada por las autoridades municipales para propagar (sic) el contagio de Covid-19 (...). [Con la sanitización planeada] se violó el acuerdo entre la Casa del Pueblo y las autoridades municipales de no entrar a los barrios [a fumigar]”, comunicó la OCEZ en un reporte consignado por La Jornada.

Mientras los barrios se organizaban desde la noche del miércoles para colocar retenes en las entradas a sus poblados, personas no identificadas empezaron con los destrozos en el edificio municipal. Así, la OCEZ se deslindó de los actos vandálicos y refirió que los agresores no pertenecían a su organización.

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